Estaba ahí, con el arma en el pecho de Luke, dispuesta a dispararle... pero por alguna extraña razón no podía. No me iba a convertir en una asesina solo por alguien que no vale la pena. Aunque en el fondo me esté muriendo del dolor. Bajé el arma y empecé a caminar por el túnel. —Necesito saber que todos están bien: Nerea, Lupe, Rita, Ginger... no quiero perder a ninguna persona que amo solo por tu maldita ambición —le dije. —Amanda... —Cállate, no quiero escucharte. Impostor, sabía que algo ocultabas. ¿Por que un tipo millonario querría reclamar una herencia si no le hacía falta? Aún no logro entender cómo es que lograste burlar al juez. —Amanda, no sabes toda la historia. —Y no quiero saberla. Lo único que quiero es salir de aquí y volver con los míos. Y tú... —le dije mirándolo—... no creas que vas a escapar, tienes una deuda con la justicia. Caminamos por el túnel un buen trayecto hasta llegar a la puerta. —Espera... iré a revisar si todo está en orden —me dice, abre la pue
—¡¿Cómo puedes decirme eso?! —golpeé su pecho—. Quiere decir que todo este tiempo me han visto la cara de idiota, jugaron con mis sentimientos. Lloré a Andrés como no tienes idea, y ahora me dices que no solamente está vivo, sino que también pertenece a la mafia.Caí de rodillas. Luke me tomó de las manos y me levantó.—Si te cuento todo esto no es para que te sientas mal, al contrario, sé fuerte y valiente como cuando te estaba conociendo, Amanda. —Intenta acariciar mi mejilla, pero le aparto la cara. No se me olvida que tiene un hijo con otra mujer.—Como sea, tú y Andrés me las van a pagar —trato de mantener la calma. Solo quiero salir y ver cómo están mis amigos, no quiero que por mi culpa les pase algo.—Puedes hacer lo que quieras con nosotros, pero por hoy te quedas acá y no saldrás. Me lo vas a agradecer. —Me di la vuelta y me dirigí a la cocina en busca de algo. Mi estómago rugía y, en parte, Luke tenía razón. No puedo dejar que mi bebé muera de hambre por mi orgullo.Me sorp
—¡Es suficiente! No quiero seguir escuchando tus estupideces! —me levanté, pero Luke me tomó del brazo y, esta vez, lo vi muy serio.—Claro que me tendrás que escuchar. Después de esto, si quieres, puedes seguir odiándome —me senté y solté un suspiro—. Sí, así como lo escuchas. Yo conocí a tu padre desde hace mucho tiempo. Cuando era tan solo un niño asustado por los maltratos de mis padres biológicos, sufrí tanto emocional como físicamente por culpa de esos desgraciados. Tu padre me rescató de esa miseria, pero a un costo muy elevado —se limpió otra lágrima—. Tu padre tenía muchos negocios sucios, entre ellos el narcotráfico, el lavado de dinero y también la venta de armas ilegales. Con eso empezó a crecer tanto económicamente, y claro, siempre manejó esa buena imagen ayudando al más necesitado, haciéndose pasar por un buen hombre. Pero la historia no termina así —yo estaba comiendo mi sándwich como si se tratara de una película de acción.—A Andrés Grayson no le bastó con la fortuna
—Ya podemos salir, todo está despejado. Me he asegurado de que no haya nadie rondando la casa —Luke me despertó después de haberme quedado dormida pensando en toda la historia de mi vida y en mi querido padre.—Está bien —me levanto con pereza. Pero la curiosidad me pica por saber cómo están los demás, especialmente Nerea. Luke estaba a un lado de la puerta, la abrió y extendió su mano.Afuera había un coche de color negro.—Te llevaré donde están tus amigos y familiares —el rostro de Luke parecía otro. Era serio, como si el Luke que había conocido anteriormente simplemente hubiera desaparecido y hubiera sido reemplazado por un Luke frío.—Gracias —subí al coche. Me coloqué el cinturón, aún llena de miedo por si los mafiosos aparecieran, pero Luke habló como si me hubiera leído la mente.—Tranquila, no va a pasar nada —aceleró el coche. Su mirada siempre fija en el camino decía mucho del cambio repentino de Luke.Miraba los árboles a través de la ventana, pensando en Luke y en lo que
Cuando entré saludé a Nerea y las demás, pero mi mente no dejaba de pensar en el. En lo que le pasaría. No quería dejarlo solo pero tampoco podía arriesgar al bebé. Tenía un dolor inexplicable en el estómago que no supe bien por qué. Tantas preocupaciones me causaban estrés. —Cariño, estás bien —Rita me abrazó—Jamás pensé que Andrés fuera capaz de hacer todo esto. Creí conocerlo pero veo que no fue así. Lo siento tanto, llora si quieres. No me pude contener más y lloré en los brazos de Rita, era la única mujer que me podía proteger… desde que soy pequeña lo ha hecho. Pero todo lo que Luke me contó sobre mi origen… sobre mis padres. Andrés me encontró en la calle, crecí allí y pase hambre, cosas feas… ¿por qué tenerme allí? ¿Por qué no llevarme con el de una sola vez? Tantas cosas que no entiendo. Y ahora Luke se ha ido y no se por que siento que debería estar con el. El día lo pasamos sentados en el sofá, escuchando las noticias sobre lo que pasaba en la isla. Habían varios ataques
Sus labios iban en sincronía con los míos. Mi cuerpo lo necesitaba tanto que no me pude resistir. —No puedo vivir sin ti —susurra entre el beso—No quiero tampoco. —Yo tampoco, Luke, no puedo estar sin ti un solo minuto —dije, jadeante. Mi corazón latía a mil por hora. Luke me quitó la camisa y me acarició los pechos. Estábamos a punto de tener sexo en el lugar menos esperado y en el momento menos oportuno pero no me importaba. Si iba a morir que sea de esta mejor manera. Lo prefiero así. Luke me acostó en el piso, me quitó mis pantalones y los dejó a un lado. Luke me penetró y me cubrió la boca para que los gemidos no se escucharan. Enterré mis uñas en su piel porque mis hormonas estaban muy alborotadas y tenía muchas ganas. Luke estaba igual. Lo besé con pasión mientras sentía sus penetradas. Entre gemidos, algunos golpes en el piso y besos apasionados Luke y yo tuvimos el orgasmo al mismo tiempo. Para terminar nos dimos un beso lento y suave. No puedo creer que hayamos hecho es
Ambos nos pusimos de pie, Andrés me tomó de la mano y me llevó hacia la puerta de salida. —¿Me explicaras todo? Porque estoy muy confundida, hay mucho caos en la isla y todos dicen que son mafiosos. No entiendo por qué. —le hice saber. —Creí que eras más inteligente, cariño, la mafia está buscándome por culpa de ese muchacho. El los puso en mi contra y ahora estamos en guerra. Necesito protegerte. Asentí. —Esta bien. Cualquier cosa también estoy preparada —le dije, enseñándole mi arma. Andrés sonrió. —Como siempre prevenida —me felicita—por algo te supe entrenar muy bien, porque sabía que cuando llegara un momento como este serías una hija ejemplar. Nos subimos al ascensor, siempre actuando. —Ahora cuéntame, ponme al día de todo lo que ha pasado por aquí. Quiero saberlo todo. He estado al tanto pero confío más en tus palabras para saber cómo es que los ineptos de mis abogados creyeron que tenía un hijo por otro lado. Salimos al estacionamiento seguido de sus hombres. Nos mon
Golpeé la puerta con fuerza, tratando de controlarme, mientras el eco de mis gritos retumbaba en la habitación vacía. La frustración me quemaba por dentro, la rabia mezclada con un miedo incontrolable. Sabía que Andrés podía ser cruel, pero nunca imaginé que su odio llegara tan lejos, ni que estuviera dispuesto a hacerme tanto daño.Caminé de un lado al otro, intentando pensar en una salida. La ventana estaba sellada y las paredes de la habitación parecían de concreto. Revisé cada esquina, cada centímetro, buscando alguna esperanza de escape, pero no había nada. Andrés había planeado esto meticulosamente; no iba a ser fácil salir de aquí.Entonces, recordé el celular en mi bolsillo. Con manos temblorosas lo saqué y, para mi sorpresa, aún tenía señal. Marqué el número de Luke, aunque sabía que sería peligroso si Andrés llegaba a oírme. Me cubrí con una manta y me acerqué al rincón más lejano de la puerta.—Luke… —susurré apenas al escuchar su voz del otro lado.—Amanda, ¿dónde estás? —