CAPÍTULO 61

—Cariño… —los ojos de Gianna se abrieron lentamente, pero ahora, mirando a la ventana de aquella habitación, pudo notar que la luz del sol entraba por la rendija.

—Mamá… —Bianca asintió acariciando su cabeza.

—Sí… ¿Cómo te sientes? ¿Tienes hambre?

Gianna se acomodó en la camilla, y puso el peso a su costado, para liberar su brazo hinchado.

—No tengo… —entonces intentó sentarse.

—No, no hagas eso… por favor hazme caso.

—Mamá… ¿Cuánto he dormido?

—Desde ayer en la noche…

—No… Yo necesito hablar con Enzo…

—Gianna… —Bianca puso una mano en su pecho—. Basta. ¿Quieres lastimar a tus bebés?

Entonces Gianna parpadeó mirándola.

Ninguno sabía que sus pequeñas eran niñas y ahora esta sorpresa, se había vuelto en una tragedia.

Cuando quiso llorar, sus ojos le ardieron, he incluso le costó que sus ojos se nublaran nuevamente.

—Por favor, dame agua.

Y Bianca se apresuró por pasarle un vaso con una pajilla para que ella tomara lo suficiente.

—Ahora, por favor, dime cómo está Enzo… quiero verlo.

Su m
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