DOS

     Fiorella  

“No!, pero recuerdo que en más de una ocasión, mencionaste que el es un rival poderoso en tus negocios”, dije tratando de mostrarme segura ante él.

"Me gusta que pongas atención a lo que te menciono y efectivamente, necesito una tregua entre nosotros, esto me está costando dinero y hombres, no puedo darme ese lujo".

"Por eso aprovechare para dar una gran fiesta y mostrar un frente seguro y fuerte ante todos, vamos a darles una buena bienvenida y nada me gustara más que mostrarles a mi bella y perfecta esposa." dijo seguro de sí mismo.

"Tu trabajo es mantenerme contento y hacer lo que yo te pido" dijo mirándome y un escalofrió recorrió mi cuerpo conozco esa mirada.

"¿Estas planeando asesinarlo y me usaras de excusa?" Me quejé.

"¡No es asunto tuyo! tu trabajo es tener todo a la perfección o tengo que recordarte porque debes hacerlo?". Afirmó.

"NO!, está bien, no te preocupes ,se hará todo como tú lo deseas".

En eso llamaron a la puerta y Connor su mano derecha entro de inmediato, parecía serio, furioso con los puños con fuerza., el siempre ha sido muy amable conmigo, además que no puedo negar que es atractivo, su cabello oscuro, ojos color avellana, figura bien formada con bíceps abultados, un hombre realmente encantador él.

Me lanzó una mirada aguda, sus ojos admiraron mi cuerpo brevemente, como siempre lo hace. Hay algo en él que me hace sentir segura, a pesar de ser un empleado de confianza de Darian, sé que nunca me lastimaría.

"¡Connor!" Darian exclamó.

"¡Tengo que irme!" Su voz me hace sentirme segura por un momento y no sé de dónde saco tanto valor y confianza frente a él, será porque es el único que me ha hecho sentirme segura y protegida , cuando Darian pierde la cabeza , más de una vez Connor a intercedido para salvarme..

"¿Por qué?¿Pasa algo?" Se me escapó de la boca, ambos me miraron sin comprender.

"¿Fiorella? No te metas". Me advirtió mi esposo.

"Discúlpame, será mejor que me vaya" dije e intente pararme y salir del estudio, pero Darian tomo de mi brazo con fuerza.

"¿Por qué quieres irte, de repente?" preguntó mirándome de manera posesiva.

"No me siento bien, quisiera descansar", dije mirándole con mi voz seria.

"Está bien, puedes irte, pero sabes que necesitare que a partir de mañana estes planeado todo, sin excusa alguna ". Afirmó el.

"Sí, lo sé...".

"Espera Connor, encárgate tú de esta situación, me iré mañana por la mañana". Gira la cabeza hacia mí, tiene una sonrisa en los labios que me hace temblar de miedo.

"¿Por qué no ahora?", le dije esperando que decidiera mejor irse.

"Tengo algo que hacer , de pronto deseo pasar tiempo con mi bella esposa, te he descuidado y hoy esta tan hermosa que quiero disfrutarte". miro sus labios y él está pasando su lengua mojándolos.

"¡Me despido, entonces Darian, Fiorella!" Connor, se retiró y me dedico una leve mirada antes de irse.

Sali inmediatamente del estudio, tratando de ganar distancia y entrar en mi recamara lo antes posible, pero escuché pasos detrás de mí, moviéndome hacia el fondo. Vi la elegante figura de Darian, que me acosaba.

"¿Esperabas a alguien más?" Murmura con las manos dentro del bolsillo, mi corazón se acelera y el nerviosismo de lo que pronto pasara de apodera de mí.

"No, a quien más esperaría" Le dije y él da unos pasos hacia adelante y mi espalda choca con la pared.

"No sabes cómo he extrañado tu hermoso cuerpo" Dijo en un tono frío, acercándose más a mí y puso sus manos a los lados de mi cabeza,  bloqueando mi camino como si estuviera a punto de correr.

"Darian por favor" susurré con la respiración agitada. El pasa sus nudillos contra mi hombro. Observo su acción y luego vuelvo a sus ojos.

"¿Por qué tanto interés en Connor?, no creas que no em doy cuenta de las miradas que se da entre ustedes" Preguntó.

"Estas alucinando, él es solo un amigo y tu empleado, nada más" dije con miedo a su reacción.

"Quizá?, " dijo acariciando mis mejillas.

"A pasado tiempo y creo que debo recordarte quienes tu dueño y hoy pasare toda la noche demostrándotelo".

El me acorralo y tome de mi brazo llevándome a nuestra recamara, al entrar cerro al puerta con fuerza y camino rodeándome y mirando mi cuerpo, como una cazador ve a su presa, mientras se mordía el labio inferior.

“Sabes…. Había olvidado lo hermosa que eres, la primera vez que te vi, quede cautivado con tu belleza, jamás había visto una joven italiana tan hermosa como tú, por eso debía tenerte para mí”.

Se acerco y levanto mi rostro con su mano, para que lo nuestras miraras se cruzaran.

“Que ha cambiado en ti, ya no me miras como antes, deseosa de que recorriera tu cuerpo, de que te hiciera mía,  sé que nunca me has amado como amaste a ese hombre,” dijo ene se momento sentí miedo por sus palabras.

Su cuerpo se acercó demasiado y estaba frente a mí, invadiendo mi espacio y su manos apretó mis mejillas con fuerza, “ AUN LO AMAS, NO LO NIEGUES, POR ESO NO PUEDES ENTREGARTE A MI COMPLETAMENTE”.

“Darían , te equivocas, jamás te engañado, siempre fui sincera contigo , suéltame por favor me lastimas”.

“Nunca te engañe, te lo juro”

“NO ME JURES NADA!!!!”, dijo molesto y me tomo en sus brazos arrojándome a la cama.

Me levante sosteniendo mi cuerpo con mis brazos, mientras miraba como poco a poco se iba desvistiendo, tirando al ropa en el suelo una a una, mientras me miraba con hambre de deseo con lujuria, pero esa mirada era lo que más me tenía.

“Por más que intento sacarte de mi corazón, no puedo, estoy obsesionado contigo y cada noche que no paso a tu lado, trato de olvidarme de ti con otras mujeres, sé que lo sabes y no me importa ”.

“Pero sabes ¿por qué?”, dijo mientras retiraba su bóxer, al ultima prenda que aun cubría parte de su cuerpo y me sorprendí mucho al ver que su miembro ya estaba erecto y muy duro, sus manos lo tomaron y comenzó a darle unos cuantos movimientos para terminar de excitarse.

Comenzó a acercarse a mí, subiendo a la cama y con sus manos retiro mi vestido y mi ropa interior , haciéndola pedazos.

“Porque eres mía, no me importa que me ames, que me odio o que me desprecies, que me tengas miedo, ¡vaya! Por lo menos estas sintiendo algo por mí, pero quiero que te quede muy claro.”

“Que esta es tu vida y nunca , escúchame bien NUNCA!, te dejare ir”.

“Todo hubiera sido diferente si tuviéramos un hijo, pero eso lo voy a arreglar de ahora en adelante, pasare todas las noches contigo, haciéndote mía llenándote de mí esencia, hasta que me des un hijo o me canse de ti”.

Se acerco a mi oído y me dijo susurrándome, “Y el día que sepa el nombre de tu exmarido, del padre de tu hija, te juro tendrá las horas contadas, porque en este mundo no pueden existir dos hombres que han tenido tu cuerpo, tú eres mi solo mía”.

Fueron las últimas palabras que escuche antes de que comenzara el martirio que duraría toda la noche, solo cerré mis ojos y trate de recordarlo a él, trate de imaginar con todas mis fuerza que quien me estaba haciendo el amor era Lorenzo.

Porque sería la única forma en la que podría sobrevivir.

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