El gran día había llegado.Alison se levantó, era sábado por la mañana y cuando se fue a la cocina, notó que Emma estaba preparando unos huevos revueltos, mientras el pan se tostaba con mantequilla.Pasó por su lado y se sirvió un poco de café mientras le dio los buenos días, y luego escuchó ese viejo sonido, que tenía su celular, que había dejado cargar toda la noche en una mesilla en su pequeña sala.—Ese aparato ha sonado desde hace rato… —Anunció Emma, mientras ella tomó su primer trago de café.Literalmente sus entrañas temblaban al imaginar que hoy sería el día en que quedaría libre de este sueño que definitivamente estaba marcando su vida, y dejando la taza en la encimera, se apresuró por revisar las notificaciones.No pudo evitar sonreír cuando leyó el primer mensaje.«Soy yo… tu deseo. ¿Podrás guardarme en tus contactos?» El mensaje era de anoche, junto con los demás que le seguían.«He pensado por mucho tiempo esto, me gustaría asistir al cambio, sin que Jane lo sepa» Ella
—Voy a estar esperándote… —Cristopher tomó el rostro de Alison mientras le dio un beso en la frente—. Estaré aquí… buscando estos ojos…Ali sonrió asintiendo hacia él, y sin tomar la distancia que aún los separaba, ella lo abrazó.—Gracias… yo…—¡Ali…! —Ambos se giraron cuando Emma llego a la habitación, que Charlotte le había dado a Cristopher para que se quedara durante el ritual—. Jane ha llegado…Su mandíbula se apretó, y devolviendo la mirada, Cristopher se despegó de él.—Es hora…—Claro, ve… —sus manos agarradas, poco a poco se fueron deslizando, y dando una última mirada, Alison sonrió para despedirse.Cris borró la sonrisa de su boca y comenzó a caminar por toda la habitación, solo queriendo observar lo que iba a pasar con esta situación… quedarse esperando solo lo volvería ansioso, pero no encontró otra forma para estar presente.—¿Cuánto crees que dure esto? —Alison escuchó a Jane sentada en uno de los sillones de la sala, mientras Charlotte terminaba de arreglar la mesa.Y
Alison abrió los ojos lentamente, mientras un bostezo inundó su boca.Parpadeó varias veces, y se removió en el sofá, mientras tomaba la manta y la subía a su pecho.El cabello castaño estaba encima de su pecho, y por inercia lo tomó enrollándolo en sus dedos mientras miraba al techo. No sabía qué hora era, y había dejado su móvil en el suelo, pero cuando decidió sentarse para ir por él, se detuvo en el intento, volviendo los ojos a sus mechones de cabello que estaba sobre sus brazos.Casi se cae del sofá cuando se dio cuenta de que ese era su cabello. EL SUYO.Sus manos, sus uñas cortas, sus piernas, y ese mismo pijama que Emma le había dado a Jane ayer por la noche, antes de irse a dormir a la habitación de Charlotte.Puso una mano en su boca para amortiguar su excitación, y no pudo evitar correr hacia al cuarto de baño, que quedaba al final del pasillo.Y sí… una amplia sonrisa se deslizó por su cara cuando se detuvo frente al espejo. No podía con la vibración de su cuerpo, ni con
Hubo un silencio cargado de mucha tensión, y presión. Ali podía ver que Cristopher miraba en la dirección de Jane, mientras esta respiraba con dificultad.Por un momento pensó que estaba en el punto de una crisis de histeria.—Cristopher… ¡He preguntado ¿qué es esto?! ¿Qué haces? ¿Por qué la tomas de las manos? —Jane se vino como una fiera, como si quisiera estrangular a Alison, pero el magnate se interpuso en su camino, e impidió que esas manos llenas de furia, la tocaran—. ¡Déjame! ¡Voy a matarte, maldit@! Me las vas a pagar…—¡¡¡Yaaa!!! —Cristopher la reprendió duramente y sacudió su cuerpo para que lo mirara a la cara—. Se terminó Jane, todo ha acabado… sé lo que pasó, sé que Alison fue quien estuvo este tiempo a mi lado… Lo sé todo…Jane parpadeó varias veces hacia Cristopher, y luego negó.—Y… ¿Esto que tiene que ver con sus manos juntas?, ¿A dónde ibas con ella? ¡Ella ya no está en mi cuerpo! Entonces, ¿Por qué ibas con ella? ¡Es una barrendera, maldit@ sea, una nadie…!Alison
Al siguiente día, Alison estaba en el laboratorio, mientras una enfermera estaba sacando varios tubos de sangre que necesitaba para hacer las pruebas.—¿Cree que tomará mucho tiempo? —preguntó ella con interés, entre tanto la mujer negó.—Es una prueba de HLA, ahora abre tu boca… —Alison la abrió y la enfermera pasó un hisopo largo por dentro de la mejilla—. Posiblemente, unos tres días, por la situación de urgencia… examinaremos la compatibilidad, y luego la llamaremos…Ali sonrió y luego dobló el brazo con el algodón para retener su sangre.Cuando salió al pasillo, pudo notar como Cristopher la esperaba, y sonrió al ver que ya estaba lista para buscar a Sam.—¿Cómo fue?—Muy fácil… aunque estoy nerviosa, quiero ser compatible, quiero… quiero serlo, Cris… —el magnate vino a abrazarla dejando un beso en su frente y luego sostuvo sus mejillas.—Lo serás… vas a ver que si…Ambos se llevaron a Samantha para ir a un restaurante y comer algo especial para ella, mientras Alison le explicó q
El timbre de llamada retumbó por toda la habitación, y las piernas entrelazadas entre Cristopher y Alison, se removieron para despegarse un poco.Había pasado una semana desde el momento en que el magnate tarjo a Alison a su casa, y desde que no la había dejado ir a ninguna otra parte además de sus brazos.Incluso ni siquiera habían ido a trabajar. Solo visitaron a Sam todas las tardes, asegurándose de que los llamaran tan pronto estuviesen los resultados. Aunque estos definitivamente estaban teniendo un retraso significativoIsabella estaba siendo clave para su especie de luna de miel, y ahora a cargo de la empresa, le estaba dando los días de descanso, que Cristopher necesitó desde hace mucho tiempo.—Es mi teléfono… —murmuró el magnate sentándose de golpe, tomando el móvil para cancelar la llamada, pero cuando se dio cuenta de que esta provenía de su nueva secretaria, deslizó el dedo para tomarla—. ¿Sí?Hubo un silencio largo y Alison puso su codo sobre la cama, cuando detalló que
Fue evidente ver los ojos rojos y coléricos de Jane cuando ambos llegaron. Alison quiso retirar la mano de Cris, pero él la retuvo como la primera vez.Los abogados allí en la oficina se levantaron, pero Jane no pudo mantener el control.—¡Los voy a arruinar… ya verán, esto no se quedará así…! —un montón de carpetas y papeles fueron a parar en el piso, pero Cris no se inmutó por el hecho, al contrario, abrió una silla para Alison y la instó a que se sentara.—Pensé que habías esperado una hora y media para que tus abogados vinieran a hacer una demanda…El magnate se sentó quitando unos botones de su chaqueta, mientras Ali, vio como la respiración de Jane aún seguía agitada.—Por supuesto que demandaré… tendrás que pagar mucho Cristopher, lo juro.El hombre asintió y miró a sus abogados.—Permítanme llamar a los abogados de la empresa antes de comenzar…—¡Me importa un carajo! Nada va a detener la demanda.—Señorita, Ambani… —uno de sus hombres la llamó, pero ella hizo caso omiso y pus
Alison estaba dando una carcajada ante el chiste que Cristopher compartía, en su primer almuerzo en la oficina, cuando el teléfono del magnate resonó de nuevo.—Bueno, estos son los contras de ser millonario… —Dijo Cris en forma de juego, para luego mirar la pantalla y cambiar de semblante—. Es del hospital…Alison limpió su rostro rápidamente y escuchó cuando Cristopher respondió.—¿Sí? ¿Qué? —Cristopher se levantó de golpe—. ¿Qué quiere decir con eso?Por un momento Alison sintió que su mismo corazón se detenía, pero la palidez en el rostro de Cris definitivamente le creo mucha incertidumbre.—Voy para allá… —la agitación podía escucharse en su voz, y después de que colgó la llamada solo pudo pronunciar: “Es Sam…”Alison tenía lágrimas en las mejillas mientras Cristopher manejaba a toda velocidad al hospital como un loco.Cuando ella escuchó con miedo que se trataba de Sam, pudo haber imaginado todo. Como que algo había fallado en su cuerpo, o que sencillamente no había sido compat