Luciana:
Estaba mega super iper aburrida. Bajé las escaleras de la habitación en dónde descansaba Andrea. Esperaría el par de horas para que me explicará algunas muchas cosas.
—¿En dónde está el gentío en este castillo?—me crucé de brazos.
Apenas y sabía cómo llegar a las habitaciones y cocina. Supongo que ahí debe haber algo. ¡Hay se me antojaron unos tamales!. ¿Habrá cerdos aquí?. ¿Y si hay tendrán magia?.
Negué con la cabeza, aveces suelo pensar estupideces.
Cuando estaba por dirigirme a la cocina sentí un escalofrío y previamente una corriente helada.
¿Pues no que había calefacción?.
—Ajam— tragué saliva al escuchar u
Abro los ojos un tanto desorientada, la habitación ya se encuentra iluminada por los rayos del sol que se filtran gracias al gran ventanal de a un lado.—Por fin despiertas —me giro encontrándome con Chris quién está colocándose una chaqueta marrón, luce casual lo cual me sorprende un poco dado que su manera de vestir siempre es formal. Debajo solo trae puesto una camiseta blanca, jeans negros y zapatillas deportivas.— Okey, ¿que le pasó al Christopher alisa sacos y lustrado perfecto de zapatos —mi comentario parece tomarlo por sorpresa porque una sonora carcajada sale de su garganta.—Es el día de vestir causal —se encoge de hombros.— ¡Oh vamos!.— Ciertos días tomamos esto de los atuendos demasiado importante por así decirlo, un día al mes
Pov: Christopher.«Idiota»Esa palabra resonaba en mi cabeza una y otra vez.*Quizá es porque realmente eres un idiota*Agregó Carter. A mi pesar tenía razón.— ¡¿Porque le dijiste eso?!—Luciana se puso de pie saliendo del comedor, seguramente en busca de Andrea.Molesto conmigo mismo salí a una gran velocidad subiendo las escaleras hacia mi despacho. Al entrar azote la puerta y empecé a tirar todo lo que arriba de mi escritorio estuviera.Había perdido el control, esto nunca me había pasado, todo cambió desde que mi parte vampira aumentó en mi interior.Apreté mis manos en puño, un olor a perfume de marca y el ruido de la puerta siendo abierta me hicieron dar la
Creí por mucho tiempo, que la felicidad era algo que pocos podíamos conseguir. Sin embargo ahora, la vida me a enseñado que todos podemos y somos capaces de ser felices. Porque la felicidad se trata de una clave, de un secreto, el cual debe ser buscado.—Es hermoso —susurré viendo el paisaje al frente. Nunca antes había visto una cascada, y mucho menos congelada. Los rayos del sol pegaban con el hielo creando que este incluyera en sus colores, dejando todo como una lluvia de rayos llenos de arcoiris. Sonreí levantando la cabeza para ver a Christopher.Reí dulcemente. —Si la vida me quita esto, jamás se lo voy a perdonar —musité mas para mi misma que para él.—Andrea— Chris me puso frente a él poniendo sus manos en mis hombros.—La vida no te quitar&aac
Luciana:¿Cuántas veces deseamos algo que no podíamos tener? Y cuando por fin llegaba a nosotros los dábamos cuenta de que, no era lo que de verdad queríamos, si no algo inecesario.—Creo que tú lobito quiere que subas al escenario —murmuré en el oído de Andrea. Estábamos en el centro del lugar con todas las miradas puestas en nosotras. Christopher estaba llamando a Andrea, está tímidamente subió algunos escalones hasta llegar a su lado.Sentí los brazos de mi Vampirín rodearme la cintura.—¿Acaso estás marcando tu territorio Rubio? —lo miré con burla, y este solo sonrió pegándome más contra su cuerpo.—En esta ceremonia en donde le damos las gracias a la diosa luna por nuestros días de paz y tranquili
POV: CaínRecosté a la castaña en la cama mientras corría a llenar la tina con agua caliente. Necesitaba quitarle el frío, pero era algo que mi cuerpo no podía hacer.Me acerqué ha ella para cargarla, y aún entre temblores intentó hablar.—Sabia que me... me salvarías—musitó entre el castañear de sus dientes. Sonreí cargandola hacía la bañera.—Yo siempre te salvaré pequeña.Sumergí el cuerpo de Luciana en el agua caliente. Un sonido de satisfacción salió de sus labios al momento que sintió el calor.—Tengo que...Señalé su vestido y está asintió muy apenas, se estaba quedando dormida aunque yo diría inconsciente por todo lo que h
Christopher: Observarla mientras dormía me daba una sensación de paz, aunque en estos momentos otras personas intenten arrebatarme eso, y no solo a mí, también a toda nuestra gente. Nadie lastimara a los que amo. Convoqué una junta con los ancianos, con el consejo he incluso estuvo presente todo el clan de Caín y mío. Se han enviado oficios a todos los Alphas del mundo. A más tardar dentro de un par de días tendremos el castillo lleno de los Licántropos más poderosos, el Alpha Ikender de Alemania en uno de mis amigos de batalla desde hace siglos. Confío siegamente en él. —Christopher— levanto la cabeza encontrándome con Hansel del otro lado de la puerta, me hace una seña para que abandone la habitación. Un suspiro cansado sale de mis labios. —¿Qué sucede?—pregunto saliendo de la habitación. —Hay algo que debes saber y, creo que
POV: Luciana.Decir que mi vida había cambiado en los últimos par de meses era poco a pensar. Porque realmente había cambiado. Se había transformado completamente.La mansión de Caín era un verdadero desorden, había vampiros en cada esquina, y por si fuera poco el tonto renacuajo con aires de murciélago me encerró en "nuestra" habitación, esto porque uno de sus hombres intentó clavarme el diente.—Pensé que este viaje sería más divertido—. No he hecho otra cosa más que estar dándole vueltas a este lugar. Creo que Andrea y yo llegamos en un mal momento.Un suspiro cansado sale de mis labios al leer otro mensaje de mi madre preguntando cómo van las vacaciones. ¿Como le diré que no pienso regresar tan rápido como debería? Son exa
—¿Andrea estás bien?— Alan me miraba con curiosidad. No obstante yo aún no podía digerir lo que acababa de decirme. ¿Jonathan su mate?. Esto estaba mal, esto debía ser un error. No lo podía creer.—Cielo ¿en donde estás?— escuché la voz de Christopher, pero aún seguía inversa en mi mente. Una parte de mi era incapaz de articular palabra.Frente a mí se colocó él, viéndome de la misma forma curiosa y a la ves preocupada de su hermano.Vamos Andrea habla.—Cielo, ¿estás bien?Sentí que mi estómago se revolvía con fuerza, quería vomitar necesitaba hacerlo. Me puse de pie rápidamente corriendo hacía una esquina, me arrodillé en el suelo devolviendo el desayuno. Sent&ia