Capítulo 94 ¡Por supuesto le dijiste que no!

Zacarías clavó la vista pantalla del ordenador portátil. No obstante, su mente no estaba en enfocada en los correos electrónicos que estaban ante sí.

Con impaciencia se tomó un sorbo de café que su nueva secretaria había colocado en el escritorio, preguntándose que estaría haciendo Abigaíl con Liam. A pesar de su preocupación, el café le supo exquisito.

Nunca le había pasado esto, siempre fue al que celaban, no el que celaba. Ella no había querido que la llevara, mucho menos que la esperara o la fuese a buscar. Por otra parte, estaba bastante preocupado.

Cuando se despertó esta mañana alargo la mano al otro lado de la cama y al levantar la cabeza y abrir los ojos se dio cuenta de que el lado de Abigaíl está vacío.

Se sentó en la cama de golpe y apartó las sábanas al escuchar ruidos en el baño. Cuando abrió la puerta vio a su mujer con el cuerpo doblado en el sanitario vomitando. Muy preocupado se acercó a ella, pasando la mano por la esp