Amanda se recostó en la camilla del médico mientras éste realizaba la ecografía. Luke estaba a su lado, sosteniendo su mano con fuerza. Ambos observaban la pantalla en silencio, sus corazones latiendo con nerviosismo. La máquina emitió un sonido constante, y pronto apareció la figura del bebé en movimiento. Amanda soltó un suspiro al escuchar las palabras del doctor.—Todo está perfecto —dijo el médico con una sonrisa profesional—. El bebé está creciendo muy bien, y no hay nada de qué preocuparse. Amanda, sé que el estrés puede ser difícil de evitar, pero es importante que encuentres momentos para relajarte. Eso ayudará mucho.—Gracias, doctor —respondió Luke, acariciando la mano de Amanda con un alivio visible en su rostro.Amanda asintió, agradecida, aunque en su interior el estrés seguía rondando. La presencia de Andrei en su vida no solo era una molestia, sino un recordatorio constante de que el peligro estaba más cerca de lo que quería admitir.Una vez que llegaron a casa, se ins
Amanda se miró al espejo mientras ajustaba el vestido que había elegido para el día. No era una ocasión común. Hoy, por fin, recibirían los resultados de la prueba de paternidad. Los nervios se sentían en cada rincón de la casa, y aunque Luke intentaba mantenerse sereno, Amanda podía notar la tensión en su rostro mientras se ponía la chaqueta.—¿Lista? —preguntó Luke, tratando de sonreír, aunque sus ojos revelaban otra historia.—Lista —respondió Amanda, aunque no estaba segura de que realmente lo estuviera.El camino al laboratorio fue silencioso. Travis se quedó con Lupe, y el ambiente dentro del auto se llenó de pensamientos no dichos. Amanda entrelazó sus manos, intentando contener el temblor en sus dedos, mientras Luke mantenía su mirada fija en la carretera. Cuando llegaron, ambos descendieron del auto en silencio, sus pasos resonando en la acera como un eco de su ansiedad.Dentro del laboratorio, el sobre los esperaba. Amanda lo tomó con manos temblorosas y luego se lo entregó
Despedir a Lupe... eso jamás pasará. Lupe es como una hermana. Todo lo que nos habían dicho sobre los hermanos Romanov me había dejado pensando, era obvio que iban a estar cerca: desde que los vi supe que serían un problema. Como Andrés. ¿Que pretendían con nosotros? No les debíamos nada. Estaba en la cocina tomando un vaso de agua pensativa, pensando en todo lo que había pasado últimamente. ¿Luke un hermano? Es ridículo, apenas y era un impostor que se hizo pasar por hijo de Andrés. Todo está mal. Lupe entra a la cocina, esta seria y parece triste. —¿Que tienes? —quise saber. —No sabía que Andrei era hermano de la persona que secuestró a Nerea. Lo siento. Si hubiera sabido jamás me hubiera fijado en el. Se acercó a mi inocentemente, ahora entiendo que solo me utilizó. ¿Por que un hombre como el se fijaría en una sirvienta como yo? —No te permito que digas esas cosas, Guadalupe. —la regañé—Tu no eres una sirvienta, si haces todo lo que haces es porque quieres pero te he dado much
—Que sorpresa, Amanda, ¿que te trae por aquí? En cuando Andrei se me acercó le di un golpe fuerte en su mejilla. —Eso es por haber engañado a Lupe —le dije—¿quien te crees que eres para haberla engañado de esa forma? Tu no sabes del daño que le has hecho. Andrei se sobó la mandíbula donde lo había golpeado y me sonrió. —Tienes mucha fuerza, Amanda. —Eres un Idiota. Ustedes, los Romanov son como una plaga: destruyen todo lo que tocan. Andrei se puso serio. —¿Cómo está Guadalupe? —¿Cómo crees que está? Tu bromita te salió muy bien: lograste dañarla. Ella está enferma, jamás le habían roto el corazón. Tu eras su primera ilusión. —respira profundo—No debiste usarla para estar al tanto de nosotros. Hubieras elegido cualquier otra opción pero no ella. —Amanda, si yo te dijera que yo no planee eso no me vas a creer. —Claro que no, todo lo que sale de tu boca es falso. —Ni siquiera me conoces —me dice—Solo nos viste una vez y de ahí sacaste conclusiones que no son. —Una vez me bas
Al día siguiente me levanté muy temprano para poder ayudar a Lupe. Fui a su habitación, ella seguía en la cama pero tenía sus ojos abiertos. —¿Lupe? ¿Puedes moverte? —Un poco —susurra. La ayude a sentarse en la cama, me sorprendió verla así. Jamás la había visto en ese estado. Jamás pero jamás. Ella siempre estaba llena de luz y alegria, tan fuerte y extrovertida que verla así me dejó paralizada. En serio esta muy mal. Todo por el Idiota de Andrei. —¿Cómo está? —Luke entra a la habitación… se queda de pie viendo la escena. —Ayúdame a cargarla para llevarla al auto —le dije. Luke se acercó a ella, Lupe ni se inmutó, tenía la mirada perdida. Parecía un zombie. Luke la cargó así que salimos al coche. Gloria se había quedado a cuidar a Travis, ella también estaba muy preocupada por su amiga. Luke la sentó en el asiento trasero del coche, yo me senté con ella. Luke se dedicó a manejar. —Está muy mal —me dice—En el poco tiempo que llevo de conocer a Lupe jamás la había visto así.
El sol entraba tenuemente por la ventana del hospital, iluminando la habitación donde Amanda y Luke contemplaban a su recién nacida. Melody dormía plácidamente en sus brazos, tan pequeña y frágil que Amanda sentía que su corazón se derretía cada vez que la veía. Luke, sentado al borde de la cama, no podía dejar de admirarlas a ambas. Parecía que todo lo que habían pasado, cada lágrima, cada batalla, había valido la pena por este momento.—Es hermosa —susurró Luke, acariciando suavemente la diminuta mano de su hija.—Sí lo es… —respondió Amanda con una sonrisa, aunque su voz aún cargaba un leve cansancio del parto—. Pero nos falta algo importante: su segundo nombre.Luke la miró por un instante, como si estuviera pensando en algo muy profundo. Luego, con una chispa en sus ojos, dijo:—Quiero que se llame Valente.Amanda arqueó una ceja, sorprendida.—¿Valente? Es… inusual.—Sí, pero piensa en lo que significa —respondió él, con seriedad—. Nuestra niña es valiente. Mira todo lo que pasó
El amanecer apenas despuntaba, y el sol comenzaba a bañar la habitación con una cálida luz cuando el sonido insistente del teléfono despertó a Amanda y Luke. Amanda, adormilada, se estiró para contestar. Al ver el nombre de Nerea en la pantalla, sintió una mezcla de alivio y sorpresa.—¡Nerea! —exclamó con emoción, intentando no despertar a Melody, que dormía en su cuna cerca de ellos.—Hola, Amanda —respondió la voz de Nerea al otro lado de la línea, su tono más tranquilo de lo que Amanda había esperado—. Antes que nada, felicidades por tu bebé. Me contaron que es preciosa.—Gracias, Nerea. Estoy tan feliz de saber de ti. ¿Dónde estás? ¿Estás bien? —Amanda no pudo evitar que su voz se quebrara de emoción. Había sido demasiado tiempo sin saber de ella.Hubo una pausa, y Amanda notó un leve suspiro al otro lado.—Estoy en Mónaco —confesó Nerea, con un tono de voz que parecía cargado de emociones contradictorias—. Y, Amanda, hay algo que necesito decirte.Amanda se incorporó en la cama,
El día comenzó con un aire pesado para Luke, aunque el cielo estaba despejado y el sol brillaba con fuerza. Amanda seguía durmiendo plácidamente con Melody en brazos, pero Luke no podía relajarse. Había recibido una llamada temprano del hospital, y aunque intentaba mantenerse calmado, el tono del médico al hablarle lo tenía inquieto. Se vistió rápidamente y, sin despertar a Amanda, salió hacia la clínica.Al llegar, el médico lo esperaba en su oficina, con un expediente en la mano y un semblante serio. Luke tomó asiento frente a él, sintiendo cómo su corazón comenzaba a latir con más fuerza, irónicamente, por lo que estaba a punto de escuchar.—Luke, gracias por venir tan temprano —comenzó el médico—. Quería que reafirmáramos los resultados de tus exámenes.Luke asintió, sin decir nada. Había notado algunos problemas recientemente, como el cansancio constante y una sensación de opresión en el pecho, pero nunca pensó que fuera algo grave.—Tras analizar los resultados de tus pruebas ca