PREFACIO.
Cuando la princesa Maia estaba por cumplir sus doce años, salió al bosque a escondidas de su padre "Alisan" el rey de los leones, quien era sobreprotector con su pequeña cachorra.
Ese día, mientras corría, sintió por primera vez una fuerte necesidad de transformarse dejando salir a sus bestias interna y por ser híbrida no se daba cuenta de que en vez de salir por separadas sus bestias se fusionaron entre sí convirtiéndose en un espécimen sumamente extraño, única en su clase, su parte león y conejo se mezclaban siendo un animal de gran tamaño.
Los ojos eran de dos colores diferentes: uno azul grisáceo y el otro amarillo como el ámbar. Con la cola esponjosa en vez de rabo y con las orejas largas, teniendo las demás partes del cuerpo de León, porque es la bestia que más predomina en ella.
En ese mismo lugar estaba la pantera negra; quien solía salir por esos lares a cazar por sí sola, pero más que cazar algunas presas, siempre se mantenía cerca de esa manada para vigilar al rey león, a quien le buscaba una debilidad para empezar su guerra en contra de ese ser que ha provocado mucho desastre a los de su clase. Tras ver la transformación de la princesa de su enemigo por ley natural, le causó gracia y a la vez una idea llegó a su mente, esa de utilizar a la princesa para despertar la incertidumbre en el rey león a la vez que molestaba a la pequeña impulsiva.
La dejó acercarse y se mantuvo oculto en un área del bosque, sin embargo, pensó que estando en su estado animal no podría hablar con ella, ya que no comparten una conexión, así que de ese modo volvió a su estado humano para por primera vez en miles de años darse a sentir.
Se acercó sigilosa tal cual su naturaleza a pasos lentos, pero precisos y estando cerca le dijo: —La princesa de los leones es un encaste raro, una mestiza con una liga extremadamente extraña—, la cachorrita se detuvo tras escuchar esa voz tan profunda que la hizo sentir asustada por un breve instante; sin embargo, lo que pretendía la pantera era dejar que la princesa sea testigo de su existencia para que el rey Alisan sepa que no estaba solo dominando como el rey de la selva, que a pesar de sus malos intentos otras especies existían aunque en pleno peligro de extinción y que por esa y muchas más razones lo odiaban.
Con sus receptores altamente sensibles, Maia pudo oler su esencia y como digna princesa volvió a su estado humano para retarlo; — es de ruin, esconderse tras los árboles, debes salir a luchar contra mí, pantera cobarde—, dijo en voz fuerte sin importar su desnudez porque estos felinos cuando huelen el peligro no le importan nada más que acabar con sus adversarios. Nunca antes la pequeña se había topado con una pantera, pero lo supo identificar sin mucho esfuerzo, cosa que a Lars lo hizo tensarse sintiendo que esa cría era demasiado fuerte.
«Digna hija de su madre» pensó sintiendo molestia porque al rey león le estaba tocando tener cosas buenas cuando en el pasado era un ser despreciable que mataba a su propia gente, incluso asesinó a toda una reserva de leopardos porque no quisieron aceptar ser sus súbditos.
—No me ves pequeña, estoy a tu lado—, se echó a reír mientras tocaba un mechón del cabello de Maia, quien no lo podía ver porque él ciertamente ya se le había acercado usando unos de sus mejores poderes: el de camuflarse usando como medio la naturaleza.
—Eres una cachorra valiente, porque sabiendo que será fácil para mí matarte, aun así, tienes la osadía de retarme—. La desafiaba conociendo que la pequeña era rebelde, puesto que, según sus cálculos, la princesa iría a por él tras sentirse humillada. Maia lo buscaba, desesperada giraba la cabeza para ambos lados tratando de ver algún reflejo o de volver a percibir su esencia, no obstante, la pantera ocultaba su aroma conociendo la intención de la fierecilla que gruñía queriendo iniciar una lucha y eso en vez de causar enfado le producía gracia.
—Te buscaré y te daré caza. — Eso más que una amenaza sonó como promesa y Lars se carcajeó emocionado porque había logrado más de lo que pensó. Las carcajadas se escuchaban más y más lejos a medida que Lars se alejaba.
«En el futuro tú vendrás a mí, en ese momento tomaré venganza y será muy satisfactoria»
Narra Maia.Seis años habían pasado después de aquel día que le expliqué a mi padre que vi a una pantera que se burló de mí; al principio él me creyó, pero luego mi padre Alisan dejó de buscar, a pesar de mi insistencia no encontró rastro alguno de que otros felinos aparte de nosotros los leones, existieran en el mundo y pues no estoy de acuerdo con su teoría, aún sigo insistiendo porque sé que no fue producto de mi imaginación, recuerdo haber hablado con esa pantera y aunque no vi al dueño de esa voz que aún suena en mi mente como si estuviera grabada, sé que él existe, lo pude reconocer por su aroma.Pero lo que más me molestó de esa pantera fue la manera que se mofó de mí, s
Narra Lars.Las cosas para mí habían resultado mejor de lo esperado, pues resulta que la pequeña princesa es bastante impulsiva, y le está dando serios dolores de cabeza al león que dice ser rey y está siendo burlado por su propia mocosa que se esconde bajos sus narices y ni siquiera lo ha notado porque según tengo entendido ha enviado por ella incluso a Rusia.*Que tonto es* se burla Maj mi pantera.*Así es Maj, bastante, ya verás como pronto lo veremos llorar lágrimas de sangre al rey de la selva, * escuché la risa de mi querido amigo y compañero que siempre ha estado fiel a mí en todas mis decisiones.*Será grato verlo maullar como gatito adolorido* siguió burlándose y yo me un&i
Narra Maia.En cuanto lo vi sentí como si lo conociera de algún lugar; pero era imposible, de donde lo podría conocer, él es humano y no suelo compenetrar mucho con ellos, sin embargo, algo dentro de mí me deja saber que esté, es diferente, incluso su tamaño lo es, es muy grande, su cuerpo está lleno de músculo que por alguna y rara razón parece que no es trabajado, es como si naturalmente ese fuera el molde de su anatomía.Traté de oler para ver si percibía algún aroma, en especial porque me sentí atraída por él: ese hombre es sumamente hermoso, tanto como lo es su arrogancia y presunción.*No es nuestro mate, creo que debemos irnos, * me dijo mi bestia coneja y al igual que ella pensó lo mismo, pero no me
Narra Lars.Le di indicaciones a Camilo para que tratara a la princesita engreída como se merece y él, encantado, aceptó, es incómodo tener que ocultar nuestros poderes por el simple hecho que esa híbrida está cerca y me enfada saber que me limito a tanto por ella.Debíamos comportarnos como humanos comunes para que ella no se diera cuenta de lo que somos y no se lo comunicara a su padre; no puedo correr ese riesgo hasta que encuentre la manera de anularle los poderes porque antes de matarla me daré el placer de mortificar al león, jugando con su amor de padre.Me quedé esperando a que Fer regresé y de paso empecé a revisar varias carpetas con unas fotos de varias joyas muy costosas que me vendrían bien si quiero seguir aumentando mi fortuna. Trata
Narrador.Lars vio las miradas de sus hombres como sin decirse una sola palabra ni siquiera por medio de la conexión mental, se dejaban claro que debían matar a Maia.— No deben lastimarla, simplemente le darán un susto, solo yo puedo asesinarla, — todos se miraron entre sí y él volvió a decir con voz autoritaria, — ¿Entendido?, — ellos asintieron de acuerdo, sabían que no debían provocar a Lars porque él lo mataría sin temblarle el pulso si tan solo hicieran lo contrario.Ellos fueron en busca de Maia encontrándola en el baño riendo de cada palabra que decía Ana en medio de su ebriedad.—Ese humano tonto no sabe que eres intensa, así que le costará muc
Narrador.Maia estaba atenta queriendo escuchar algo fuera de la habitación, pero no lo lograba percibiendo un silbido bastante molesto que zumbaba en sus oídos y le hacían doler los tímpanos.— Pero ¿qué rayos?, tiene esto — preguntó hablando sola, ya que Ana seguía dormida.Estaba muy inquieta, no le gusto saber que ese hombre que estaba al lado de Lars es un sobrenatural, que por alguna razón ilógica desconoce; sin embargo, no es que le preocupe Lars, sino lo que esté pretende al estar cerca de ellas, más porque fueron emboscadas por unos hombres iguales a él y en ningún momento los defendió, cuando mágicamente Lars siendo un humano pudo hacerle frente. Narrador.Alisan sintió la esencia de Maia y envió a varios guerreros por ella, pero estos no encontraron más que su aroma en ese bar, y nuevamente con los ánimos por el suelo regresaron a la manada, ya estaban cansados de lo mismo, cada vez que tenían una nueva pista de la pequeña princesa cuando llegaban no era nada; sin embargo, Egan estaba pensativo y no dijo nada hasta que llegó junto a su rey.—Esa pequeña, hará que me salgan canas verdes— dijo Nadia en cuanto vio a los guerreros llegar sin Maia.Trató de comunicarse con ella mediante la conexión que poseen y nada, incluso, sintió extrañez porque no la sentía, como los días anteriores que de una manera inexplicable podía sentir a sus bestias, aunque Maia no leENGAÑADO.
Narra Maia.Debía mantenerme alejada del humano que quería su pago y junto a Ana decidimos mantenernos dentro de la habitación con tal de no verlo, rogando a la madre naturaleza a que él se le olvide dicho pago.«No estoy dispuesta a darle ningún pago» pensé mirando por la única ventana que tiene este aposento.—Maia, estoy cansada de esto, volvamos a casa, por más que lo evites tendrás que acostarte con él, ya quiere su pago, viste lo furioso que se puso—, me aconseja Ana, cómo siempre asustada.—¿Sabes lo que nos espera a ambas si regresamos a casa?, — ella movió la cabeza afirmando, — estaremos encerradas, no se sabe por cuánto tiempo, tal vez n