Capítulo 34 El estremecimiento recorrió la piel de Cristopher, mientras Isabella detallaba largamente a Jane… o a la mujer que estuviera dentro de ella.El magnate solo pudo hacer un silencio, mientras esos ojos le inundaban el alma completa. Aquí estaba ella, con estos papeles, liberándolo de una carga muy pesada que había cargado por años.Y por supuesto que recordaba ese momento cuando la vio por primera vez, cuando sus ojos se encontraron y cuando no se la quitó de la cabeza después de eso. También recordó los gestos de Jane en su cuerpo, pero tampoco era mentira que pensar en la historia que estaba relatando era, literalmente, una locura.Él vio como su compañera le susurró alguna cosa en el oído, y… Alison asintió rápido, para comenzar a levantarse del asiento.—Yo debo irme… Mañana es posible que regresemos a nuestras vidas de nuevo y…—¿A dónde irás? —Cristopher se levantó muy rápido para interrumpirla.—Yo… es necesario que me vaya de New York… Ustedes conocen a Jane, quizás
—Es un tipo de sangre raro… —confesó el magnate después de un largo silenció y Alison asintió bastante conmovida, para luego alzar el rostro hacia él.—¿Crees que haya la posibilidad de que pueda ser su donante?El rostro de Cristopher palideció.—¿Harías esto? —preguntó asombrado, y Ali no titubeó por responder.—Por supuesto… pero, primero…—Claro… deben… cambiar…—Sí…El magnate suspiró masajeando su sien.—Es increíble… —Tomó la carpeta y la abrió—. Pero déjame decirte una cosa, no tienes que irte de New York, no voy a permitir que Jane te haga daño.Alison lo observó por un momento, y sintió que de alguna forma Cris estaba expresándole que ella le importaba.—Quisiera ir a mi casa… debo reunirme con Charlotte… Mañana por la noche, podré tener mi cuerpo, y realmente ya lo necesito.Cristopher asintió mientras ambos se levantaron.—Te llevaré…Salieron de la casa, mientras Ali sentía un silencio como ningún otro entre los dos, y a medida que iban llegando a su destino, su corazón l
El gran día había llegado.Alison se levantó, era sábado por la mañana y cuando se fue a la cocina, notó que Emma estaba preparando unos huevos revueltos, mientras el pan se tostaba con mantequilla.Pasó por su lado y se sirvió un poco de café mientras le dio los buenos días, y luego escuchó ese viejo sonido, que tenía su celular, que había dejado cargar toda la noche en una mesilla en su pequeña sala.—Ese aparato ha sonado desde hace rato… —Anunció Emma, mientras ella tomó su primer trago de café.Literalmente sus entrañas temblaban al imaginar que hoy sería el día en que quedaría libre de este sueño que definitivamente estaba marcando su vida, y dejando la taza en la encimera, se apresuró por revisar las notificaciones.No pudo evitar sonreír cuando leyó el primer mensaje.«Soy yo… tu deseo. ¿Podrás guardarme en tus contactos?» El mensaje era de anoche, junto con los demás que le seguían.«He pensado por mucho tiempo esto, me gustaría asistir al cambio, sin que Jane lo sepa» Ella
—Voy a estar esperándote… —Cristopher tomó el rostro de Alison mientras le dio un beso en la frente—. Estaré aquí… buscando estos ojos…Ali sonrió asintiendo hacia él, y sin tomar la distancia que aún los separaba, ella lo abrazó.—Gracias… yo…—¡Ali…! —Ambos se giraron cuando Emma llego a la habitación, que Charlotte le había dado a Cristopher para que se quedara durante el ritual—. Jane ha llegado…Su mandíbula se apretó, y devolviendo la mirada, Cristopher se despegó de él.—Es hora…—Claro, ve… —sus manos agarradas, poco a poco se fueron deslizando, y dando una última mirada, Alison sonrió para despedirse.Cris borró la sonrisa de su boca y comenzó a caminar por toda la habitación, solo queriendo observar lo que iba a pasar con esta situación… quedarse esperando solo lo volvería ansioso, pero no encontró otra forma para estar presente.—¿Cuánto crees que dure esto? —Alison escuchó a Jane sentada en uno de los sillones de la sala, mientras Charlotte terminaba de arreglar la mesa.Y
Alison abrió los ojos lentamente, mientras un bostezo inundó su boca.Parpadeó varias veces, y se removió en el sofá, mientras tomaba la manta y la subía a su pecho.El cabello castaño estaba encima de su pecho, y por inercia lo tomó enrollándolo en sus dedos mientras miraba al techo. No sabía qué hora era, y había dejado su móvil en el suelo, pero cuando decidió sentarse para ir por él, se detuvo en el intento, volviendo los ojos a sus mechones de cabello que estaba sobre sus brazos.Casi se cae del sofá cuando se dio cuenta de que ese era su cabello. EL SUYO.Sus manos, sus uñas cortas, sus piernas, y ese mismo pijama que Emma le había dado a Jane ayer por la noche, antes de irse a dormir a la habitación de Charlotte.Puso una mano en su boca para amortiguar su excitación, y no pudo evitar correr hacia al cuarto de baño, que quedaba al final del pasillo.Y sí… una amplia sonrisa se deslizó por su cara cuando se detuvo frente al espejo. No podía con la vibración de su cuerpo, ni con
Hubo un silencio cargado de mucha tensión, y presión. Ali podía ver que Cristopher miraba en la dirección de Jane, mientras esta respiraba con dificultad.Por un momento pensó que estaba en el punto de una crisis de histeria.—Cristopher… ¡He preguntado ¿qué es esto?! ¿Qué haces? ¿Por qué la tomas de las manos? —Jane se vino como una fiera, como si quisiera estrangular a Alison, pero el magnate se interpuso en su camino, e impidió que esas manos llenas de furia, la tocaran—. ¡Déjame! ¡Voy a matarte, maldit@! Me las vas a pagar…—¡¡¡Yaaa!!! —Cristopher la reprendió duramente y sacudió su cuerpo para que lo mirara a la cara—. Se terminó Jane, todo ha acabado… sé lo que pasó, sé que Alison fue quien estuvo este tiempo a mi lado… Lo sé todo…Jane parpadeó varias veces hacia Cristopher, y luego negó.—Y… ¿Esto que tiene que ver con sus manos juntas?, ¿A dónde ibas con ella? ¡Ella ya no está en mi cuerpo! Entonces, ¿Por qué ibas con ella? ¡Es una barrendera, maldit@ sea, una nadie…!Alison
Al siguiente día, Alison estaba en el laboratorio, mientras una enfermera estaba sacando varios tubos de sangre que necesitaba para hacer las pruebas.—¿Cree que tomará mucho tiempo? —preguntó ella con interés, entre tanto la mujer negó.—Es una prueba de HLA, ahora abre tu boca… —Alison la abrió y la enfermera pasó un hisopo largo por dentro de la mejilla—. Posiblemente, unos tres días, por la situación de urgencia… examinaremos la compatibilidad, y luego la llamaremos…Ali sonrió y luego dobló el brazo con el algodón para retener su sangre.Cuando salió al pasillo, pudo notar como Cristopher la esperaba, y sonrió al ver que ya estaba lista para buscar a Sam.—¿Cómo fue?—Muy fácil… aunque estoy nerviosa, quiero ser compatible, quiero… quiero serlo, Cris… —el magnate vino a abrazarla dejando un beso en su frente y luego sostuvo sus mejillas.—Lo serás… vas a ver que si…Ambos se llevaron a Samantha para ir a un restaurante y comer algo especial para ella, mientras Alison le explicó q
El timbre de llamada retumbó por toda la habitación, y las piernas entrelazadas entre Cristopher y Alison, se removieron para despegarse un poco.Había pasado una semana desde el momento en que el magnate tarjo a Alison a su casa, y desde que no la había dejado ir a ninguna otra parte además de sus brazos.Incluso ni siquiera habían ido a trabajar. Solo visitaron a Sam todas las tardes, asegurándose de que los llamaran tan pronto estuviesen los resultados. Aunque estos definitivamente estaban teniendo un retraso significativoIsabella estaba siendo clave para su especie de luna de miel, y ahora a cargo de la empresa, le estaba dando los días de descanso, que Cristopher necesitó desde hace mucho tiempo.—Es mi teléfono… —murmuró el magnate sentándose de golpe, tomando el móvil para cancelar la llamada, pero cuando se dio cuenta de que esta provenía de su nueva secretaria, deslizó el dedo para tomarla—. ¿Sí?Hubo un silencio largo y Alison puso su codo sobre la cama, cuando detalló que