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Me levanté a las once de la noche, ya que tengo una pelea, así es, estoy metida en peleas ilegales, carreras y otras cuantas cosas más, estoy desde muy joven en todo esto, Jane no tiene idea, obviamente porque no quiero escuchar sus sermones, pero bueno, me levanté corriendo a la ducha, minutos después terminé y me coloqué una blusa negra con las letras blancas que dicen "fuck you" pantalones de cuero negro, una chaqueta de cuero negra, mis converse y por último me maquillé un poco, tomé mi mochila. Salí de mi departamento con cuidado de no hacer ruido ya que no quería despertar a Jane, en cuanto estuve abajo subí a mi otro auto, porque tengo dos, uno para salir y otro para las carreras, también tengo una hermosa motocicleta, en fin, después de un rato llegué a la bodega, bajé del auto acercándome a Tato, él es un buen amigo que se encarga de las apuestas.
-¡Hey, diabla! ¿Estás lista? —sonríe besando mi mejilla. —hoy será una gran noche, debes dar lo mejor, hay buen dinero de por medio.
-Sí, pero dime... ¿hoy toca carrera? —caminé entrando a la bodega hasta llegar a mi camerino.
-No, hoy solo toca pelear...con la piraña. —se encoge de hombros mientras yo me quito la ropa, le tengo confianza así que no me importa si me ve en ropa interior, siempre he pensado que es como andar en traje de baño, así que para que hacer drama.
-Odio a esa perra, le daré su merecido. — ¿por qué la odio? Porque la muy perra en una de las peleas quiso hacer trampa...pero obvio no lo consiguió y le gané.
-Bueno, pero muévete que se hace tarde entras en diez. —le saqué la lengua terminando de vestirme y el me colocó el vendaje en mis manos.
Respiré hondo mientras caminaba a la jaula mirando a la estúpida esa ya adentro, de un momento a otro ya me encontraba peleando, esa m*****a me dio una patada en las costillas y en la mandíbula haciéndome caer, pero me levanté de inmediato intercambiando varios golpes hasta que conseguí darle una patada en la pierna derecha para así tumbarla, me coloco rápidamente encima empezando a dar puñetazos en su rostro, en un movimiento rápido ella logra darme justo en el labio inferior haciéndome gruñir y le dé un golpe con fuerza en el costado derecho para después darle un golpe en la cara dejándola noqueada. Respiré agitada mientras me pongo de pie levantando mis mano, porque claro como siempre había ganado, a veces no me gustan tanto estas peleas porque se vale de todo excepto traer algo en las vendas a menos de que de eso se trate la pelea, pero en fin en cuanto gané me fui a mi camerino escuchando los gritos de emoción de las persona y uno que otro abucheo, mientras Tato se encargaba de recoger el dinero me cambie rápido, estoy cansada y mañana tengo que ir al estúpido trabajo, estaba a punto de salir pero entro Tato.
-¡Eres la mejor, diabla! Pero debo curarte. —sonríe tomando el botiquín y yo lo miro haciendo una mueca. —vamos tengo que hacerlo o se pondrá peor.
-No, no te preocupes, me baño y me curo llegando a mi departamento, estoy cansada y mañana tengo mucho trabajo. —bufé de solo pensar que tengo que ver a mi tarado jefe.
-Vaya... ¿y ahora que es, matar, robar o.…? —reí leve negando despacio al ver su cara llena de curiosidad.
-No Tato...ya sabes que hace tiempo no le hago a eso, es de secretaria en una empresa. —no le di tiempo de responder ya que me fui rápido a mi auto, el dolor en mi cuerpo me está matando, pero me gusta la adrenalina así que me aguanto, al llegar a mi departamento entre rápido quitando mi ropa mientras camino a mi habitación, en cuanto vi mi hermosa cama me acosté quedándome dormida de inmediato...
Me levanté otra vez por culpa de Jane «Cómo que se le está haciendo costumbre jod*r tan temprano» al caminar me dio un dolor muy fuerte en mi costado izquierdo haciendo que soltará un pequeño gemido de dolor, no le tomé importancia porque Jane parece que va a tumbar mi puerta, obviamente le grite avisando que ya le iba a abrir, no quiero más golpes por ahora, gracias. -Sabes...sin ti podría levantarme temprano sin problema alguno. —ruedo mis ojos dejándola pasar. —no necesito tus gritos a las siete de la mañana. -Si claro, haré como que te cre... ¡OH POR DIOS! ¿QUÉ TE PASÓ? —no terminó de hablar porque gritó asustada cuando me vio. -¿De qué o qué? —fruncí mi ceño sin entender, a veces me cuesta pensar tan temprano. —por favor no grites, me duele la cabeza. -¿Ya viste el moretón que tienes? Está más grande que el culo de la Kardashian... —nota mental...debo aprender a usar pijama «anotado mensa» gracias querida conciencia. -Ahhh...eso, no es nada ya ni me duele. —mentira duele horr
(......) Ian lleva más de media hora tratando de bajarme del auto y cómo no lo consiguió llamó a varios enfermeros y después de unas cuantas patadas que les di, pudieron bajarme y llevarme al consultorio, los odios. -¿Porque le tienes miedo al hospital? —me preguntó Ian colocándose a mi lado. —es un poco exagerado tu comportamiento. -¿Miedo yo? Puff...claro que no... —no, no es miedo, es terror a los hospitales. —solo no me gusta que me obliguen a cosas que no quiero hacer. -Vamos dime, esto se quedará entre nosotros. — ¡Ja! No estoy idi*ta para confiar en él. —no tengo porque contarle a nadie que te dan miedo los hospitales. -Buenos días, ¿quién voy a atender? —dijo el doctor entrando al consultorio, por suerte llegó a tiempo...o mejor dicho por desgracias. -A ella, doctor, trae un golpe en la costilla izquierda. —le dijo al doctor, me siento una niña de cinco años cuando habla por mí. -Suba a la camilla para revisarla y desabrocha tu blusa, por favor. —hice lo que me pidió el
*Narra Matt* Después de salir del departamento de Sheila, creo que así se llamaba, la conocí en un antro al que me llevó Ian anoche, él un gran amigo además de ser socio de la empresa que fundaron nuestros padres, espero heredar en cuanto mi padre se retire, pero lo dudo un poco ya que mi abuelo dio órdenes de que me entregaran todo en cuanto me casara y formara una familia...estoy jodido con eso. Ahora mi padre está en algo así como su luna de miel, cada cierto tiempo lleva a mi madre porque dice que es como recordar uno de los mejores momentos de su vida, esas son puras tonterías, en fin voy rumbo hacia mi casa pero tuve que parar en el semáforo y cuando miré a un lado una chica estaba cantando, por cierto lo hace horrible, no puede evitar reír, ella se dio cuenta y se puso roja, al principio pensé que le había dado vergüenza pero cuando la vi acercarse a mi pude notar que estaba furiosa, lo confirmé cuando sentir el líquido sobre mí, en serio esta chica está loca, no pude ni siqu
*Narra Allison* Después de salir del maldito trabajo le llamé, no demoró mucho en pasar por mí, ahora me encuentro en un hotel rumbo a su habitación, pero no quiero entrar...aun no estoy lista para verlo «cobarde» cállate no te metas. -¿Peque te quedarás parada frente a la puerta todo el día? —me dijo Marcus burlándose de mí. —tienes que enfrentar las consecuencias de lo que hiciste, además te salvaste por mucho tiempo. -No...solo quería preguntarte antes… ¿cómo ha estado, papá? —lo miré frunciendo mi ceño y rogando que no esté aquí. —ya lo sé, no estoy huyendo. -¿Por qué no se lo preguntas tu misma? —mi*rda...karma jódete, no puedo creer que me tocará trabajar en la misma empresa en la que Marcus estaría, lo peor es que sé que no terminará bien para mí. -Uhm... ¿y si mejor hablamos en otro lugar? —hace casi siete años que no veo a mi papá, de seguro me odia, aunque no lo culpo, me fui de casa, lo abandoné sin pensar en él. -No, anda no seas cobarde... ¿Allison? —me dijo burlándo
En el camino íbamos platicando de tonterías y ya después de diez minutos caminando llegamos a la casa de Troy, le dije a Tato que se fuera, pero insistió que se iba a esperar a que saliera alguien. Toque varias veces, nadie salió, aunque las luces y la televisión estaban encendidas, ya que sabía dónde está la llave abrí la puerta, me asuste al ver ropa de Troy tirada en las escaleras así que subí rápido a su habitación, al llegar al pasillo de su habitación había un... ¿sostén? Iba a tocar la puerta, pero escuche gemidos...sentí mi corazón volver a romperse en miles de pedazos...me arme de valor y abrí la puerta sintiendo otra punzada al ver a la que se supone era mi mejor amiga debajo de mi novio...ella me miró sonriendo para después susurrarle al odio algo a Troy lo que hizo que volteara a verme sorprendido, pero luego me sonrió cosa que me hizo enojar. -¡ERES UN IMBÉ*IL Y TÚ ERES UNA P*TA! —les grite mientras mis lágrimas no paraban de salir. —¿qué les pasa? ¿cómo pueden hacerme es
-Bueno lo que pasa es que estamos investigando la empresa de Matthew, por eso Marcus tenía que ir primero con él. —dijo mi papá sentándose a mi lado. —además fue un golpe de suerte que lo buscará para pedirle un favor. -Ah... ¿y él los llamó? —murmuré frunciendo mi ceño al ver a mi papá. — ¿qué favor le pidió a Marcus? —encaré una ceja al notar cómo se tensaron un poco. —quiero saber que quiere. -No, uno de los socios nos llamó diciendo que sospechaba que las cosas andaban mal, ya sabes, piensa que están en cosas ilícitas. —asiento despacio, aunque...no sé no creo que mi jefe sea de esos. —le pidió investigarte, tiene curiosidad por ti. -¿Y qué planes tienen? —la curiosidad me mata. —¿he? ¿curiosidad por mí? Espero no se te ocurra aceptar y si lo haces procura mentirle, no quiero que este enterado de mi vida, mucho menos de lo que me ha pasado. -Sonia se tenía que meter a la empresa a colocar cámaras y micrófonos, pero como ahora ya no será ella... —los miré levantando una ceja, es
Al salir vi el auto de mi jefe estacionado frente a la camioneta de papá y sonreí amplio abriendo la guantera del auto de Marcus, conociéndolo de seguro tiene una navaja y cómo lo pensé, si la tenía. -Hey... ¿a dónde vas con eso, enana? —me dijo Frank mirándome. -Solo voy a darnos más tiempo...y en serio debo de hacerlo si no quieres que un día de estos lo mate. —le dije mientras me acercaba al auto de mi tarado jefe. -Me gusta la venganza, así que rápido. —sonríe y se aleja un poco para ver que nadie se acerque. —hazlo ya, está todo despejado. -Es que es un idi*ta, en serio. —sonreí enterrando la navaja en las dos llantas del lado derecho y rayé la puerta un poquito, casi ni se ve. —esto es para que aprenda. -Creo que te pasaste un poco. —ríe Frank subiendo al auto de Marcus y yo hago lo mismo. —pero por lo que se dé él es bastante arrogante. -Neh...ni se ve. —solté una carcajada ya que el rayón es bastante grande. —es eso y mucho más, no lo soporto. Durante el camino estuvimos
Me desperté gracias a que me dio mucho calor, así que levanté un poco mi cabeza para ver porqué, me tuve que morder la lengua para no reír ya que Bryan tenía su cara en el trasero Jasón, Carmen estaba abrazando las piernas de Iván, Pedro abrazaba a Iván, Frank me abrazaba por la espalda y Marcus abrazaba mis piernas, mientras que nuestro adorado Padre estaba acostado en la cama, que hermoso...nosotros acá en el suelo el muy cómodo, en fin me iba a dormir de nuevo pero en eso vi que Iván movió su pierna dándole en la cara a Carmen, la cual se levantó de inmediato dándole un puñetazo a Iván lo que hizo que se levantara de inmediato pisando a Jasón y eso provocó que él le pegará con su trasero en la cara Bryan y esté se diera contra la mesa, no pude aguantar más por lo que estallé a carcajadas revolcándome en el suelo. -Te parece muy gracioso, ¿no? —me dijo Bryan haciéndose el enojado tomando un cojín y me dio con ella en la cara, obviamente esto no se va a quedar así, me levanté tomado