Narra Maia.
Debía mantenerme alejada del humano que quería su pago y junto a Ana decidimos mantenernos dentro de la habitación con tal de no verlo, rogando a la madre naturaleza a que él se le olvide dicho pago.
«No estoy dispuesta a darle ningún pago» pensé mirando por la única ventana que tiene este aposento.
—Maia, estoy cansada de esto, volvamos a casa, por más que lo evites tendrás que acostarte con él, ya quiere su pago, viste lo furioso que se puso—, me aconseja Ana, cómo siempre asustada.
—¿Sabes lo que nos espera a ambas si regresamos a casa?, — ella movió la cabeza afirmando, — estaremos encerradas, no se sabe por cuánto tiempo, tal vez n
Narra Maia.¡Qué humillación!El Lors, esté, se quedó tieso como un rígido y muy feo palo, mientras yo mordisqueaba sus labios como lo he hecho con Paul, quien siempre me responde al beso, este, en cambio, me miraba, sin hacer o decir nada, así que ofendida. Me aleje de él como si tuviera veneno en los labios y evite mirarlo a los ojos, odiaba ver qué se mostrará divertido.—Eso fue genial—, me permití verlo, asentía con aprobación, pero por una extraña y tonta razón podía leer en su rostro que decía «qué diablos fue eso», mientras se tocaba la boca, — vas aprendiendo, para todo hay una primera vez y para ser inexperta me mordiste, eso es un avance—, y juro que lo matar&eac
Narrador.Mientras tanto, Ana cómo así le dijo a Maia, estaba en la piscina disfrutando mucho de nadar sola, tenía tiempo sin saber lo que era estar dentro del agua.De un momento a otro sintió tristeza tras recordar a su madre, y pensó que hizo mal al salir a escondidas de su casa. «De seguro ella debe echarme de menos» pensó mientras estaba sentada con los pies dentro del agua.Vio cómo varios hombres que le parecieron ser empleados de Lars por sus maneras de vestir, pasaron por su lado, y se sintió desnuda ante ellos, no había visto a nadie allí, por esa razón se quitó la blusa, pero ahora esos dos hombres la miraban con interés.—Hola, guapa. ¿Ya te quedaste sin compañ
Narrador.Luego de que Lars y su parte animal tuvieron una larga conversación llegando los dos a un mismo punto sintió que después de haber besado a Maia ella podría irse de su lado por miedo a él y aunque vio que no le es indiferente decidió que debía asegurarse de que la pequeña no corriera de él así que pensó en otra habitación más segura de la cual no pueda escapar.*No lo hagas, * pidió Maj temiendo a que eso aleje más a la pequeña de ellos.Por primera vez Lars corto la conexión con su bestia y se encaminó al salón donde Maia y Ana estaban hablando de lo sucedido en la piscina.—Ana, tienes razón, nos vamos, este lugar no es
Narrador.Lars seguía con su extensa experiencia utilizándola en Maia, buscando puntos sensibles de su intimidad, y regocijándose con esos gemidos tiernos, que de esa voz fina se escuchan delicados, en cambio, Maia sentía como su ser vibraba, y creía que se iba a desmayar de placer hasta que un caliente que no conocía sé formó en su pecho y fue bajando lentamente hasta su vientre, ahí se unió a un remolino que parecían crear sus entrañas y sintiendo que algo explotó dentro de ella, un grito escapó de su garganta; quería más así que se abría todo lo que podía ante esa boca que no solo sabía besar sus labios , sino que le besaba perfectamente su V.—Me gusta, quiero más…—
Narrador.Lars dejó ir a Anthony, y prefirió ir en busca de Maia, total si algo malo le llega a pasar a la cachorra, sabía perfectamente en dónde buscar a Anthony.Cuando llegó a la casa, fue directo al aposento en el que estaban las chicas y cuando vio que no estaban se puso furioso, Fer lo había seguido y estaba también desesperado, pero a diferencia de Lars fue capaz de ver la ventana rota.—Espera hermano, parece que ellas salieron por este lugar — dijo deteniendo a Lars, quien iba dispuesto a terminar lo que empezó con Anthony.En cuanto Lars vio los cristales rotos sonrió, entonces cerró los ojos y por los aromas dentro de esa habitación pudo ver lo que sucedió tiempo
Narrador.Lars miraba a cada uno de sus empleados buscando entre ellos al traicionero y percibió el miedo de Brian, un tic nervioso en una de sus piernas izquierda lo delató, más el sonido exagerado de su corazón.Sin mirarlo y mirando fijo a otro de sus empleados Lars lo llamó —ven aquí Brian.Con las rodillas temblorosas Brian dio un paso adelante; sin embargo, no quiso avanzar más por miedo a lo que Lara le pudiera hacer, —¿dime la razón de haberme traicionado? — Brian levantó los hombros, no sabía que decir, puesto que estaba descubierto.—No lo he traicionado jefe simplemente dije la verdad, además usted parece no querer matar a la hija de ese león&mdas
Narrador.Maia continuó su andar a la cocina, encontrando a una de las empleadas y aun furiosa pidió que le preparara de comer.—Oye chica, — la llamo, la mujer humana que estaba trabajando volteo a verla y le sonrió tras recordar que es la chica loca que retó a Camilo, el jefe gruñón, como le han nombrado ellas y han querido ver a Maia, pero Camilo no se los permite, — necesito mucha carne, es lo único que puede calmarme—pidió Maia ansiosa.—Está bien, deme unos minutos—respondió ella con decencia y no le molestó la confianza de Maia, porque en ese lugar todos andan con las caras amarradas y no le sacan tema de conversación.—¿Cómo te llamas?
Narrador.Fer besaba a Ana sin darle tregua, chupaba con intensidad y pasión sus labios, jugaba con su lengua y sin importarle su torpeza, seguía atacando su boca sin que nada lo detuviera, sostenía su nuca a la vez que con la mano libre le acariciaba el pecho y por su parte Ana no podía pensar en lo que estaba sucediendo entre ambos, ya ni recordaba el desorden del lugar, sino que apretaba bajo las palmas de sus manos el edredón acolchado y gemía sobre los labios calientes de Fer que no le daban tregua a respirar.Los dos estaban calientes, con ganas de avanzar más y desnudarse, Fer omitió escuchar todo el alboroto que se oía en el primer piso como Maia no paraba de reír junto a Jhoa.De repente Fer tuvo que alejarse de esos labios que no quería dejar de sabore