El timbre de llamada retumbó por toda la habitación, y las piernas entrelazadas entre Cristopher y Alison, se removieron para despegarse un poco.Había pasado una semana desde el momento en que el magnate tarjo a Alison a su casa, y desde que no la había dejado ir a ninguna otra parte además de sus brazos.Incluso ni siquiera habían ido a trabajar. Solo visitaron a Sam todas las tardes, asegurándose de que los llamaran tan pronto estuviesen los resultados. Aunque estos definitivamente estaban teniendo un retraso significativoIsabella estaba siendo clave para su especie de luna de miel, y ahora a cargo de la empresa, le estaba dando los días de descanso, que Cristopher necesitó desde hace mucho tiempo.—Es mi teléfono… —murmuró el magnate sentándose de golpe, tomando el móvil para cancelar la llamada, pero cuando se dio cuenta de que esta provenía de su nueva secretaria, deslizó el dedo para tomarla—. ¿Sí?Hubo un silencio largo y Alison puso su codo sobre la cama, cuando detalló que
Fue evidente ver los ojos rojos y coléricos de Jane cuando ambos llegaron. Alison quiso retirar la mano de Cris, pero él la retuvo como la primera vez.Los abogados allí en la oficina se levantaron, pero Jane no pudo mantener el control.—¡Los voy a arruinar… ya verán, esto no se quedará así…! —un montón de carpetas y papeles fueron a parar en el piso, pero Cris no se inmutó por el hecho, al contrario, abrió una silla para Alison y la instó a que se sentara.—Pensé que habías esperado una hora y media para que tus abogados vinieran a hacer una demanda…El magnate se sentó quitando unos botones de su chaqueta, mientras Ali, vio como la respiración de Jane aún seguía agitada.—Por supuesto que demandaré… tendrás que pagar mucho Cristopher, lo juro.El hombre asintió y miró a sus abogados.—Permítanme llamar a los abogados de la empresa antes de comenzar…—¡Me importa un carajo! Nada va a detener la demanda.—Señorita, Ambani… —uno de sus hombres la llamó, pero ella hizo caso omiso y pus
Alison estaba dando una carcajada ante el chiste que Cristopher compartía, en su primer almuerzo en la oficina, cuando el teléfono del magnate resonó de nuevo.—Bueno, estos son los contras de ser millonario… —Dijo Cris en forma de juego, para luego mirar la pantalla y cambiar de semblante—. Es del hospital…Alison limpió su rostro rápidamente y escuchó cuando Cristopher respondió.—¿Sí? ¿Qué? —Cristopher se levantó de golpe—. ¿Qué quiere decir con eso?Por un momento Alison sintió que su mismo corazón se detenía, pero la palidez en el rostro de Cris definitivamente le creo mucha incertidumbre.—Voy para allá… —la agitación podía escucharse en su voz, y después de que colgó la llamada solo pudo pronunciar: “Es Sam…”Alison tenía lágrimas en las mejillas mientras Cristopher manejaba a toda velocidad al hospital como un loco.Cuando ella escuchó con miedo que se trataba de Sam, pudo haber imaginado todo. Como que algo había fallado en su cuerpo, o que sencillamente no había sido compat
—¿Ali? Cristopher volvió a llamar… —Alison parpadeó un par de veces y luego se giró hacia su amiga Emma que la miraba con un poco de preocupación.Sentía sus ojos demasiado pesados e hincados, y después de todo un día de brusquedad, aún no sabían nada de Jane, y mucho menos de Sam.Se había quedado después que a Cristopher lo llamó la policía, a ella por supuesto requirieron hacerle más análisis de sangre, aunque ya sabían que era totalmente compatible con Sam.Por un momento se preguntó si esto de verdad era cierto, y al instante se dio cuenta de que Sam había corrido su misma suerte, dando con Cris en un momento de su vida… era demasiado para soportar… ¿Cuántos niños más esa mujer había abandonado?—¿Ali? —ella se giró hacia Emma.—Te escucho…—Él viene para acá… en unos minutos…Alison asintió y luego se levantó del enorme sofá dentro de la casa principal de Cristopher, donde había compartido su felicidad durante estos últimos días.Quien iba a imaginar que en estos mismos lugares
—¿Ali? Cristopher volvió a llamar… —Alison parpadeó un par de veces y luego se giró hacia su amiga Emma que la miraba con un poco de preocupación.Era de madrugada cuando el teléfono de Cris resonó por la habitación, había dejado un tono alto, todo por si había una llamada de último momento.Cris se levantó dejando a Ali a un lado, y restregando sus ojos se apresuró en tomar la llamada.—¿Sí? —hubo un silencio largo de la otra parte, y frunciendo su ceño, se levantó—. ¿Aló?—Nunca fue mi hermana… no tengo por qué compadecerme de ella… —el corazón se puso en su garganta, y apretó el teléfono reprimiendo todo lo que quería decirle a Jane—. Tú sabes que ella me robó muchas cosas… y ahora, esta noticia… no puedo permitirlo…Cristopher tomó el aire, y miró la hora en el reloj digital. Eran las 4:15 am, era más que evidente de que Jane no estaba bien psicológicamente.—Jane… —él apretó con paciencia—. Ella es solo una niña… nada de lo que pasó con tus padres, es culpa de Sam…—Yo tampoco te
Cuando Cristopher estaba saliendo de la estación de policía, con los oficiales detrás de él, recibió otra llamada, del mismo número del cual Jane lo había llamado momentos atrás.Eran las 5 de la mañana, y la carretera se le hacía infinita, para llegar a ese hotel que marcaba la ubicación de GPS.—Jane… —él respondió desde sus manos libres.La policía le había dicho que se quedarían a unos 500 metros antes del destino, y tratarían de llegar lo más camuflajeados posible. Él tenía que hacer tiempo con Jane, y soportar al menos unos 15 minutos para distraerla.Le habían asegurado que los cargos por rapto de menores eran bastante serios, y aunque ella fuera su hermana en los papeles, la demanda podría aumentar de unos 8 a 10 años. Sumado a las intensiones que tuvo para realizar tal acto.—Cristopher… ¿Por qué has demorado tanto? —él pensó rápido cuando la voz agitada de Jane llegó.—Anoche estaba en casa de Isabella… estaba terminando unos asuntos de la empresa.Esto era suficiente, Isab
Los días siguientes fueron realmente largos, cansados y… frustrantes.Sam recibió algunas transfusiones, tenía la hemoglobina muy baja, y había pescado una virosis que para ella era fatal.Había pasado una semana y media desde el momento en que fue raptada, y como todos los días posteriores, era sagrado que Alison y Cristopher estuvieran en la clínica para cuidar de ella sin despegarse un solo minuto.Incluso Alison se quedaba a dormir con ella, mientras Helena cada nada se disculpaba por el descuido.Ali tampoco había podido hablar con ella. Samanta nunca estuvo tan débil como en estos momentos, y para completar solo la alimentaban por la vena. Así que no había sido posible escuchar su dulce voz.—Ella es fuerte… va a salir de esto… el médico dijo que en unos días, si ella mejora, podemos continuar con la transfusión…Alison levantó la mirada hacia Cristopher, que estaba del otro lado de la cama, mientras ella besaba una manita de Sam.—¿Puedo? ¿Puedo pedirte algo?—Lo que quieras… —
—¿Qué te parece? —Sam caminó despacio mientras le quitaban la venda de los ojos, y al mismo tiempo, entrando a su enorme habitación rosa con lila, que habían preparado desde hace meses para cuando ella por fin saliera de la clínica.Tanto Cristopher como Alison pudieron ver el puchero de Samanta, y con eso comprobaron que la sorpresa la había hecho muy feliz.—¡Es la habitación más bonita de todas! ¡Gracias, Ali! —Cristopher carraspeó y se cruzó de brazos, demostrando los celos—. Tú también… eres el mejor hermano de todos…El magnate se agachó para recogerla en sus brazos, y luego le besó las mejillas.—Pero no te acostumbres mucho, recuerda de lo que te hemos hablado…Sam asintió sabiéndolo todo. Hace un par de meses en el hospital se había enterado de que, por un milagro del cielo, ahora tenía una hermana de verdad, aunque no entendía cómo Ali no lo era de Jane.Algunas cosas no estaban muy claras para ella, pero no podía hacer muchas preguntas cuando todo parecía ir bien con su vid