Después de ese despertar donde Leticia recompensó con creces el haberse quedado dormida la noche anterior se prepararon para bajar al restaurante del hotel por un buen desayuno.

Joseph había reservado unas horas en el SPA donde tendrían un masaje y por primera vez Leticia era realmente consentida en un lugar como ese, por su trabajo siempre era ella la que brindaba el servicio.

Cada vez que podía tomaba fotografías del lugar diciendo que le mostraría sus ideas al nuevo dueño del salón.

Por la tarde caminaron por la playa donde Leticia vistió su ahora bikini favorito porque sabía que Joseph no le podría quitar los ojos de encima y eso le gustaba mucho.

Después de un recorrido por la ciudad y visitar algunas tiendas exclusivas donde se sintió como una reina, aunque no dejaba de preocuparse y recordarle a cada rato a Joseph que no debía gastar tanto, cosa que a él le hacía hasta gracia.

«Me cuesta creer que Leticia se preocupa de que no vaya a gastar cuando mis relaciones anteriores siemp