Antes de entrar al quirófano, Chris se presenta en la habitación, el momento es incómodo, normalmente no soy violento, pero los celos me sobrepasaron.
— Entonces — empieza Chris enseñándome la prótesis — esta es tu prótesis ¿ya hiciste las pruebas?
— Un par de veces — digo, asintiendo — pero...¿cómo la voy a manejar?
— La operación es...para insta
La brisa fría del aeropuertoprivado me hace encogerme dentro de mi chaleco, Frank había sido operado hace tres días, pero no me atrevía a verlo a la cara.Luego de la noche que pasé con él, me di cuenta de que jamás estaré tranquila hasta que sepa la verdad. Así que hice un par de llamadas, y Videl Castro, su esposa Katia, su hija Mariana, Lucía Rivera y la pequeña Teresa, acaban de aterrizar en NY.Cuando empiezan a bajar, estoy tan nerviosa que me entra la risa tonta, no podía creer que realmente estaba haciendo esto.
Desliza el anillo por la puerta y algo en mi interior se quiebra, una imagen de mi arrodillado frente a una puerta y sosteniendo un collar entre mis manos nubla mi visión por un segundo.Resignado, y sabiendo que tiene razón, me pongo de pie y regreso a la sala, todo el mundo me mira con curiosidad, Lucía, Videl y Katia lucen mortificados.— Niños... a la cama — ordeno, los quintillizos gruñen, pero cuando Max los mira, se van directo a la habitación, Matt dice que hablará con Natasha y Max toma a Anya, quien llora por mí.Aparto la mirada, la idea de hacer sufrir a Natasha y a mi propia hija (aun cuando solo la conocía desde hace poco) me partía el corazón, pero no sabía cómo remediarlo.— Deben estar cansados por el vuelo — digo señalando la puerta que da al patio, curiosamente me sabía el camino hacia la casa del servic
La mañana siguiente, despierto por segunda vez en los brazos de Frank, sintiendo una extraña sensación de tranquilidad en el pecho.Me había hecho el amor, de la misma forma sensual que siempre, incluso la forma en que me miraba hablaba de anhelo y afecto, lo que me daba esperanza, Dios, fui tan tonta...si bien mi Frank está enterrado en alguna parte de este hombre, era innegable que estaba allí, presente incluso en la distancia.Y lo había dejado en claro.Luego de cuatro años,
Tener cinco niños era un maldito caos. Sin contar que la pequeña era caprichosa.Cada niño es diferente, y el día en el zoológico no tarda en ponerme al borde, Orange (sí, ya los diferenciaba) sale corriendo a ver los leones, Carrot quiere ir a ver los osos polares, Zhevy quiere ver las jirafas y Mör los elefantes, mientras que Mörk insiste en ir con los reptiles primero, y cuando complací a uno, los otros cuatro estaban molestos.Anya estaba más concentrada en los vendedores ambulantes y cuando me parecióque le había comprado demasiado, ella hace un berrinch
Al día siguiente, Frank luce más cansado de lo que deja ver, así que lo dejo dormir, contenta por tenerlo en casa, su presencia es reconfortante incluso si hay momentos tensos en los que sus lagunas mentales nos dejaban a todos incomodos.— ¿Tenemos que ir a la escuela? — se queja Orange haciendo todo un drama mientras desayunan, todos irán, menos Carrot.— Al menos tu puedes ir — se queja mi pelirrojo, pero Orange lo mira, y en cuanto levantan las cejas y ponen esa sonrisa que significa "ya sé que podemos hacer..." le doy un zape.
Matt es un jugador increíble.Lo recuerdo de niño, siempre con un ligero ceño y expresión irritada, incluso cuando jugaba con sus hermanos, no era muy dado a ser de hecho agradable.Pero en el campo de juego, mi hijo es el mejor.Es el capitán de su equipo, y en cuanto sale al campo, todos gritan y lo ovacionan, incluso personas que no conozco (creo) llevan su número y hay una pancarta con su foto y varios corazones.No sé mucho de futbol, pero incluso consigo emocionarme. Los pelirrojos claro, son una imagen divertida de ver, los niños gritaban y abucheaban al mismo ritmo, y cuando Carrot de agitaba un poco, todos de inmediato estaban pendientes a su hermano, incluso evitaban dar demasiados saltos solo para no hacerlo sentir mal.No lo recordaba todo, pero malditamente los había criado bien.Natasha era una bomba, la mujer maldecía como camionero y celebraba como faná
Cuando llego a casa, me detenido en la puerta, mi madre está en medio de la sala con...¿Nikolay?— Kolya — digo parpadeando, los niños se detienen con sorpresa al ver a su tío, quien sonríe agradable mientras saluda.— Tasha — dice mirándome como un tiburón miraría a su presa — tiempo sin verte.— Lo...lo mismo digo — murmuro una disculpa y me giro hacia mi madre — mamá, tengo que irme, lesionaron a Matt.— Dios ¿qué sucedió?— pregunta ella llevándose una mano al pecho.— Un idiota lo tacleó y lo lesionó en la rodilla — murmuro.— Oh, eso es malo — dice Nikolay — déjame llevarte al hospital — se ofrece — luces alterada.— Está bien — digo, miro a mi madre — cuida a los niños.Nikolay me
Matt es trasladado a una habitación y empiezo a sentirme más tranquilo, Chris entra con una tablilla y me mira.— Bueno, tengo malas noticias — dice avergonzado — tienes una lesión del ligamento lateral de la rodilla, es bastante común en deportistas, pero debieron golpearte realmente fuerte.Matt me mira, luciendo aterrado, y Chris aprieta los labios.— Te daremos algo para bajar la hinchazón — asegura, pero esta lesión es de tercer grado, podrías necesitas cirugía.— Pagaré lo que sea — digo de inmediato — ¿puedes operarlo enseguida?— No es recomendable — se excusa — tenemos que esperar a que la inflamación baje antes de decir algo, si intervenimos ahora...— ¿Puedes arreglarlo? — pregunta mi hijo, Chris asiente.— Esta es mi especialidad — nos asegura —