—¿A la playa? —Ali asintió en su auto, el sábado por la tarde, cuando estaban estacionando en el hospital donde se encontraba Samantha.—Me gustaría llevarla al menos por un día… y según el tiempo, mañana será un día estupendo… Coney Island Beach… sería el mejor lugar, sé que está unos 5 kilómetros de aquí, pero, no es tan lejos…—¿Cuándo pensaste esto? —Cristopher apagó el motor y se giró un poco hacia Alison.En este día ella parecía muy fresca, con un vestido corto suelto y unas sandalias bajas que la hacían ver mucho menor de lo que era. Jamás había visto a Jane de esta forma o en esta faceta despreocupada, y aunque había quedado con Benjamín para discutir el tema que no lo dejaba vivir, simplemente no podía despegarse de ella, o pegarse a sus planes.—Bueno… Helena me ha comentado sobre algunos resultados de Sam… —su rostro alegre se había arropado por una sombra oscura, y Cristopher sabía muy bien el estado de Samantha.Así que asintió para que ella prosiguiera.—Siento que… ell
El helicóptero aterrizó en una playa privada, propiedad de Cristopher, cerca de Coney Island Beach, para que Samantha no se sintiera incómoda, porque a veces tenían que proporcionarle oxígeno, y las marcas de su piel definitivamente iba a llamar la atención de otros niños.Por eso había preferido la privacidad.Todo su equipo se ocupó de dejar sus cosas en la cabaña lujosa frente al mar, y unas mujeres se encargaron de la comida especial de la niña y de los que estarían presente durante el día de la playa.En ninguno de los sueños de Ali pudo imaginar vivir dentro de todo esto, y mirando a Samantha que estaba jugando con la arena, solo pudo sentir un embargo en su corazón, porque no eran las cosas lo que extrañaría. Cristopher pudo ver como los ojos de Jane brillaban mirando a Sam y podía jurar que dentro de toda la alegría que exteriorizaba, había algo triste en ella por alguna causa.—¿Te encuentras bien…? —tocando su codo, se sentó en la arena, mientras una sombrilla grande les da
—Has sido tú, Jane…Ali abrió muchos los ojos sin entender su respuesta, pero antes de que se precipitara a decir alguna cosa, los dedos se Cristopher vinieron a su boca.—Sé que muchas cosas nos separan; las mentiras, engaños, incluso llegué a sentir odio por ti… no he podido entender por qué te obsesionaste de repente por esta relación, y estuve confundido mucho tiempo… aborreciéndote. Tu condición, y el que jugarás con la salud de mi padre, terminó por joderlo todo, aquella parte mínima de aprecio que sentía por ti, se esfumó, e incluso que fueras a la empresa solo a vigilarme hizo que te viera como el enemigo. No quería tenerte en mi vida, ni a mi vista…Alison lo miró por mucho tiempo totalmente conmocionada, esta mujer estaba loca sin duda alguna, y esperaba que Christopher nunca se casara con ella.—Christopher… —Ella trató por todos los medios de decirle alguna cosa sin importar qué, pero él parecía decidido a continuar.—Escúchame… —Cris tomó su rostro y luego alzó su barbill
—Cris… déjame un momento con tu hermano, por favor —Cristopher abrió sus ojos entre asombrado y un poco lleno de rabia por su petición, pero Jane tomó su mano indicándole que necesitaba hacer esto.—¿Jane…? ¿Por qué? —Cristopher se veía algo decepcionado.—Te juro que después de esto, hablaremos, debo decirte algunas cosas importantes, recuerda que te lo dije ayer.Él asintió con reticencia, y dando dos pasos atrás, salió del salón sin mirar atrás.Tomando el aire, Ali se giró hacia Oliver, y luego le indicó que se sentara. —¿A qué clase de juego estás jugando, Jane? —Preguntó el hombre sin un ápice de emoción en su rostro—. Debo decirte que me dejas con la boca abierta, tu actuación de ayer, ha sido de aplaudir, incluso te veías conmovida y todo cuando no te importó acostarte conmigo en cada oportunidad que se presentó en todo este tiempo.Alison pasó un trago ante la información, pero se dijo a sí misma que debía ser paciente.—Dijiste… dijiste que me has ayudado para engatusar a C
—Señorita, Ambani…—Siéntese, por favor… —el abogado se sentó colocando su maleta encima de la mesa, y se acomodó la chaqueta para mirar fijamente a su feje.—¿En qué puedo ayudarla?—Quiero disolver un trato firmado… ¿Es necesario tener el documento anterior?El abogado juntó sus manos, y luego preguntó.—Primero me gustaría saber de qué se trata, señorita Ambani.Tomando el aire, Ali comenzó a explicar con el detalle el procedimiento, sin darle tanto énfasis al motivo de las firmas. Y cuando terminó el relato se apresuró por dejar claro un punto importante.—Esto no puede salir de aquí, señor Smith…Él negó rápidamente.—No se preocupe, tiene mi confidencialidad absoluta… ahora, sí es necesario el documento anterior, y las firmas de los tres involucrados. Le sugiero que después de que firmen, ir a legalizar el documento para hacerlo legal.Alison apretó los dientes y afirmó.—¿Puedo contar con usted?—Por supuesto, cuente con mi discreción…—Gracias, después de que tenga todo, lo ll
Cuando Alison caminó en dirección del auto de Cristopher, no pudo evitar suspirar, al verlo como un hombre común recostado a su auto, esperando su cita impaciente.Por supuesto, Cris no era nada ordinario, ni siquiera el 80 por ciento de la población podría costear su auto, y el traje que tenía puesto, pero lo que verdaderamente llamaba la atención de su persona, era esta mirada encantadora, y esta sonrisa genuina que estaba esbozando ahora para ella.«Para mí», pensó Ali mientras su corazón golpeaba fuertemente su pecho. Había una mezcla en su alma. Tenía una enorme felicidad, pero a la vez una gran tristeza que dañaba todo el resto.—Te ves hermosa… —ella sonrió cuando llegó a su sitio.—Tú no te quedas atrás…Los dedos de Cris vinieron a tomar sus labios, y sin pensarlo dos veces, besó con hambre su boca.Ella lo rodeó con ambos brazos, y se pegó a él solo para amortiguar todo lo que quería explotar dentro de ella, y en cuanto se separaron en plena calle, Ali solo pudo parpadear va
Cristopher abrió los ojos lentamente cuando el sonido de su alarma digital, resonó por toda su oscura habitación.Después de que apagó el sonido, se quedó observando a Jane que aún dormía totalmente desnuda en su cama.Si esto hubiese sucedido un mes atrás, simplemente hubiese pensado que se había vuelto loco, y que perfectamente estaba envuelto en una pesadilla.Cuando la veía así, sin que sus ojos se contaran con los de él, este miedo, y esta sensación volvía a golpearlo dentro de su pecho, diciéndole todo el tiempo que estaba cometiendo un error muy grande. Pero en cuanto ella posicionaba sus ojos con los de él, le hablaba y era tan dulce, a él simplemente se le olvidaba todo.¿En qué momento se había olvidado del caos en el que Jane lo había metido? Y ¿En qué momento se estaba empezando a enamorar de ella?Apretó su mandíbula recordando a Isabella y las lágrimas en sus mejillas cuando, discutiendo, le pidió que no cometiera el peor error de su vida. Pero ¿Cómo le explicaba que est
Alison se puso firme cuando la mirada de Leila era asesina, y bajando los ojos a su maleta, se dio cuenta de que, llevaba cosas como si se estuviese yendo del lugar.—Que esté muy bien… señora Ambani… disfrute mientras pueda hacerlo…Alison parpadeó varias veces, y se hizo a un lado cuando la mujer pasó con rapidez a punto de empujarla, y vio como hundió de prisa los botones del ascensor, para desaparecer cuando las puertas se cerraron.Tomó una fuerte aspiración, luego se dirigió a su oficina para tomar su teléfono, y comprobar un mensaje de texto que estaba en las notificaciones.“Los papeles están listos, señorita Ambani, los he enviado a la dirección que me pasó”Un peso menos fue quitado de sus hombros, y no esperó para hacer una llamada rápida a Paul.—¿Paul? —preguntó cuándo la llamada fue contestada.—Señorita Ambani…—Por favor, búscame en media hora, estamos a punto de finalizar la jornada…—Por supuesto, estaré esperándola afuera…Ali finalizó la llamada y tecleó un mensaje