Amanda intentaba mantener una expresión neutra mientras saludaba a los invitados, pero por dentro estaba al borde de explotar. La llegada de Andrei Romanov al baby shower no solo la sorprendía, sino que la enfurecía profundamente. Que el hermano de Dimitri, quien tenía secuestrada a Nerea, estuviera en su casa y, peor aún, como pareja de Lupe, era una burla que no podía digerir. Cada fibra de su ser deseaba confrontarlo, pero no quería arruinar el evento delante de todos. Respiró hondo y ajustó la sonrisa que llevaba como una máscara, engañando a los curiosos que notaban cierta tensión en su mirada.—¡Amanda! —Lupe se acercó emocionada, sujetando del brazo a Andrei como si se tratara de un trofeo—. Te presento a mi novio. Él es Andrei.—Mucho gusto, Amanda. —Andrei extendió su mano, su rostro esculpido y su mirada afilada que destilaba confianza. Había algo inquietante en su postura relajada, como si supiera perfectamente que su presencia la descolocaba.Amanda apretó la mano de Andre
Amanda se recostó en la camilla del médico mientras éste realizaba la ecografía. Luke estaba a su lado, sosteniendo su mano con fuerza. Ambos observaban la pantalla en silencio, sus corazones latiendo con nerviosismo. La máquina emitió un sonido constante, y pronto apareció la figura del bebé en movimiento. Amanda soltó un suspiro al escuchar las palabras del doctor.—Todo está perfecto —dijo el médico con una sonrisa profesional—. El bebé está creciendo muy bien, y no hay nada de qué preocuparse. Amanda, sé que el estrés puede ser difícil de evitar, pero es importante que encuentres momentos para relajarte. Eso ayudará mucho.—Gracias, doctor —respondió Luke, acariciando la mano de Amanda con un alivio visible en su rostro.Amanda asintió, agradecida, aunque en su interior el estrés seguía rondando. La presencia de Andrei en su vida no solo era una molestia, sino un recordatorio constante de que el peligro estaba más cerca de lo que quería admitir.Una vez que llegaron a casa, se ins
Amanda se miró al espejo mientras ajustaba el vestido que había elegido para el día. No era una ocasión común. Hoy, por fin, recibirían los resultados de la prueba de paternidad. Los nervios se sentían en cada rincón de la casa, y aunque Luke intentaba mantenerse sereno, Amanda podía notar la tensión en su rostro mientras se ponía la chaqueta.—¿Lista? —preguntó Luke, tratando de sonreír, aunque sus ojos revelaban otra historia.—Lista —respondió Amanda, aunque no estaba segura de que realmente lo estuviera.El camino al laboratorio fue silencioso. Travis se quedó con Lupe, y el ambiente dentro del auto se llenó de pensamientos no dichos. Amanda entrelazó sus manos, intentando contener el temblor en sus dedos, mientras Luke mantenía su mirada fija en la carretera. Cuando llegaron, ambos descendieron del auto en silencio, sus pasos resonando en la acera como un eco de su ansiedad.Dentro del laboratorio, el sobre los esperaba. Amanda lo tomó con manos temblorosas y luego se lo entregó
Siempre he sido una mujer independiente, trabajadora que está acostumbrada a la buena vida y al dinero. Nunca he optado por matrimonios por conveniencia y menos buscar a un hombre rico para tener dinero si tendría que vivir bajo la sombra de esa persona. Nací para ser la jefa y para ser la protagonista de mi propia historia. A pesar de que mi padre murió hace ya diez años en un accidente de avión me he dedicado a trabajar día y noche para poder hacer crecer este imperio que un día me dejó. Y sí lo he logrado, más allá de todo lo que pude lograr a mis veinticinco años. Ahora vivo en Hawaii, donde tengo varias propiedades y varias empresas en movimiento.La vida me había sonreído de la mejor manera, estoy muy satisfecha con todo. Andrés, mi padre adoptivo, estaría muy orgulloso de la mujer que creó. Porque mi padre hizo buen trabajo pero no tenía este imperio que yo misma cree. Soy una mujer de negocios, inteligente y astuta. Ningún hombre está a mi altura y menos pueden convencerme con
¿Es posible enamorarse a primera a vista? porque este chico... su mirada, su profunda e intensa mirada me están haciendo sentir cosas en mi estómago. El chico solo sonrió de lado, eso me hizo tragar grueso. Me reincorporé, sabiendo que todavía estoy en bikini.Me aclaré la garganta y me puse recta.—Disculpa, no te vi —hablé nerviosa.—Me di cuenta, no hay problema —se acomodó su traje y se dirigió al ascensor justo donde yo me dirigía. Lo seguí, espero que no piense que lo estoy siguiendo, aunque en el fondo quiera averiguar todo del tipo. Las puertas del elevador se cerraron y ambos elevamos la mano para apretar el botón.Nos vimos.Me reí nerviosa.Soy patética.—Tu primero —le hice saber.—Las damas primero, por favor—dijo, tan caballeroso.—Gracias —apreté el botón de la suite nupcial y esperé.—Que curioso —comentó—Vamos al mismo lugar.Hice una media sonrisa y no respondí porque me pareció extraño. ¿Quién más vivirá con el patético de Luke? Ya lo averiguaremos. Las puertas se a
Día del juicio que, obviamente, voy a ganar yo. Nadie en su sano juicio le daría todo este dinero y las empresas a un aparecido, a alguien que estuvo en el anonimato toda su vida y luego decida aparecer para quitarme lo que mi padrastro me dejó. No quiero estresarme por eso antes de todo me tomé mi té de tilo para poder relajarme y no alterarme. Tiendo a ser muy hiperactiva y muy loca a veces. Pero hoy, para que el juez no me vea loca, tengo que verme cuerda.—Llévame a ese juicio, Leonard —le dije a mi chofer, metiéndome en el coche.El viaje fue un poco tenso, a decir verdad estoy nerviosa. Lo peor de todo ese que Luke es tremendo guapo y a veces me hace trastabillar por ese pelo rubio cayéndole por la frente y su porte de chico malo.Ash.Lo odio desde ya.Espero no verlo nunca jamás en mi vida después de hoy.Cuando llegué a los juzgados salí sintiéndome empoderada aunque en el fondo me sentía una gatita indefensa a punto de echarse a llorar. Aparento ser fuerte por mi trabajo y p
Me bajé del coche.—¿Que están haciendo? —les pregunté a los hombres que cargaban muebles.—Mudanza, señorita, el señor Grayson dijo que trajéramos todo para acá.—¿Y en donde está el señor Grayson? —me crucé de brazos.—Adentro —respondió.Me apresuré a entrar y buscarlo, se escucharon voces en el piso de arriba así que subí las escaleras rápido y lo encontré en mi habitación revisando los cajones.—¡¿Que demonios haces?! —espeté—deja eso —le quité mi babydoll de las manos.—Esta es la habitación principal, ¿no? Será la mía.Inhala, exhala. —Esta es MÍ habitación —le dije entre dientes—Así que vete a buscar la de invitados o la del conserje pero aquí no te metes, largo ¡Shu, shu! —lo empujé fuera pero el tipo era fuerte y ni se inmutó.—Oye, tranquila, el juez dijo que tenemos que compartir todo. Mitad y mitad. Así que... ¿por qué no? Ambos dormimos aquí.Otro mini infarto estaba por darme.—¿Me quieres matar verdad? Si, a eso has venido. Yo muerte y tú te quedas con todo. ¿Estás es
—Si hago esto es por tu bien.—Que te importa si me hace daño o no, dame mis cosas y no te metas con mi cocina —le hice saber dándole mi mejor mirada de asesina serial.Pasé a un lado y subí de nuevo las escaleras solo para ver cómo quedó mi pobre habitación. La abrí y... mi cama... mi preciosa cama... no estaban. En su lugar estaba una más grande y con un edredón color azul. ¡Azul! Odio los colores tristes.Estoy hiperventilando.Necesito aire.¡Aire!¿Donde está mi edredón rosa? Además, el azul no combina con las paredes.—¿Te gustó? —escuché su voz.Me eché a llorar.—¿Que te pasa? —su voz sonó preocupada—Amanda, me preocupas.—Mi colchón... mi edredón. Al menos hubieras encontrado uno blanco o... no se, que combine con la pared pero azul... es azul es triste —sollocé.—¿sabes que? Si quieres quédate con esta habitación, yo me iré a otra.Caminé hacia la puerta sintiéndome derrotada.—Amanda, espera... tienes razón. El azul no combina, pediré que traigan el tuyo y todo arreglado, ¿e