La felicidad que Sam estaba sintiendo de estar con su familia desapareció en un instante, apareciendo la tristeza otra vez.—Porqué no se queda un poco más? Uno de mis hijos puede acompañarle cuando vuelva, o puede quedarse a dormir.Laura notó que su hijo quería quedarse un poco más, además ella quería hablar con él a solas sin la presencia de Alexander, y este era el mejor momento.Sam se sintió aliviado con la intervención de su mamá, estaba empezando a tener esperanza.—Mamá tiene razón, si quieres puedes dejar a Coco para que te sientas más tranquilo.Sam no quería desaprovechar la oportunidad que le acababa de dar su mamá, así que presionó más para que le dejaran quedarse.—No es seguro que estés fuera Sam.M****a!Sam no pudo evitar maldecir en su mente, él agachó la cabeza molesto, no quería volver.—Señor Alexander no tiene de qué preocuparse, Sam es de la familia y será protegido por todos aquí. Se lo aseguro.Como Alexander seguía dudando de si dejar a su omega en este lugar
Eva se levantó y se fue a la cocina a preparar algo que Sam pudiera comer. Nunca él se imaginó que llegaría el día en que comiera la comida preparada por su madre Eva. Más tarde ella llenó la mesa de diferentes platillos. Había de todo, hasta comida que Laura no permitía por no ser "sana". —Puedes comer todo lo que quieras sin vomitar, tienen ingredientes de nuestro mundo, el agua también—explicó Eva. Sam se sentó en su asiento, cuando probó una cucharada de la sopa, sus ojos se llenaron de lágrimas. Hacía mucho que no comía una comida tan rica sin tener ganas de vomitar, le parecía la comida más rica que había comido nunca. Quería probar todo, llenarse de comida no sólo por él, sino por su bebé también. Laura se sentía complacida por ver a su hijo poder comer sin vomitar, y más animado que la última vez que le vió. —Sam no tan rápido o te dolerá el vientre después. A Sam le costaba comer con normalidad porque se moría de hambre, pero hizo hasta lo imposible por no comer tan
Damián cargó fácilmente a Sam como si fuera una pluma, sonriéndole como cuando él era pequeño. Estaba tan emocionado por ser tío que no se fijó en la presencia de Diego. —Qué tenemos que celebrar, acaso no les importa el cómo ese señor trata a Sam? No ha estado yendo a la universidad. El ambiente se volvió lúgubre por las palabras de Diego, toda la felicidad que emanaba se esfumó en un segundo. Cómo Sam le iba a explicar sobre su embarazo? Si ya de por sí le afectó el saber que Sam estaba casado con Alexander, cómo iba a tomar que estaba esperando un hijo suyo siendo chico? Sólo con pensarlo daba dolor de cabeza a Sam. Damián seguía cargando a Sam y su rostro se volvió serio algo no muy común en él. —Ya hablaremos de eso en otro momento, es hora de celebrar. Aunque Damián quería hablar del tema no creyó prudente hablar de ello delante de Diego que es un humano normal Diego seguía teniendo la misma duda, qué estaban celebrando, acaso eso era más importante que la forma en cómo
Daniel hizo énfasis "sus hermanos" para que le quedara claro a Coco y no interviniera. Después de decir esas palabras Daniel regresó al restaurante dejando aún más irritada a Coco. A ella no la quedó más remedio que callar y aceptar las condiciones de Daniel. Como estaba muy molesta por recibir órdenes de un medio humano, decidió vengarse con su hermano Sam y que se arrepintiera de lo que acababa de hacerla. Después de haber hablado con Coco Daniel fue a hablar con Sam para darle la noticia de que podía irse con ellos. Cuando Sam vió entrar a su hermano se levantó. —Qué te dijo Coco? —No hay de qué preocuparse, puedes venir con nosotros. Damián también se levantó. —Entonces podemos irnos, ya pagué la cuenta. *** Todos fueron a una disco que nunca Sam había visto, y no le gustaba nada. Estaba medio oscuro, sólo se podía ver a la gente a través de esas lucesitas molestas que podían dejar ciego a alguien. Todos estaban sudados, pegando sus cuerpos con el de otro, tocándose si
Cuando Alexander llegó a su casa vió a Lumier que le estaba esperando en la puerta de su despacho. —Le estaba esperando alteza. Alexander abrió la puerta de su despacho y se sentó en su asiento, Lumier estaba parado en frente de él para darle un informe. Le entregó unos documentos que contenía algunas fotos de lobos corriendo en el bosque. —Según el reporte que me enviaron los lobos de nuestro mundo, parece haber movimientos con la manada de Fenrir. Mientras Alexander lo revisaba preguntaba sin apartar sus ojos de los documentos. —Nos podemos fiar de la veracidad de estas fotos? —Claro alteza, pese a que todavía no se sabe el paradero actual de Fenrir sí sabemos que algunos lobos de su manada se están moviendo, quizás podamos aprovechar sus movimientos para poder llegar a él. Alexander dejó los documentos encima de su mesa. —Llévame a donde está el informante, quiero que me dé más detalles. Quizás así podamos tener alguna pista, algo que se nos escape. —Como ordene Alteza. L
Sam estaba llorando mientras tartamudeaba, sus peores miedos se estaban convirtiendo en una terrible realidad. Alexander se acercó a ambos, miró furioso a Diego y le dió un puñetazo con todas sus fuerzas, para romperle la cara. Diego tambaleó debido al golpe, resistiendo en pie. Tenía la mandíbula manchada de sangre, la mejilla enrojecida. Le ardía el lugar que le acababa de golpear Alexander. Alexander miró sorprendido a Diego ya que no se esperaba que resistiera su golpe, pero luego pensó que era mejor, de esa forma podría golpearle aún más sin que le matara con el primer golpe. Diego se acercó a Alexander para devolverle el golpe, Alex lo esquivó usando sus ojos de lobo y le dió otro golpe esta vez en el abdomen. Tras recibir el golpe Diego cayó al suelo, sus costillas del abdomen estaban rotas y sentía que sangraba por dentro, le ardía y dolía ese lugar. Alexander tenía ganas de matarlo en este mismo instante le golpeó unas cuantas veces más en el abdomen, para que se murier
La paciencia de Alexander estaba llegando a su fin, quería a su luna con él y se lo estaban impidiendo. Ambos hermanos se miraron entre sí, asintieron con la cabeza habiendo entendido la estrategia y comenzaron a transformarse por completo. La sala VIP se veía diminuta frente al gran tamaño que tenían en su forma lobuna. Los dos enormes lobos grises atacaron a Alexander otra vez, esta vez en su forma completa. Como los hermanos era medios humanos, el tamaño que tenían no era nada comparado con el de Alexander si se transformaba. La sala vip que antes se veía enorme, ahora era diminuta por la transformación de ambos hermanos. Alexander tuvo que ponerse un poco más serio, sacó sus orejas de lobo aumentando su fuerza. Ambos vinieron en frente suyo, pero luego cambiaron de repente. Damián le enfrentó de frente mientras que Daniel fue de espaldas para atacar en ambos flancos, y le golpearon en el rostro con sus garras. Alexander puso su brazo en medio para amortiguar el golpe pero
Como Jenifer se hartó de estar esperando a Damián, fue a la sala vip a donde él fue a hablar con su hermano Daniel. Al llegar a dicho lugar encontró a los hermanos heridos y desmayados, pero el que tenía peor aspecto era Diego. Él estaba sangrando en su abdomen y rostro, se veía muy pálido. —Aaahhhhh !!! Ni si quiera el fuerte grito de Jenifer llegó a los que estaban en la discoteca, ni inmutó a los que estaban desmayados. Pareciera que su gritó no llegó a nadie. Ella fue corriendo a donde estaba Damián, cuando vió la sangre que le cubría el cuerpo sus ojos se humedecieron. —Damián... Damián...dime algo porfavor... Damián... Al no responder ella salió de la sala vip corriendo en busca de ayuda, ella estaba muy desesperada por el estado en el que estaban. Afortunadamente cuando un lobo queda inconsciente se transforman en humanos de nuevo, por lo que ella no vió nada anormal en ellos. El cuerpo de ambos dejó de tener partes de lobo para tener sólo aspectos completamente humanos.