*Narra Matt* En la mañana cuando llegué, Ian me dijo que vio a mi secretaria Allison entrando a un hotel con Marcus, así que mi humor está de los mil demonios, estúpido Marcus se supone que lo contrate para que investigara sobre ella no para que quisiera conquistarla, necesito hablar con él y advertirle que no se acerque a ella...estaba metido en mis ganas de matar a Marcus que no me di cuenta de que Ian entró y me estaba hablando. -Matt...te he estado hablando y ni siquiera me pones atención. —me dijo Ian arrastrando la silla con enojo y se sentó de mala gana. — ¿en qué tanto piensas? -Discúlpame...estaba pensando en lo que me dijiste hace rato. —fruncí mi ceño mirándolo. —sobre Allison con Marcus, no me agrada que se vean. —apreté mis puños con fuerza. -¿Y qué piensas hacer con eso? —me dijo curioso y rodé mis ojos porque es más que obvio lo que haré. —no me hagas así, es ridículo quete pongas así por ella, ni la conoces. -Voy a advertirle a Marcus que si sigue acercándose a ell
-Escúchame bien, no quiero que me vuelvas a hablar de esa manera, ¡¿entendiste?! —le gritó mi jefe a esa, espero se ponga interesante, lo bueno es que puedo escuchar lo que dice porque están intervenidos los teléfonos. -Lo siento Matty, pero esa estúp*da secretaria de quinta me dejó mucho tiempo esperando y pensé que era ella no tú. —le dijo la bab*sa, de seguro es la oxigenada que llevó al restaurante. -No me interesa, sé que eres una vulgar, pero no tienes que hablarle así a MI secretaria, ¿entiendes? Y no me vuelvas a llamar. —le dijo mi jefe bastante molesto, creí que yo era grosera pero esa bab*sa me gana. -Sí entiendo, pero ella n... —ella no termino de hablar porque mi jefe le colgó.... ¡Ja! ¡Punto para Allison! Guardé el audífono para ponerme a trabajar, así lo hice hasta ver que era la hora de la comida así que me levanté tomando mi bolso, pero mi jefe se acercó. -Quiero que cada uno de estos diseños los guardes con su información correspondiente y los lleves a los ingenie
Me desperté porque alguien estaba tocando la puerta como si se fuera a acabar el mundo, así que me levanté a regañadientes y abrí encontrándome a Pedro enojado, no recuerdo haberle hecho algo... ¿o sí? -¿Qué pasa? ¿Por qué esa cara? —le pregunté mientras me hacía a un lado para que pasara y miré la hora gruñendo, apenas serán las once y yo necesito dormir. -¿Qué pasa? ¿Qué pasa? ¡No te hagas la que no sabe! —me gritó... ¡quién m****a se cree! ¿de qué me perdí? —es que no puedo creer que no me dijeras nada, es una traición. -¡No sé de qué mie*da hablas! ¡Y no me vengas a gritar, idi*ta! —en serio me enoja que me griten. —no vengas a gritar a mi casa, no te traicioné, así que deja el drama. -¡Agh! ¿Es que por qué no me dijiste que corres y peleas? —mie*da... ¿cómo se enteró? —no te atrevas a negarlo, porque ya lo sé todo, debiste de decirlo. -¿Cómo mie*da sabes eso? —jod*r no quería que ellos supieran eso. — ¿se atrevieron a investigar mi vida? Les dije que no lo hicieran , no tiene
-Listo señor, ya nos podemos ir. —en cuanto le dije eso, él salió y nosotros lo seguimos. Al llegar abajo Pedro metió la maleta en la cajuela, después se acercó a mí y me besó obvio le correspondí, aunque fue extraño, nos separamos gracias a que alguien me jaló del brazo y me aventó dentro del auto... ¡me aventó, no lo puedo creer! — ¿Por qué hizo eso? —le dije enojada, quien se cree que es. -Se hace tarde cómo para que esté perdiendo el tiempo con sus cursilerías. —de alguna manera tengo que quitarle esa manía de gritarme, en todo el camino no le dirigí ni una sola palabra me dediqué a ver por la ventana, aunque no hubiera nada interesante. Al llegar entramos al aeropuerto, al parecer iremos en el avión privado de la empresa. Subimos en el avión y nos atendió una azafata la cual no le quitaba la vista a mi jefe y él no se quedaba atrás, se la tragaba con la mirada, es un bab*so, estúp*do, imbéc*l, idi*ta, pend*jo ¡agh! ¡Okey ya me calmo! «No le des más importancia Allison mejor vete
Se supone que le dije a mi jefe que renunciaba, así que en cuanto llegamos al aeropuerto me bajé lo más rápido que pude para tomar otro vuelo, pero el muy imbéc*l me cargó metiéndome a la camioneta y dijo que no aceptaba mi renuncia ya que había firmado un contrato, ahora que lo pienso ni siquiera recuerdo qué decía ese contrato, pero no tengo cabeza para eso, en estos momentos nos bajamos de la camioneta, casi me da un infarto, porque es el hotel de Antonio. Tantos malditos hoteles y tenía que ser el suyo, ¿en serio? «¡¿Mie*da por qué a mí?! Sé que me he portado mal, pero vamos no seas así karma» Saqué de mi bolsa unos lentes y me solté el cabello, ya que lo traía en una coleta. Mientras estaba en mis pensamientos de cómo mie*da le voy a hacer para que Antonio no me vea, lo único que alcancé a escuchar fue "su suite ya está lista" Se supone que son dos habitaciones, no una. -¡ESPERE! ¡¿QUÉ?! —grité mirándola, casi dejé sorda a la recepcionista, pero no me importa. —me repite por fav
*Narra Allison* ¿Ustedes han tenido esos momentos en donde no sabes que decir? ... por un momento la mente se bloquea y no puede pensar en nada. Eso es lo que me está pasando en estos momentos, no sé qué decir o hacer, una mala mentira y creo que cualquiera de los dos me va a matar, en frente de mí está Antonio él es, ¿cómo decirlo? ...digamos exnovio y ex socio de algunos negocios que terminaron muy mal, ¡también está mi jefe! Es quien me preocupa porque tiene una cara de querer matar a alguien, pero no sé si es a Antonio o a mí. -Te estoy esperando, ¿cómo es que conoces a Antonio Bradley? —dijo mi jefe y mordí mi labio inferior nerviosa, no quiero decirle quién es, no me conviene hacerlo, eso me traería demasiados problema. -Eee...bueno lo...lo conozco desde hace tiempo y ya. —lo sé, lo sé patética, pero Antonio me mira cómo si me quisiera matar, mi cerebro no reacciona. -Te pregunté que cómo es que lo conoces, no desde cuándo. —me dijo entre dientes y cuando apenas le iba a cont
En estos momentos me gustaría seguir a lado de mi estúp*do jefe, aunque me regañe cada 5 minutos creo que es mejor que estar aquí, a lo que me refiero es que tengo en frente a Antonio, si no me falla mi sexto sentido me quiere partir en mil pedazos y eso no es bueno, estoy muy joven para morir. -Te extrañe. —murmuró mirándome algo ¿triste? ... no me lo esperaba, ¿será una trampa? ¿Se estará muriendo? ¿por qué me extraña? —amore mio…no me mires así, en verdad te extrañe. -¿Wtf? Pensé que me dirías "m*****a perra vas a morir" o "te voy a partir en pedazos hasta que mueras de dolor" —fue estúp*do decir eso, pero no lo pude evitar, lo que dijo me sorprendió. —no que me extrañas, ¿cómo por qué hacerlo? -No creas que no o pensé, pero no te puedo hacer daño a pesar de lo que me hiciste. —se paró en frente de mí y tragué saliva mirándolo a los ojos al sentir su mano acariciar mi mejilla. —amore mio, sei così bella. —siento algo de nauseas cuando me llama “amor mío” -Eee... sobre eso...ya t
¿Pueden hacer que se apague ese maldito ruido? En serio solo quiero dormir, ¡me siento fatal! Y esa cosa no deja de sonar, es cómo esas cosas que están en.…en los... ¿hospitales? Mi corazón creo que se quiere salir de mi pecho al pensar que estoy en un maldito hospital, pero mejor me calmo porque eso no puede ser, yo que recuerde estaba en el estacionamiento «¿no crees que sería mejor quitarte de dudas abriendo los ojos?» ¿y tú te puedes callar? yo los abro cuando quiero, estúp*da conciencia, ¡que por cierto no sirves para nada! Abrí los ojos y casi se me salen al ver que si estoy en el maldito hospital. ¡SÁQUENME DE AQUÍ! En cabeza era lo único que gritaba porque ni siquiera me puedo mover, además ese ruido cada vez se escucha más haciendo que ponga más nerviosa, ¿ustedes no le tienen fobia, pánico, terror o lo que sea a algo? Porque yo solo a los malditos hospitales, me estoy desviando del tema, respiré profundo quitándome todos los cables que tenía puesto y me levanté de la cama, co