Ramsés KellerAl siguiente día de haber abandonado Black Claw, Mildred y Mason, le había llegado el turno a Usher que fuera puesto en libertad. Ya Liam se encontraba en el campamento y ya les había dejado las instrucciones a los miembros de la antigua manada, todos estaban listos y sabían que debían hacer. –Dentro de poco llegará Usher al castillo, tenemos que estar pendientes si Yulenka le cree lo que le vaya a contar. Puede que ella le crea todo o que no le crea nada, la moneda está en el aire.Milenka sabía que lo primero que haría Usher, sería contarle lo que había pasado ese día cuando él salió en busca de Nora. El tiempo espacio en el que se mantuvo encerrado no era algo que se pudiera contar. Era como si estuviera viviendo unos días nada más. Por eso había entrado en desesperación, pues le había parecido muy lento y a la vez lo desubicaba en el espacio. Le podía parecer que esos días fueron eternos y no haber pasado ni veinticuatro horas. Era algo intangible. No tenía en el
Milenka KellerLlegado el medio día levantaron el campamento y se dirigieron al castillo, ya no había vuelta atrás, hoy sería el día del final de los usurpadores. Los guardias de Black Claw, reconocieron de inmediato a sus verdaderos Reyes, no pusieron resistencia y los dejaron pasar.El nuevo ejército de Milenka se alineó al frente del castillo formando una barrera imposible de traspasar, los Alfas estaban listos para atacar si era necesario, ellos llegaban en son de paz, aquel que se resistiera podía morir. Yulenka al escuchar el silencio en el que se había sumido la manada, salió a la puerta encontrándose ese funesto panorama. Usher, que había visto todo, llegó a su lado a advertirle.–Mi reina, han llegado a invadirnos, las puertas no han sido forzadas y han entrado sin que nadie los detuviera. Tenemos que defendernos. Ustedes alinéense ¡Ya!Los pocos miembros de Black Claw que habían quedado, dejaron de hacer sus tareas cotidianas y escucharon el llamado de Usher, tenían las man
Ramsés KellerEl Alfa había acabado con el traidor del reino, no pudo tener compasión de él al ver que seguía atacándolo, siempre se iba a defender de cualquiera que intentara dañarlo. Él que había sido más que su amigo, que lo trató como si fuera de su propia sangre. Le había clavado el puñal por la espalda. Por eso él no tuvo piedad para terminar con su vida, si recibió traición por su parte y esa traición se paga con la muerte.A esas personas no se les debía dar ninguna clase de oportunidad, ahora se había terminado el mal de su parte. Ahora le tocaba a la usurpadora, quería destruirla con sus propias manos. Pero era algo que no le correspondía. Esa cuenta la tenía que saldar con Milenka. Después de todo había sido Milenka la que había sufrido lo peor por parte de su hermana y era quien debía ajustar cuentas con ella.–Este es el resultado para quien se atreva a traicionarnos. Nadie que ose con hacerlo puede vivir para contarlo.Ramsés lanzaba esa advertencia, para todo aquel que
Milenka KellerEl cuerpo de Milenka estaba tendido en la cama, no se podía mover, era como si estuviera en un estado de catalepsia. Ya habían pasado dos días y su condición no cambiaba. Solo podían contemplar su respiración muy pausada, pues seguía con vida y eso al menos era un gran alivio que no hubiera muerto ella también como daño colateral de la muerte de Yulenka.–No se preocupen, ella está procesando todo el dolor que siente al saber que su otra mitad ya no existe, hay que dejarla descansar, todos sus signos vitales están funcionando al cien por ciento. Es cuestión de tiempo para que ella se recupere, algo así como lo que ha ocurrido no es fácil de procesar y toma tiempo hasta para una loba tan poderosa como ella.Ragnar se había encargado de la vigilancia las cuarenta y ocho horas que Milenka llevaba en ese estado. Ni él ni Ramsés se habían separado del lado de la Reina. Era el deber de cada uno, cuidarla y ninguno la dejaría a su suerte, para Ragnar ella era su querida hija y
Ramsés KellerEl Alfa esperaba paciente el despertar de su amada esposa, habían pasado tres días y ya era el momento de que ella volviera de su luto interno. La necesitaban todos, ella era importante para la comunidad lobuna creciente. Ya era justo que ella volviera de su duelo para que reinara a su lado y al lado de sus hijos.–Amor, sé que me oyes perfectamente, tus hijos están allá afuera esperando por su mamita y desde luego que yo también estoy esperando que abras esos hermosos ojos. Necesito de ti para vivir, para amarte y hasta para respirar, eres mi otra mitad.El alfa no tenía temor a exponer sus sentimientos ante Milenka, sabiendo que la fuerza del amor lo puede todo y que ella iba a sentirse más motivada a volver sabiendo que él nunca se había movido de su lado.–Te amo tanto Ramsés, estaba esperando que vinieras el día de hoy y sabía que no me ibas a fallar.Milenka abrió los ojos y eran tan cristalinos y apacibles que la paz brotaba de ellos, estaba regresando de ese luto
Capítulo 1. Noche de celebraciónMilenka Müller El cuerpo de la joven loba, ardía en llamas, era lo que sentía Milenka. No se acordaba cuando fue la última vez que había visto a su hermana y ya se quería regresar a su casa, pues se empezaba a sentir verdaderamente mal. Algo estaba muy raro, porque se encontraba en una habitación extraña, acostada en una cama inmensa, y no sabía cómo había llegado ahí. Cerró los ojos e intentó, con todas sus fuerzas, moverse, aunque fuera un poco.– ¿Qué intentas hacer?Al escuchar la potente voz del hombre que estaba acostada a su lado y que no notó cuando abrió los ojos, giró su cabeza y lo vio de frente. La cara del hombre se le quedó grabada en la mente, era hermoso y tenía un aura dominante. Poco podía hacer ella delante de este ser formidable. Pero dejó de pensar por un segundo en él y habló de lo que más le estaba preocupando en realidad. –No sé quién eres y necesito ir a casa. Mis padres estarán preocupados si no llego a tiempo.El hombre se
Capítulo 2. ¿Dónde se encuentra esa loba?Ramsés Keller Ramsés abrió los ojos esperando ver a la hermosa loba a su lado, pero solo encontró que la cama estaba desordenada y no había rastro de ella. Dónde podía estar, no se escuchaba nada en la suite, por lo que se levantó y fue hacia el cuarto de baño,– ¿Dónde te has metido, pequeña?Dijo sin tener respuesta, en la habitación solo se encontraba él. Necesitaba salir a buscar a esa loba, no se iba a escapar ahora que la había encontrado, y lo peor de todo es que no sabía el nombre de la joven, ni a qué manada pertenecía.–Esto no me puede estar pasando, no debí quedarme dormido.Con el cuerpo en alerta, se puso lo primero que encontró en el closet, una bata de seda negra y salió en busca de su Beta, de seguro él la ha visto.La suite presidencia constaba de tres habitaciones, afuera de la del Alfa se encontraban dos guardias custodiando la puerta. Era imposible que no la hayan visto salir, estaba empezando a sospechar que al llamarla
Capítulo 3. Destierro y sufrimiento Milenka Müller Por más que quiso comunicarse con su hermana Yulenka nunca pudo lograrlo, y en casa sus padres esperaban a Milenka con mucho enojo, ella debió llegar con su hermana, no tenía permiso de quedarse en ningún otro lado. Eso sería un duro castigo para ella y lo sabía muy bien. Milenka, al ser la hermana mayor, debía dar el ejemplo, por eso Yulenka la odiaba, porque sus padres no dejaban de compararlas y este era un triunfo sobre su hermana gemela, sabía que sus padres la iban a repudiar, ya les había llegado la noticia de que se había escapado de la celebración con un hombre ajeno a su círculo de amigos. – ¿Se puede saber dónde estabas? Tu hermana llegó hace horas. Su padre la recibió con esas palabras en cuanto entró por la puerta, ya todos en la manada White Claw sabían de su desliz, secretamente Yulenka había corrido la voz y ninguno de los miembros de la manada se atrevió a ir en su búsqueda. Las sanciones del alfa Müller eran muy