—¡Más... Josh... Por favor!—¡Jo.der, me encantas! —estaba penetrando a esa chica como si no tuviese un final, la había conocido pocas horas antes en un restaurante, estaba aburrido y le di mi telefono.Cómo siempre la llamada llegó pronto y yo solo tuve que darle la dirección de mi apartamento. Llegó sin ropa interior y... sin ropa. Solo traía un abrigo que cubría su cuerpo y unos tacones rojos que contrastaban perfectamente con esa gabardina. Se me seco la garganta, pero me lance sobre ella sin remedio.—Mmmmm, eres... salvaje.Poco o nada me gustaba que las chicas hablaran cuando tenía sexo, pero es que esta tenía algo que me gustaba, sus labios, sus ojos, me estaba absorbiendo.—Yo...—Shhhhh.La senté en el sofá y le abrí las piernas, metí mi boca de lleno en su humedad y jugué mucho allí, sus gemidos, sus manos tirando de mi pelo y mis manos apretando sus muslos, todo era excitante y delicioso.Pero no dejaba de ser nada más que sexo, no había nada más que el placer de correrme
Mirar a Kikky a los ojos era la única cosa que yo necesitaba para saber que todo estaba bien, ella tenía ese poder de definir mi día con una sonrisa y ahora estaba Tammy que trepaba sobre la incómoda cama de mi amada cada mañana en busca de un abrazo de mi parte.—Sabes que no voy a resistir mucho más esto.—¿De qué hablas? —preguntó risueña, logrando que su respiración volviera a la normalidad.—En un par de minutos esa pequeña va a entrar como un torbellino se va a abalanzar sobre mi y mi pobre espalda ya no puede más.—Pero eso es porque eres un anciano, no porque mi cama sea incómoda —se estaba levantando de la cama cuando la tome con fuerza y la pegue a mi pecho.—¿Entonces te parezco viejo? —la bese—. Porque hace un rato te escuchaba gemir como si...—Cómo si me gustara —su nueva carcajada me irritó.—Estas probando mis límites, Kikky.—Esos ya los conozco.Después de esa honesta respuesta la pegue a mi pecho y la abracé con fuerza. Era obvio que mi falta de límites, la había da
El eco de mis pasos por la casa llenaban de vida aquel lugar.Moderno, vanguardista, demasiado geométrico y no se sentía como un hogar.—Este no es.—Pero Julián esta casa es…—Te dije que no. Busco un hogar, no la casa que vas a publicar en una revista de arquitectura. —De acuerdo.—¿Cuántas casas nos faltan? —5.—¿5? ¡Es una locura, dejame ver la lista. —No.—Soy tu jefe, condenado mocoso.Arranque la lista de las manos de mi loco asistente y mire con detenimiento la ubicación, tamaño, composición y finalmente levanté mis ojos con una amplia sonrisa. —Es la tercera en la lista.—¿Cómo lo sabe? Ni siquiera la hemos visitado.—Y no tengo todo el día. Además es la única que tiene jardín, si quiero hijos, más hijos, voy a necesitar uno muy grande y esa es la que tiene el más grande. —¿Los baños? ¿Las habitaciones? ¿la cocina? —Todo cumple, vamos a verla.—Julián, usted es un hombre muy terco.—Deja de hablar, insolente.—No le gusta que yo le diga la verdad.—¿Qué quieres? —me det
Vivir juntos se sentía como un sueño, Julián se sentía cada día más y más pleno junto a sus dos mujeres.No había nada sobre la faz de la tierra que el hombre no estuviese dispuesto a darles a ellas si es que ellas lo pedían y también estaba listo para luchar por su amor con Kikky, que cada vez estaba más esperanzada en que al fin tendría lo que siempre soñó una familia.Y no, en ese momento no habían sin embargos, ni peros, ni nada que les afectara lo que vivían día a día, eran ellos tres contra el mundo.Aunque el mundo era realmente grande y a veces los enemigos eran peligroso y silenciosos.—¿Qué crees que haces?—Besar a mi mujer.—Es muy temprano, tu pequeña no demora en entrar por esa puerta.Pero a Julián le valía madres todo, porque estaba demasiado excitado y deseaba demasiado a su mujer.Lo que no sabía ella era que Julián llevaba meses preparando un regalo para los dos. Algo con lo que esperaba que su reacción se hiciera aún más profunda, porque en definitiva aunque no se
Todo estaba demasiado bien, todo era demasiado hermoso y perfecto, casi parecía una mentira, como un sueño dentro de una pesadilla.¿Pesadilla?!NO! esta vez ya no habían pesadillas.Casi, casi parecía que todo el pasado de Julián se había desvanecido entre las piernas y los brazos de Kikky y también parecía que el pasado de ellos dos era una amarga historia que ahora solo era un recuerdo.—¿Cómo estás?—No muy bien.—¿Qué sucede?—Tengo miedo.—Pero...—Es que no creí que estuvieras hablando en serio, Julián.La risa infantil de ese hombre de casi dos metros, rubio y acuerpado no parecía real. Era como un niño travieso.—Eso te pasa por no confiar en mi palabra.Kikky le dio una mirada confusa, Julián realmente no supo cómo interpretar aquello.La verdad es que Kikky estaba profundamente enamorada y confiaba ciegamente en julián, ¿no podía darse cuenta aquel hombre terco?No era tan dificil de ver, que ella sería capaz de dejar de vivir 3 vidas por él y si las vidas se le acababan la
—Señor, acá está lo que pidió.El asistente de Julián traía entre sus manos un pequeño sobre negro.—¿Es todo? ¿Nada más? Es imposible...—Es todo, busque por todas partes, pero... Fue más dificil de lo que creí.—¿Por qué?—En realidad creo que algo más grande está detrás de esto, todos las pruebas se perdieron por casualidad, otras se dañaron en el proceso y... Eso es todo lo que quedó —el chico señaló el pequeño sobre negro.Julián y el mantenían una relación que no parecía muy cercana, pero eran bastante unidos, después de todo ese chico fue el único que soporto a Julián cuando Kikky se perdió de su vista y fue también el único que logró ponerle un alto a sus borracheras y constantes cambios de humor.—Voy a revisar el contenido y...—No es normal —los ojos del chico le decían claramente a Julián que algo no estaba bien—. Más parece que alguien altero todo lo que estaba allí.—¿A qué te refieres?—Creo que... Intentan incriminarlo y por eso los abogados de...—Se pusieron en contac
Julián observo al hombre con detenimiento, su experiencia con la vida le había enseñado a no dejarse llevar por las primeras impresiones, pero ciertamente ese hombre era peculiar. Desde la pipa en la que fumaba tabaco hasta el divertido gorro que llevaba puesto.—¿Qué es lo que sabe? ¿Por qué el padre de Victoria quiere re abrir el caso?—Ese hombre es... Diferente, su único objetivo es destruirlo y si no lo detiene ahora, lo va a lograr.—¿A qué se refiere?—Hace poco menos de un año, justo cuando a su vida regreso su antigua asistente, Kikky, él hombre me contacto, me pidió que buscará todo lo que pudiera en su contra, negocios ilegales, muertos bajo la alfombra, algo que lo incriminara en el lugar y hora incorrecto, pero...—No encontró nada.—En efecto, no encontré nada, así que el me propuso investigar de nuevo el accidente de su hija y lo que encontré no le agrado para nada.—¿Qué fue...—Su hija no murió por el accidente, ella... Estaba enferma, muy enferma y regreso al país par
Julián miraba a Kikky que estaba llevando a la pequeña Tamy en brazos hasta la piscina.—Señora —la encargada de la casa llegó junto a Julián y lo saco de su detallada observación—. Su auto llego.Julián tenía un nudo en la garganta, esa mañana se había despedido de Kikky, le había hecho el amor como nunca antes fue capaz de hacerlo, devoro cada rincón de piel y cuando ella se puso a llorar por la conmoción de la situación solamente pudo abrazarla y brindarle calor y unas palabras que tal vez lograrán reconfortarla.—Te prometo que será rápido.—Ya te dije que no es necesario todo esto.—Claro que lo es, intento envenenarte.—Lo se, pero si nos separamos ahora, él entenderá eso como si le tuviéramos miedo.—Y lo tengo —Julián fue contundente en su respuesta.—Yo no —dijo con fuerza, lo que a Julián le pareció demasiado tierno y río—. Lo digo en serio.—Kikky, el no es como yo, el no usa su poder para solo trabajar y adquirir más y más negocios o hacer obras de caridad, él es una person