Al ser Diego un simple humano, no podía notar los cambios de feromonas que rodeaban a Sam.
No veía ningún cambio salvo que se desmayó, pero nada fuera de lo "normal".
Todos los lobos presentes miraban a Sam con miedo y cierto respeto, sentían que no era el Sam de hace unos días.
Qué será ese nuevo Sam qué veían?
Quién será ese extraño que acababa de salir de la cueva?
De qué tiempos difíciles hablaba el lobo blanco?
Pese a que el lobo blanco se volvió uno con Sam, él seguía sintiendo mucho calor. Más bien sentía más calor que antes.
Ahora que todas sus feromonas estaban de vuelta su celo se había descontrolado, se puso a llorar más sin importar que su habitación estuviera llena de gente.
—Quiero a Alex...no puedo... más...
Sam no paraba de llo
Coco se mordió las uñas pensando en una solución para todo este problema, debía hacer algo para defender lo que era de su hermana.—Te estoy hablando—exclamó Lupe.Coco la miró algo despistada.—Deja de estar en las nubes y haz lo que te digo.De repente a Coco se le vino una idea, no obstante debía obtener información para planearlo mejor.—Lupe, es cierto que la alfa y los machos se fueron de la aldea?Coco había estado todo este tiempo en la misma casa en la que estaba Alexander, había aguantado los gemidos de Sam hasta que explotó y fue a dar una vuelta en el pueblo.En ese momento escuchó el rumor pero no estaba segura, por eso quería confirmarlo.—Porqué me lo preguntas, no deberías saberlo sólo con percibir las feromonas del pueblo?—Cómo pretendes que lo sepa s
Alexander se apartó de inmediato, no quería hacer nada que le alterara y perjudicara su embarazo, pero esas palabras le hacían mucho daño, esa mirada llena de odio le hería en lo más profundo de su ser.—Lo que pasó no significa nada para tí, no te importa que hayamos hecho el amor?—Realmente no, sólo fue sexo. Y ahora que ya no te necesito será mejor que desaparezcas antes de que me hagas enfadar de verdad.Después de decir esas palabras frías y llenas de odio Sam salió de ese lugar dejando a Alexander que sentía que estaba por desplomarse, él pensó que después de todo lo que pasó todo volvería a como era antes.Se arrodilló llorando y lamentándose de todo lo que había hecho en el pasado, ya no sabía qué más hacer para hacer entender a su omega que quería cambiar
Zhi asintió.—Quiero que me responda una pregunta antes de tomar una decisión.—Dígame.—Hace cuánto Alexander sabe de mi existencia o de que soy su luna?Zhi se quedó callada, no estaba segura si era apropiado que ella le contara eso.—Si no me responde tampoco tomaré una decisión.—Está bien, se lo diré.A Zhi no la quedó más remedio que ceder y hablar.Ella le indicó a Sam que se sentara. Era muy incómodo hablar él estando parado como un espantapájaros, o dando vueltas.Al final Sam volvió a sentarse al lado suyo.—No estoy segura pero dicen que justo en el momento que nació.—Tanto?Zhi asintió.—Cuando un alfa descubría la existencia de su pareja podía sentirlo aunque no supiera su localización ex
Luego de decir esas crueles palabras fue en busca de Sam.Coco derramó unas lágrimas de rabia y de odio.—Maldito omega, maldito, mil veces maldito.Ella se limpió las lágrimas de sus ojos con su mano, sacó su móvil, pulsó unos botones y llamó a alguien.Segundos después la llamada se conectó.—Sí?—Háganlo.Después que Coco dijo sólo esa palabra volvió a colgar, envió unos mensajes más.Se levantó y sonrió mientras decía.—Te vas a arrepentir maldito omega.***Sam caminó sin rumbo intentando huir de Alexander, era mejor eso que volver a caer.No quería volver a sufrir, estaba harto y tenía miedo de lo que seguía sintiendo por su alfa.Él ni si quiera se preocupó en el frío clima, o
Para su sorpresa Alexander no se inmutó cuando Sebastián le llamó, no podía oír nada en su estado tan alterado.Inari también bajó del coche, miró a Sebastián.—Qué le pasa a tu hermano?—No lo sé.Sebastián se acercó a él.—Alex qué pasa?Seguía sin haber respuesta, Sebastián miró a Inari sin saber qué hacer. Ella se acercó a Alexander, al ser ella Alf quizás podría hacer algo para comunicarse con él.Se puso en frente de Alexander expulsó sus feromonas para que la notara, él percibió sus feromonas y por fin se dió cuenta que no estaba solo.—Inari?Ella suspiró aliviada de que Alexander la reconociera.—Qué ha pasado, qué estás haciendo aquí?—Sam.
Toc Toc.Sebastián se levantó de su cama para abrir la puerta, al hacerlo se topó con Inari en la puerta.Cuando ella le vió dijo.—Ya está todo en orden, nadie sospechará lo que le pasó a Sam.Sebastián asintió, luego abrió aún más la puerta para que Inari entrara en la habitación para pensar en un plan para salvar a Sam.Hace unas horas en otra parte de Japón, los secuestradores de Sam condujeron el coche durante unas horas hasta llegar a Kyoto. Ahí tenían aliados y un lugar dónde quedarse sin ningún problema.Sam seguía inconsciente dentro del coche en su forma de lobo.Al estacionar el coche uno de los extraños cargó a Sam en brazos, le llevó en un almacén abandonado que tenía una enorme cueva bajo la tierra.Esa cueva era su territorio, de esa manera c
Esa luz era del amanecer, lo que significaba que la salida estaba cerca. Cuando por fin llegó a la salida puso una pata en la entrada, y al intentar poner otra para huir un lobo se acercó a él, le agarró la pata con sus dientes y le empujó con fuerza en una dura roca que había bajo tierra cerca de la entrada.Sam gritó de dolor al sentir cómo la roca le lastimaba la espalda, quedó noqueado y cayó al suelo después de chocar con la roca, vió cómo el lobo que le empujó sonreía como si se estuviera divirtiendo.Él seguía intentando huir arrastrando su lastimado cuerpo, queriendo llegar a la salida para volver con su gente.Otros lobos se acercaron a él y le miraron.—Vaya que eres testarudo, no podrás salir de aquí.Un dolor agudo empezó a molestar a Sam en su abultado vientre, temía que sus hij
Sam volvió a estar en alerta cuando vió que se estaban acercando otra vez con una jeringa, puso resistencia pateando con sus patas pese a su escasa fuerza.De nada sirvió tanto forcejeo porque Sam ya no tenía fuerzas para seguir, no había podido dormir ni comer en su estado, sufrió golpes y emociones fuertes, algo contraproducente para su embarazo.—Agárrenlo fuerte o volverá a hacer de las suyas.Agarraron sus patas para que no pateara, su boca para que no volviera a morder y su cuello para que le pudieran pinchar.Cuando Sam sintió cómo le agarraban con fuerza quiso defenderse pero no podía moverse, el agarre era demasiado fuerte.El jefe por fin se acercó a Sam, le mostró una sonrisa satisfactoria. Le agarró su peludo cuello y le pinchó.Sam gritó y aulló mientras forcejeaba, las lágrimas volvieron a caer.