—Amor...lo quiero...El rostro de Sam estaba enrojecido por lo excitado que estaba, Alexander le besó el cuello con suavidad.—Tienes que estar listo primero.Como Alexander quería intentar el cambio, primero debía empezar por prepararle siempre para no volver a lastimarle.Sam seguía moviendo su trasero, cada vez más apretaba los dedos de Alexander y gimiendo.Cuando ya estuvo listo Alexander metió su miembro poco a poco, Sam no paraba de derramar lágrimas mirándole a los ojos.Fue besado por su alfa en el cuello, luego le introdujo la mitad de golpe.Sam abrió sus ojos sollozando y agarrándose a la espalda de su alfa mientras gemía, podía sentir el agua recorrer su pálida piel.Alexander agarró su trasero manoseándolo, le volvió a lamer la nuca donde tenía la marca. Le elevó la parte trasera para que el agua no entrara en él, luego le cargó con cuidado aún con su miembro dentro.Al levantarle salieron de la bañera, Alexander le empujó en la pared del baño con mucho cuidado para no la
—En Palacio estaba con- Ni si quiera le dió tiempo para decirle que Alexander estaba con él, salió corriendo como alma que lleva el diablo. Otros guardias fueron a diferentes partes, uno de ellos fue a aver a la familia Rojo. Cuando Rubí se enterró de la noticia primero no lo creyó, luego pensó que los guardias no jugarían con algo así, por eso fue corriendo al palacio. Al llegar la noticia en los oídos de Sebastián, recordó lo que le dijo Aibhill la última vez, que la muerte de Alexander era extraña. Entonces entendió a qué se refería, le dió un beso de despedida en la frente a su mujer, luego en su abultado vientre, y finalmente en la frente de su hija. Al finalizar fue corriendo al palacio. Zhi, y el resto de gente importante que se enterraron de la noticia fueron corriendo al palacio. No podían creerlo si no lo veían con sus propios ojos. Más tarde todos los que habían sido convocados llegaron a palacio, todos estaban alterados, conmocionados y ansiosos por verle. Cua
A la mañana siguiente Alexander dejó a Sam dormido en la cama, estaba muy relajado después de todo lo que ocurrió en los últimos días. Ni si quiera todo lo que hizo anoche con su omega le agotó, más bien le renovó. Hacía meses que no estaba dentro de su omega, cosa que le pareció eterno. Y después de mucho tiempo pudieron unirse. Luego de levantarse de la cama le cubrió a Sam con la sábana y fue al baño a darse una ducha. Después de bañarse y vestirse le dió un beso de despedida a Sam en la frente, y se fue a hablar con sus guardias. Gracias a Sebastián no había gente de más curioseando por la resurrección del Rey, sólo estaban Michael que se quedó por órdenes de Eva, y Zhi que se quedó por órdenes de Sebastián, por si Alexander se sentía mal y tuviera que hacerle un chequeo, también por el embarazo de Sam. Todavía eran las ocho de la mañana pero ellos ya estaban despiertos, Zhi y Michael estaban en el comedor tomando el desayuno. Cuando vieron llegar a Alexander entrar en el co
Alexander se levantó de golpe con la cara perpleja.—Sam, qué tiene que ver él con esto?Merlín movió su cabeza negando.—No lo sé, al menos aún no. Pero le vi en mis sueños, y sabes que nunca me equivoco.Uno de los ancianos fulminó a Merlín, luego desvió su mirada.—Pensé que si venía a hablar con ustedes me daríais respuestas, pero sólo me habéis dado más dudas.Alexander les dió la espalda después de decir eso, se arregló la chaqueta que tenía puesta y les dijo.—Por lo visto no me quedará más remedio que hablar con el viejo.Cuando él se dió la vuelta para retirarse, Merlín le detuvo gritando.—Espera su Majestad.Alexander se dió la vuelta mirándole, se sentía muy irritado y eso se podía ver reflejado en su sombrío rostro.—Le pido que controle sus emociones por su bien, si habla con Mimir en ese estado no conseguirá las respuestas que quiere.Alexander apretó sus puños con los ojos cerrados, luego suspiró calmando su ira, para finalmente dar la vuelta viendo a los ancianos.Abri
Cuando él se retiró los sirvientes levantaron la cabeza, y se pusieron a murmurar entre sí como buenas chismosas que eran.—Los rumores eran ciertos, es realmente bello.—Verdad? Qué me dices de sus ojos son iguales a los de-—Ejem.El mayordomo las interrumpió con su tos.—No están aquí para meterse en la vida privada de sus majestades, sino para trabajar.Fulminó a la que habló de los ojos de Sam y la dijo con una mirada siniestra.—Sabes que está prohibido hablar de ese sujeto, menos delante de la reina, o es que además de ser una chismosa eres también una descerebrada?La sirvienta se encogió de hombros con la cabeza agachada.—Lo siento.El mayordomo parpadeó, luego desvió su mirada.—Espero que no se repita, así que pónganse a trabajar.Las sirvientas obedecieron las órdenes del mayordomo y se pusieron a preparar algo de comer para sus reyes.Al llegar Alexander en la habitación con su luna le dejó encima de la cama, y él se sentó a su lado, ambos se acurrucaron.Él puso sus mano
Pese a que Alexander estaba besando a su omega, era imposible para Sam aguantarse las ganas de gemir. Su alfa le agarró el trasero, masajeándolo y apretándolo. Su miembro se estaba endureciendo, lo rozó con el de su omega. Le quitó la enorme camisa que tenía puesta, luego admiró su hermoso cuerpo. Sam intentó taparse escondiéndose bajo las sábanas, pero su alfa le detuvo apartándolas. —No escondas tu hermoso cuerpo. Las mejillas de Sam se pusieron como un tomate. —Pero estoy gordo y feo. Desde que el vientre de Sam se volvió grande, ya no se sentía hermoso. Si ya de por sí su baja altura, su pálido y delgado cuerpo no le daba confianza en sí mismo, ahora menos. —No digas tonterías, eres la persona más hermosa del mundo. Alexander le besó en la frente sonriéndole. Le volvió a besar, esta vez en la boca. Abrió sus delgadas piernas y le introdujo dos de sus dedos. Cuando Sam se sintió invadido por los dedos de su alfa agarró con fuerza las sábanas con los ojos cerrados, comenzó
El fuerte grito llegó al lugar donde estaban Alexander y compañía, cuando lo oyeron fueron corriendo por donde provenía. Más tarde llegaron a la habitación, Sam estaba en el suelo gritando y llorando sin parar, estaba sujetando su cabeza como si le doliera. Alexander corrió a abrazarle y le susurró. —Ya todo está bien... Ya no llores. La voz de Alexander no conseguía llegar a Sam, no pensaba con claridad. Lo único que veía era el cuerpo inerte de su alfa. Alexander miró a Zhi para que le administrara algún medicamento, o algo que le tranquilizara. Michael estaba muy preocupado, había prometido a Eva cuidar de su hijo pero ahora estaba sufriendo. Se puso en frente de él para hacerle reaccionar. —Sam, Sam, me oyes? Él siguió llamándole durante un tiempo hasta que él dejó de gritar, cuando Michael se dió cuenta se sintió aliviado. Él al igual que Zhi y Alexander, pensaban que Sam había reaccionado pero estaban equivocados, él ya no les veía a ellos sino a los que asesinaron a Al
Rubí finalizó el silencio con esa pregunta, el tono que empleó fue de mofa. Se aguantaba las ganas de morirse a carcajadas, fingía preocupación mientras que por dentro estaba muy feliz. Esta era la mejor noticia que la pudieron haber dado, loco Sam, sería desterrado y le arrebatarían a sus cachorros, y ella se quedaría con Alexander, sus cachorros y la corona. Un final perfecto para ella. Sam movió la cabeza apartándose del abrazo de su alfa, tenía el rostro pálido. —Qué está diciendo esa mujer? Eva ya no pudo más, tomó el brazo de Rubí con fuerza y la sacó a la fuerza de la habitación, y después cerró la puerta con fuerza. Bum. Alexander besó en la frente a Sam, le acarició la mejilla mientras le sonreía. —No escuches lo que dice. Sam se volvió a acurrucar en los brazos de su alfa, todavía estaba muy aturdido y se sentía agotado. Después de sacar a Rubí arrastras de la habitación la soltó, tenía el rostro ensombrecido del coraje. —No aprendes verdad? Rubí chasqueó los di