Después de ver mi insignia intenté abrir su descripción, le daba inmortalidad a mi personaje, más aparte de los 200,000 puntos que ocupaba para subir de nivel y poder al fin alcanzar las ligas mayores ¡Podre competir y ganarle al creador! ¡Le ganare al Errante!

   De la nada llega una notificación a mi bandeja, ¡¿Qué?! ¡No puede ser!

Al día siguiente en el campus de la Universidad de Columbia…

- ¡René!, ¡Date prisa que llegaremos tarde! – grita una chica de cabello castaño algo alborotado.

- ¡Tranquila Catherine! – le grito mientras intento acomodar los libros que llevo sobre mis manos.

- Pero ¿Qué te ha ocurrido?, ayer te desapareciste del mundo entero – me pregunta al estar a su altura.

- Nada que me han despedido el Señor Hunter – digo desanimada.

- ¡¿Te despidieron de nuevo?! – me pregunta sorprendida.

- ¡Sí!, ayer me dedique a buscar un empleo nuevo, y a ocultarme del tío Peter que sabía que llegaría ebrio – 

- ¿Acaso ese hombre nunca te dejará tener tu propia vida?, deberías hacerme caso y venir a vivir conmigo al departamento con las chicas – vuelve a insistir sabiendo que me negare de nuevo, nunca he sido buena socializando.

- ¡Sabes mi situación! Y también cuantas veces he intentado huir de la casa y me vuelve a encontrar, al menos en lo que… ya sabes – 

- Si, si, lo has dicho cientos de veces, pero no por esperar a que se quite esa cláusula en el testamento de tu madre debes estar de esclava de tú tío – respiro profundo, sé que ella tiene razón.

  Entramos a clases para al salir dirigirnos a la biblioteca, tome un computador al igual que Catherine donde me empezó ayudar a conseguir un nuevo empleo, busque de nuevo en la plataforma de ayer, pero nada en especial, en mi área solo puedo ver que ocupan más hombres que a mujeres.

- René no tiene sentido esta búsqueda, ¿Por qué no esperas al siguiente ciclo para comenzar tus practicas? – 

- Ya las he retrasado mucho Catherine, quiero desarrollarme en mi campo y ganar experiencia – me recargo sobre el teclado.

- Te entiendo, o puedes postularte directo a alguna empresa que te interese –

- No suena nada mal, pero aun no decido en cual jaja –

  Comenzamos a bromear cuando de la nada veo como mi amiga Catherine entra a la página de Fire Intercontinental Corp.

- ¿Qué estás haciendo? – le pregunto algo ingenua.

- ¿Qué? ¿Acaso no te gustaría hacer tus prácticas en la mejor compañía de software y videogame del norte de los Estados Unidos? – me pregunta en tono irónico, Catherine sabe sobre mi vicio sobre los videojuegos y mi vida cibernética.

- ¿Es broma verdad? – le digo asomándome un poco a su monitor.

- No, de hecho, mira, tienen vacantes públicas – 

- ¿He? – no puedo creer que nunca se me ocurrió buscar empleo de tal manera.

- ¡Mala suerte René!, todos son puestos para hombres – el solo escucharlo me hierbe la sangre, ¿Acaso nunca han visto a una mujer trabajar en marketing?

- A veces pienso que me equivoque de carrera – digo en un tono triste.

- ¿O que te equivocaste de género al nacer?, bueno al menos el nombre lo tienes, pero te falta lo demás jaja – comenta divertida mi amiga.

- ¿De qué hablas? – pregunto confundida.

- ¿De qué tienes nombre neutro?, que más que neutro lo tienen más hombres que mujeres, jaja cualquiera que escucha tu nombre antes de que te presenten piensan que eres un chico jaja – 

- ¡Catherine! – digo molesta.

- ¡Solo te faltaría que te vistieras de chico para ser uno! ¡Y sin necesidad de cambiarte el nombre! jaja – continúo siendo la burla de mi mejor y única amiga, aunque…

  Me levanto en silencio tomando mi mochila y libros para dirigirme al baño sin decir palabra alguna, la idea que me ha brotado gracias a Catherine no deja de darme vueltas en la cabeza.

- ¡Oye a dónde vas René! – me grita mientras cierra veloz mente las pantallas en ambos computadores para luego seguir tras de mí.

  Entro rápido al baño viendo que no se encontrara ningún cubículo ocupado, dejo caer mis pertenencias sobre el lavabo, en lo que escucho como entra corriendo Catherine.

- ¿Qué te pasa? ¿Por qué saliste corriendo? – intenta tomar un poco de aire.

- Es inútil – digo mientras intento levantar mi cabello rubio rizado en una clase extraña de coleta.

- ¿Qué cosa? – me mira curiosa mientras intento acomodar mi cabello.

- ¡Pues lo que dijiste! – le grito.

- ¿Lo que dije? – sigue sin comprenderme.

- ¡SI!, en hacerme pasar por chico – solo puedo ver como los ojos de mi amiga me miran completamente atónitos.

- Oye estaba bromeando, no era para que te lo tomaras enserio –

- ¡No! ¡Es que es la solución! – sigue sin comprenderme.

- ¿Cuál solución? –

- ¡Sí!, si logro conseguir hacerme pasar por un chico, podré conseguir las practicas sin problema, y al tío Peter le será difícil encontrarme y no los obligará a despedirme – 

- ¡Estás Loca René! ¡Te puede encontrar solo con decir tu nombre! – me grita asombrada.

- Puede ser que sí, pero al momento de decirle que no soy una chica le será más complicado – 

- ¿Y si termina al revés? Y termina delatándote que eres una chica en realidad – me dice cruzándose de brazos.

- Puede ser, pero tampoco tiene porque enterarse de donde iré a trabajar – 

- ¡Estás loca René! – 

- Lo sé, pero al menos por el momento es una opción –

  Luego de no poder convencerme de retractarme, Catherine me acompañó a un salón de belleza donde dejaron un poco más corto mi cabello, a decir verdad, nunca he tenido mis rizos más allá de mis hombros, así que a nadie le llamará la atención que lo haya rebajado un poco más, solo será cuestión de darle forma hacia atrás, de nunca volverme a maquillar, aunque por mi situación, nunca me ha gustado arreglarme de más, solo lo que es mi look natural, no he querido llamar la atención de los asquerosos socios del tío Peter, y o sorpresa al terminar la estilista, me asienta muy bien a mi fino rostro el corte.

  Saliendo del lugar nos dirigimos al departamento de Catherine, sus compañeras al ser también universitarias se encontraban en clases o trabajando, estábamos solas las dos, me prestó su baño para quitar los residuos de cabello, al salir me prestó un par de vendas, tenía que ocultar un par de asuntos que pudieran delatarme, no soy muy desarrollada en ese sentido, mi cuerpo siempre ha sido delgado y fino, con unos pares de vueltas de vendajes quedo perfecto, además también me dio una camisa abotonada color blanco que había olvidado uno de los novios de sus roomies, me quedo a la medida, Catherine con ayuda de unas lociones quitó por completo los pocos residuos que quedaron de mi maquillaje, esperé a que secara mi cabello y usando un poco de fijador fui buscando un estilo que hiciera pasar desapercibido que soy una chica hasta que lo logré acoplando todo hacia atrás dejando únicamente marcados mis rizos.

- ¡No puedo creerlo! – me mira por detrás del espejo asombrada.

- ¿De verdad soy yo? – digo sin creerlo todavía.

  No podía creer que ahí estaba yo, o bueno el nuevo René, se pudiera decir que soy hasta atractivo, chico rubio de buen ver con piel blanca y ojos azules muy expresivos. 

  Divertidas por todo aquello que hice tan inesperadamente, comenzamos a tomarme fotografías con algunas poses como si de verdad fuera un chico.

- Si André me viera contigo, ¡De verdad pensaría que si eres un chico! – me dice divertida pensando en la reacción de su novio.

- ¡Cathy!, ¡Se moriría de celos! jajaja – seguimos jugueteando para después tomarme una última foto formal para mi solicitud de empleo.

  Me postule en diferentes empresas grandes como me dijo Catherine, también encontramos una plataforma de empleos donde publicas tu perfil y las empresas interesadas buscan a los candidatos con ciertas características, ¡Espero encontrar algo!