Alex cargó a Sam y le dejó en su cama para intentar hacer que descansara un poco. Sus ojeras no hicieron más que empeorar, ni si quiera el sexo le producía sueño ya.Al menos cuando Alex accedía a tener relaciones con él, conseguía que durmiera aunque fuera sólo unas pocas horas, pero ya ni eso le daba sueño.Nada le producía sueño, vivía en un tormento constante culpándose por ser una mala madre.Al día siguiente del intento de suicidio de Sam, Alex se propuso a ser su sombra para estar al pendiente de todo lo que Sam hiciera.De esta manera evitaba que intentara cometer una locura como la de ayer.Cuando Sam despertó Alex intentó darle de comer y otra vez se negó.Alex creyó que ahora que Sam sabía que quizás había alguna posibilidad de que sus cachorros no estuvieran muertos comería, sin embargo ese no fue el caso.Pese a lo que dijo Alex cuando Sam intentó acabar con su vida, el efecto de la noticia sólo duró poco.El subconsciente de Sam le decía que lo que dijo Alex era mentira,
Alex no quería recurrir a esa opción, pero el recordar y ver a Sam en ese estado le obliga a hacerlo.Sólo me queda esta opción.—Lumier... Lumier—gritó Alex.Al cabo de unos segundos entró Lumier en el despacho de Alex con la cara de espanto.Desde lo ocurrido aquella vez Lumier hizo lo imposible por evitar a Alex, y que ahora le estuviera llamando tan de repente le sorprendía y le aterraba a la vez.Él se puso a mirar el desastre que había hecho Alex en su despacho.Había cosas rotas ya sea libros, botellas de alcohol, mesas o sillas rotas que había dejado tirado Alex.Todo estaba hecho un completo desastre.Lumier se veía incómodo y preocupado no solo por cómo se veía el despacho, sino cómo estaba Alex.Él también había adelgazado al igual que Sam, se veía demacrado con enormes ojeras, olía a alcohol ya que llevaba días sin querer ducharse.—Sí... su majestad?—Trae al humano.Lumier miró a Alex como si acabara de oír mal y volvió a preguntar para asegurarse.—Perdón?—Lo que has oí
Diego volvió a abrir la boca y los ojos, revolvió su cabello para intentar asimilar lo que le acababan de decir. Como a Alex no le importaba el estado de ánimo en el que estaba Diego siguió. —Él estaba esperando a mis hijos, pero por la puñalada de una de tus ex creemos que perdió a los bebés. Ahora mismo está fuera de sí, pensamos que quizás reaccionaría si hablaba directamente contigo. Diego ya no estaba oyendo la conversación, ni si quiera escuchó la parte de que alguna ex suya fue la causante de todo esto. Seguía asombrado por todo lo que estaba pasando, era difícil de creer. La única parte que consiguió oír es la del embarazo de Sam y que Alexander era el padre. —Me estás escuchando humano? —Todo esto parece una locura, es una locura. Cómo así que hombres lobos si eso sólo es fantasía de películas, y eso de que Sam estaba esperando a tus hijos es absurdo. Cómo va estar embarazado si es un hombre? Ya suficiente era con aguantar la presencia de Diego, como para ahora respon
La intervención de Diego hizo que Alexander le maldijera con el pensamiento.Maldito humano!—No has tenido suficiente con la golpiza que te di la última vez, quieres visitar el cementerio esta vez?Alex le estaba recordando a Diego la golpiza que le dió aquel día en la discoteca, su tono era burlón. Y pese a que él todavía estaba en su forma de lobo, Diego se dió cuenta de su sonrisa burlona.—No te creas tanto, si fueras humano al igual que yo te pondría en tu sitio.Diego también se burló de Alexander haciendo alusión de que sólo dependía de su fuerza sobrehumana, si él fuera como Diego no le hubiera podido poner ni un solo dedo encima.Al menos eso pensaba Diego, y eso entendió Alexander. Cosa que le molestó aún más, Alex le fulminó con la mirada queriendo matarle, Diego también le fulminaba.Pese a lo temible que era Alexander, Diego no le tenía ningún miedo.Alexander volvió a pensar con rabia.Definitivamente debí haberle matado.—No empiecen otra vez—intervino Sam.Sam estaba d
—Tanto te importa ese humano?—Claro que me importa, se trata de mi único amigo.—Un amigo que te besa, te toca, quiere... follarte... qué gran amigo.Alexander ya no pudo aguantar más y explotó de ira, el grito hizo que Sam temblara otra vez, haciendo que recordara la última vez que su alfa le forzó a tener relaciones.Las lágrimas empezaron a brotar, Alexander se apartó de él pensando que había pisado un campo minado.—Coco !!!Ya que Alexander no quería seguir lastimando a su omega prefirió llamar a Coco para que lavara a Sam, pues sentía que su simple presencia asustaba a Sam.Minutos después llegó Coco.Como todos los lobos de Alexander siempre están alerta por cualquier cosa, más ahora que la manada se había debilitado, ella oyó desde muy lejos que el rey la llamaba.También el oído sobrenatural de los lobos les hacía oír desde muy lejos.Cuando ella llegó al baño se sorprendió de ver a Sam llorando y temblando con miedo en sus ojos, y a Alexander mojado con el cuerpo semi desnud
Alexander sólo sonrió pícaramente sin responder a su pregunta. Cuando por fin ataron a Diego en la silla, Alexander miró a sus hombres haciendo señas con los ojos para que se fueran. Ellos se fueron sin entender nada, tenían curiosidad de saber qué planeaba el rey pero les daba miedo preguntar, así que se fueron con las ganas. Ahora que Diego estaba atado, y sus hombres se habían marchado, Alexander dejó salir sus feromonas. Esas feromonas eran diferete ya que servían para excitar al omega, y conllevaba mucha fuerza, debilitando excesivamente a quien las empleara. Esto sólo funciona en parejas marcadas o destinadas como ellos. El efecto de las feromonas no fue de inmediato porque Alexander estaba muy débil, no había estado comiendo bien, ni durmiendo, menos había estado recibiendo las feromonas de su omega. Como él no pudo esperar más agarró a Sam por la cintura y le dió un rudo beso en frente de Diego. Diego quería gritar que le soltara pero no podía pronunciar ni una sola pal
Después de lo ocurrido anoche, Alexander se levantó con el cuerpo adolorido. El forzar el celo de Sam le había pasado factura y debía recuperarse.Sam seguía dormido al lado de él, todavía estaba oscuro fuera ya que eran las cinco de la mañana.Como todavía era muy temprano, Alexander quiso aprovechar el tiempo y fue al baño a darse una ducha.Después de la ducha y de haberse vestido fue a la frontera entre el mundo de los humanos y el mundo de los lobos.Subió a su coche sin la compañía de nadie ya que quería estar sólo, y dos horas después llegó a dicho lugar.La frontera estaba rodeada de enormes árboles, bosque y una enorme cascada.En la cascada había un hermoso arcoiris pese a que todavía estaba
Coco asintió con rapidez en silencio, después de la amenaza ella le puso el perfume temblando de miedo.Las únicas amenazas que asustaron en su vida a Coco fueron las de su hermana mayor, las de su rey y las de Fenrir. Pero ahora las amenazas de Sam la estaban aterrando.Desde que Sam sufrió aquel apuñalamiento su desconfianza en la gente ha aumentado, además que su sangre de Licaón le estaba cambiando poco a poco.El ingenuo e inocente Sam estaba desapareciendo, y estaba empezando a renacer un Sam que todos temerían.Achius!El aroma del perfume hizo que Sam estornudara, su nariz se puso más sensible de lo que ya estaba.—Debemos irnos, pronto llegará el rey.Sam siguió a Coco, caminaron en un pasadizo secreto bajo tierra. Ella tenía las llaves de las cerraduras de las puertas.El lugar era asqueroso estaba oscuro, tenía goteras, e