PREFACIO

—¡Eres un maldito! ¡Un maldito, Aarón Sullivan!

Grité ignorando las palabras de advertencia de mi padre apenas logré cruzar la puerta principal del lugar que llamé hogar durante toda mi vida, hacia medio año que el hombre que me había otorgado mi existencia se casó con la mamá de ese gilipollas que ahora llamo por obligación hermano, siendo honesta, no ha habido ni un solo día en donde no le ruegue al cielo que se separen y todo vuelva a la normalidad, esa en donde yo era la única hija de papá.

Harold Western me ha dado todo en la vida, amor, estabilidad emocional y cada uno de mis caprichos desde que perdimos a mamá cuando apenas tenía cinco años, siempre fuimos él y yo contra el mundo, pero todo cambió cuando de la nada, llegó así, sin avisar a mi fiesta de cumpleaños número veintiuno con el horroroso anuncio que se volvería a casar con una mujer que jamás había visto o escuchado sobre ella en toda mi perfecta vida; pero no, casarse de repente con una tipa que no conocía no era suficiente para él, ¡Ahora tenía un hermano!

—¡Rominaaaaaaa!—La voz estruendosa y masculina del bastardo de Aarón me detuvieron por un momento para negar antes de tirar la puerta de mi habitación detrás de mí. Mis manos apretaron el borde de mi vestido el cual se encontraba rasgado por culpa de mi maldito hermanastro—¡Tu padre me dijo que debía cuidarte! ¿Crees que Bruce tiene buenas intenciones contigo? ¡Deja de ser tan tonta! Esos chicos lo único que quieren es follarte y…

Abrí la puerta sin previo aviso logrando que el cuerpo del pelinegro cayera sobre el suelo de mi habitación—¡Para ti todos quieren eso! Estoy cansada que lo único que hagas es golpear a cada hombre que intenta acercarse a mí, ¡Basta! —Mi pierna impacto contra su pecho con un movimiento involuntario—¡No eres mi hermano mayor! ¡No tenemos la misma sangre ni mucho menos el mismo apellido! ¡Deja de creerte mi dueño solo porque papá te lo pidió!

El perfume de cítricos y madera del pedazo de basura tirado en la entrada de mi lugar seguro, impregnó todo el sitio con su aroma, aún no podía creer como todas las chicas de mi vecindario incluyendo las de mi universidad estuviesen perdidamente enloquecidas por él.

—¡Eres demasiado joven para entenderlo, Mina!

Apreté la mandíbula porque detestaba que siempre hiciera deducir mi edad cuando peleamos—¡Siete años! ¡Son solo siete malditos años!

Las facciones endurecida del sujeto delante de mí fueron relajándose poco a poco—¿Puedes prometerme algo?—Sus ojos se fijaron sobre mis labios como solía hacerlo cada vez que deseaba pedirme un favor y de alguna forma que no puedo describir esto me hacia sentir demasiado incomoda—No…—Parpadeé al presenciar su inseguridad—No salgas con nadie hasta que termines la universidad, tú…—Sus manos tomaron mis caderas mientras podía sentir su respiración más cercana de lo normal—No salgas con nadie hasta que termines la universidad…—Rodeé los ojos buscando la forma de separarme, pero Aarón me sujetó con mayor fuerza ahora llevando mi cabeza hacia su pecho—Para ese tiempo de seguro ya yo no esté aquí y así será la única forma en que tú puedas ser libre…

—¿Te estás escuchando? —Le arrebaté mi mano con grosería—¡Estás demente! ¿Por qué no sales con Brenda McLaren? ¡Te vi muy feliz con ella ignorando el hecho de que te has casado conmigo en secreto!

—Ya te expliqué que ella…Espera, ¿Estás celosa? ¿Es por eso que hiciste todo esto? ¡Querías ponerme celoso! ¿Verdad?

Me burlé porque esto era tan típico de Aarón, solía darme explicaciones de sus amoríos como si en algún momento de mi existencia los hubiese necesitado—¡¿A caso el grandioso y temible, Sullivan alguna vez ha sentido celos por alguien?

Sus ojos se abrieron de par en par logrando que una corriente eléctrica atravesara mi espina dorsal—Sí…

Su respuesta seca me estremeció—Vaya… Al menos no eres un idiota del todo, lo siento mucho por aquella mujer que se quede contigo… ¿Quién se ha llevado el honor de enamorar a mi falso hermano mayor?

¿Alguna vez en sus vidas han sentido como la corriente de un río te arrastra en contra de tu voluntad?

—La conoces muy bien…—Aarón se quitó la chamarra de cuero para luego tirarla sobre mi cama—De hecho, la ves todos los días…

—¡¿Catalina?!—Realmente sabía la respuesta, pero necesitaba jugar un poco con él. Estaba tan enojada por haberlo encontrado con Brenda en el balcón de nuestra casa que decidí correr a los brazos de Bruce solo para devolverle el golpe sin saber que las cosas entre nosotros se iban a salir de control.

Las carcajadas del pelinegro me sacudieron—¿Cuántas veces debo gritarle al mundo que te amo? ¿Debería ir donde tu padre y decirle que me casé contigo?

El hijo de mi madrastra se sacó los zapatos para ahora acostarse cómodamente sobre mi cama, vi como tomó los peluches que papá me había obsequiado durante mi adolescencia para ahora tirarlos todos al suelo.

—¿Qué crees que haces? 

Lo apunté con el dedo para acto seguido empujarlo y así buscar la forma de sacarlo de mi cama, pero el idiota de Aarón presionó su rodilla sobre mi estómago haciendo que mi cuerpo cayera bajo el suyo.

—Dormiré contigo hoy…

Su dedo índice rozó mi mejilla izquierda haciendo que mi respiración se cortara—¿Por qué?

—Solo cumplo la voluntad de tu padre, solo te protejo de ellos…

—¿Y quien me protege de ti?

Silencio.

—Nadie…

Aarón Sullivan es problemático, egocéntrico y un maldito desastre…