—Has sido tú, Jane…Ali abrió muchos los ojos sin entender su respuesta, pero antes de que se precipitara a decir alguna cosa, los dedos se Cristopher vinieron a su boca.—Sé que muchas cosas nos separan; las mentiras, engaños, incluso llegué a sentir odio por ti… no he podido entender por qué te obsesionaste de repente por esta relación, y estuve confundido mucho tiempo… aborreciéndote. Tu condición, y el que jugarás con la salud de mi padre, terminó por joderlo todo, aquella parte mínima de aprecio que sentía por ti, se esfumó, e incluso que fueras a la empresa solo a vigilarme hizo que te viera como el enemigo. No quería tenerte en mi vida, ni a mi vista…Alison lo miró por mucho tiempo totalmente conmocionada, esta mujer estaba loca sin duda alguna, y esperaba que Christopher nunca se casara con ella.—Christopher… —Ella trató por todos los medios de decirle alguna cosa sin importar qué, pero él parecía decidido a continuar.—Escúchame… —Cris tomó su rostro y luego alzó su barbill
—Cris… déjame un momento con tu hermano, por favor —Cristopher abrió sus ojos entre asombrado y un poco lleno de rabia por su petición, pero Jane tomó su mano indicándole que necesitaba hacer esto.—¿Jane…? ¿Por qué? —Cristopher se veía algo decepcionado.—Te juro que después de esto, hablaremos, debo decirte algunas cosas importantes, recuerda que te lo dije ayer.Él asintió con reticencia, y dando dos pasos atrás, salió del salón sin mirar atrás.Tomando el aire, Ali se giró hacia Oliver, y luego le indicó que se sentara. —¿A qué clase de juego estás jugando, Jane? —Preguntó el hombre sin un ápice de emoción en su rostro—. Debo decirte que me dejas con la boca abierta, tu actuación de ayer, ha sido de aplaudir, incluso te veías conmovida y todo cuando no te importó acostarte conmigo en cada oportunidad que se presentó en todo este tiempo.Alison pasó un trago ante la información, pero se dijo a sí misma que debía ser paciente.—Dijiste… dijiste que me has ayudado para engatusar a C
—Señorita, Ambani…—Siéntese, por favor… —el abogado se sentó colocando su maleta encima de la mesa, y se acomodó la chaqueta para mirar fijamente a su feje.—¿En qué puedo ayudarla?—Quiero disolver un trato firmado… ¿Es necesario tener el documento anterior?El abogado juntó sus manos, y luego preguntó.—Primero me gustaría saber de qué se trata, señorita Ambani.Tomando el aire, Ali comenzó a explicar con el detalle el procedimiento, sin darle tanto énfasis al motivo de las firmas. Y cuando terminó el relato se apresuró por dejar claro un punto importante.—Esto no puede salir de aquí, señor Smith…Él negó rápidamente.—No se preocupe, tiene mi confidencialidad absoluta… ahora, sí es necesario el documento anterior, y las firmas de los tres involucrados. Le sugiero que después de que firmen, ir a legalizar el documento para hacerlo legal.Alison apretó los dientes y afirmó.—¿Puedo contar con usted?—Por supuesto, cuente con mi discreción…—Gracias, después de que tenga todo, lo ll
Cuando Alison caminó en dirección del auto de Cristopher, no pudo evitar suspirar, al verlo como un hombre común recostado a su auto, esperando su cita impaciente.Por supuesto, Cris no era nada ordinario, ni siquiera el 80 por ciento de la población podría costear su auto, y el traje que tenía puesto, pero lo que verdaderamente llamaba la atención de su persona, era esta mirada encantadora, y esta sonrisa genuina que estaba esbozando ahora para ella.«Para mí», pensó Ali mientras su corazón golpeaba fuertemente su pecho. Había una mezcla en su alma. Tenía una enorme felicidad, pero a la vez una gran tristeza que dañaba todo el resto.—Te ves hermosa… —ella sonrió cuando llegó a su sitio.—Tú no te quedas atrás…Los dedos de Cris vinieron a tomar sus labios, y sin pensarlo dos veces, besó con hambre su boca.Ella lo rodeó con ambos brazos, y se pegó a él solo para amortiguar todo lo que quería explotar dentro de ella, y en cuanto se separaron en plena calle, Ali solo pudo parpadear va
Cristopher abrió los ojos lentamente cuando el sonido de su alarma digital, resonó por toda su oscura habitación.Después de que apagó el sonido, se quedó observando a Jane que aún dormía totalmente desnuda en su cama.Si esto hubiese sucedido un mes atrás, simplemente hubiese pensado que se había vuelto loco, y que perfectamente estaba envuelto en una pesadilla.Cuando la veía así, sin que sus ojos se contaran con los de él, este miedo, y esta sensación volvía a golpearlo dentro de su pecho, diciéndole todo el tiempo que estaba cometiendo un error muy grande. Pero en cuanto ella posicionaba sus ojos con los de él, le hablaba y era tan dulce, a él simplemente se le olvidaba todo.¿En qué momento se había olvidado del caos en el que Jane lo había metido? Y ¿En qué momento se estaba empezando a enamorar de ella?Apretó su mandíbula recordando a Isabella y las lágrimas en sus mejillas cuando, discutiendo, le pidió que no cometiera el peor error de su vida. Pero ¿Cómo le explicaba que est
Alison se puso firme cuando la mirada de Leila era asesina, y bajando los ojos a su maleta, se dio cuenta de que, llevaba cosas como si se estuviese yendo del lugar.—Que esté muy bien… señora Ambani… disfrute mientras pueda hacerlo…Alison parpadeó varias veces, y se hizo a un lado cuando la mujer pasó con rapidez a punto de empujarla, y vio como hundió de prisa los botones del ascensor, para desaparecer cuando las puertas se cerraron.Tomó una fuerte aspiración, luego se dirigió a su oficina para tomar su teléfono, y comprobar un mensaje de texto que estaba en las notificaciones.“Los papeles están listos, señorita Ambani, los he enviado a la dirección que me pasó”Un peso menos fue quitado de sus hombros, y no esperó para hacer una llamada rápida a Paul.—¿Paul? —preguntó cuándo la llamada fue contestada.—Señorita Ambani…—Por favor, búscame en media hora, estamos a punto de finalizar la jornada…—Por supuesto, estaré esperándola afuera…Ali finalizó la llamada y tecleó un mensaje
Cuando Paul se detuvo frente a un edificio grande y lujoso en una parte ajetreada de New York, Alison miró hacia arriba, sin saber qué hacer a continuación.—Creo que lo llamaré… —dijo en susurro, pero no obtuvo una respuesta de Paul.Marcó el número de Oliver, y al segundo tono, él tomó la llamada.—¿Llegaste?—Sí, estoy abajo… te esperaré aquí…Hubo un silencio de la otra parte, pero luego lo escuchó decir.—Jane… no voy a atacarte… puedes subir.—Dijiste que ibas de salida, puedo esperar aquí abajo, además, debo ir al hospital con Cristopher… por favor, Oliver, no demoremos esto.Ella pudo escuchar como el suspiro salió de su boca, y cerró los ojos para que ese hombre no complicara más las cosas.—Bien… voy saliendo… —su mandíbula se apretó tanto que le dolió.—Gracias…Al finalizar la llamada, abrió la puerta, dejó la carpeta dentro y estiró las piernas.La tarde estaba terminando y quería aprovechar el tiempo que le quedaba con Cris y Samantha.Estaba ajustando su chaqueta porque
Cristopher tiró los papeles que estaba leyendo en la mesa, y se quitó la chaqueta para dejarla en el sofá. Se sentía sofocado, tanto que incluso había pasado en vela toda la noche, sin poder dejar de pensar, sin poder quitar ese fastidio en su pecho, y el dolor que le había causado nuevamente Jane junto a su hermano. Sus manos se hicieron en un puño mientras negó. No podía creer que aun y con todo lo que había pasado, hubiese podido confiar en una mujer como ella. Apretó su mandíbula cuando recordó verla a los ojos, y su obstinación lo golpeó más fuerte cuando, en medio de la situación, deseaba creerle. Deseaba haber podido escucharla, porque esta agonía era peor que su rabia que explotó haciéndole perder el sentido. Se dio la vuelta. No podía trabajar así, no quería hacerlo, y no lo haría. Caminó rápidamente hacia la salida con la mente perdida, solo pensando que quería ir a casa y dormir por muchos días para no pensar. Quería olvidarse de todo, incluso de que su padre tenía u