Narra Alisan.
Después de sentir como el metal frío traspasó mi pecho hiriendo así mi corazón de repente todo mi mundo se tornó gris, me vi dentro de un denso vacío. A lo lejos escuchaba los gritos de mi pequeña coneja, intentaba responderle, sin embargo, ella parecía no escucharme.
—No te dejaré sola con nuestro hijo— le respondí escuchando sus lamentos, sintiendo ser el hombre más impotente al no poder salir de aquí.
—Tienes miles de años y el tiempo aún no te ha dotado de paciencia. Pronto estarás a su lado —una voz profunda que trasciende y parece ser que miles de personas han hablado al mismo tiempo, pero al final es una mujer la que me ha dicho eso, lo sé por su esencia de diosa. Me puse de pie en el espacio en el que me encuentro, buscaba sin cesar a alguien hasta que por fin mis ojos pudieron captar s
Narrador.Egan tomó a Diana de la mano con suma delicadeza, tenía miedo de lastimarla, puesto que a pesar de que ella es una mujer coqueta, ante sus ojos es muy frágil y tierna; la observaba con detenimiento mientras lentamente se quitaba cada uno de los botones de la camisa.<<Él me dijo vamos y no nos hemos movido de aquí>> pensó sin entender, se imaginó que él la llevaría a otro lugar, pero seguían allí.Diana mordía su labio inferior con fuerza, admirando el torso desnudo de Egan, quien sabe la reacción que causa en ella y se desvestía con lentitud, y por primera vez escuchó a su parte felina rugir de pura excitación. Se unían a varias hembras antes de su ciclo, sin embargo, Pa
Narrador.Paw el lobo de Egan ronroneaba al saber que tenía la razón y que la coneja quería ser su pareja, Egan también sonrió de medio lado sin poder ocultar su emoción, aunque sea diferente eso no quita que sienta satisfacción de saber que Diana será únicamente suya.La giró sin ningún inconveniente y teniéndole de espalda se agachó para chupar su cuello haciéndola titiritar con esas sensaciones creadas.En esa misma postura la hizo abrir las piernas, estaban un tanto incómodos, por el lugar en el que se encuentran, pero no sé arriesgaría que ella vaya y cambie de opinión o a qué apareciera el compañero de ella. Aunque ya juró matarlo y eso cuenta así no la haya marcado, sin Embargo, tiene presente que la coneja lo podría odiar si él comete tal error antes de reclamarla como suya.Volvi&o
Narrador.En cuanto Nadia vio a Irina pasar el peldaño de la puerta gruñó atrayendo la atención de todos los presentes. Los nuevos invitados no sabían a qué se debía la reacción de Nadia y otros estaban al tanto, sin embargo, sus conjeturas eran erróneas porque Nadia no estaba simplemente celosa.—No eres digna de entrar en mi casa— le exigió con autoridad mientras los demás notaban la condición deplorable en la que se encontraba Irina quien fingió afligirse y estar más débil de la cuenta cuando vio a Alisan acercarse a Nadia, agarrar su mano y pedirle.—Mi reina debe calmarte— ese pedido hizo que ella apartara bruscamente su mano. Y lo mirara con furia;
Narra Nadia.Mi rey León, tan diferente, único; es todo un consentidor de lo peor, me ha llevado a cada lugar que le he pedido disfrutando de la vida como dos simples humanos. Lo hice llevarme a un parque de diversiones y ver su cara sumamente roja por el mareo que le causó subir a la montaña rusa, me hizo reír por más de diez minutos, puesto que él estaba haciendo esas locuras únicamente por mí.Me sentía libre a su lado, comiendo como niña mimada sobre sus piernas mientras los humanos miraban mis ojos raros que ahora me fascinan, sin embargo, a él las mujeres lujuriosas se lo comían con la mirada; todavía recuerdo a la mesera afrentosa que llegó a nuestro lado y con una mirada seductora le dijo:—Que li
—No te lo voy a pedir con educación—la reté tal y como ella lo hace conmigo. Le pasé una mano por la cintura y la atraje hacia mí, sin dejar de sonreír de medio lado con malicia y picardía.—Suéltame—me exigía, pero tanto, Asad como yo pudimos oler que su deseo no es el mismo que su boca profesa. Ella gimió, inclinándose hacia delante para permitirme meterme un pezón perfecto en la boca, lo que hizo que me tirara aún más fuerte del pelo.<< Mierda, eso es genial y adoro cuando suele hacerlo>>. Miles de pensamientos me pasaban por la mente. No había nada en este mundo que quisiera más que hundirme en ella, cada día la deseo con la misma o más intensidad. Me había convertido en un adicto que
Epílogo.Doce años después:Una mejor reina no podía tener la manada de leonés; Nadia creció y no fue de tamaño, sino como persona ayudando a su pueblo en cada oportunidad.Mejorando todo más de lo que ya estaba y el trabajo que Egan tenía que hacer solo ya no lo hacía, puesto que ella con el fin de que él compartiera más tiempo con Diana quien se ha convertido en su mejor amiga y con los tres híbridos hermosos que tiene; sus hijos el orgullo de Egan quien no hace más que adorar a su pequeña y a sus hijos. Tantos años han pasado y el mate de Diana no ha aparecido, incluso hasta lo ha olvidado porque si algo tiene muy claro ese león es que esa coneja, promiscua y seductora le pertenece.La peque&nt
PREFACIO.Cuando la princesa Maia estaba por cumplir sus doce años, salió al bosque a escondidas de su padre "Alisan" el rey de los leones, quien era sobreprotector con su pequeña cachorra.Ese día, mientras corría, sintió por primera vez una fuerte necesidad de transformarse dejando salir a sus bestias interna y por ser híbrida no se daba cuenta de que en vez de salir por separadas sus bestias se fusionaron entre sí convirtiéndose en un espécimen sumamente extraño, única en su clase, su parte león y conejo se mezclaban siendo un animal de gran tamaño.Los ojos eran de dos colores diferentes: uno azul grisáceo y el otro amarillo como el ámbar. Con la cola esponjosa en vez de rabo y con las orejas largas, teniendo las dem&
Narra Maia.Seis años habían pasado después de aquel día que le expliqué a mi padre que vi a una pantera que se burló de mí; al principio él me creyó, pero luego mi padre Alisan dejó de buscar, a pesar de mi insistencia no encontró rastro alguno de que otros felinos aparte de nosotros los leones, existieran en el mundo y pues no estoy de acuerdo con su teoría, aún sigo insistiendo porque sé que no fue producto de mi imaginación, recuerdo haber hablado con esa pantera y aunque no vi al dueño de esa voz que aún suena en mi mente como si estuviera grabada, sé que él existe, lo pude reconocer por su aroma.Pero lo que más me molestó de esa pantera fue la manera que se mofó de mí, s