Conforme avanzó la mañana estaba indecisa si aceptar la oferta o continuar vagando buscando otra oportunidad, ¡Decídete René!
Cuando le conté todo lo ocurrido a Caty omití el nombre del CEO, le dije que era una empresa pequeña que instalaron sus oficinas ahí mismo, pero que la paga era buena y me respetarían los horarios de la universidad, y pues mi gran problema, ¡El CEO insoportable!
- ¿Cómo que no ha sido amable? - grita sorprendida Caty.
- Como lo oyes Caty, fue muy apático, pero fue demaciado extraño todo - digo mientras me recargo sobre la mesa de trabajo.
- ¿Cómo extra&ntild
No puedo creerlo, ¡El CEO estaba…!¡Cálmate René!, ¡Es obvio lo que viste!, intentó frenar mi mente y mis pies conforme voy bajando aquellas pulcras escaleras hasta llegar a la cocina.Me detengo frente a un pequeño pasillo donde al fondo se distingue una puerta de color blanco, al acercarme decido abrirla topándome con la sorpresa de que es un baño de visitas.Me detuve frente al lavabo donde me decidí a lavarme un poco la cara para despertar del shock en el que me encontraba. De repente un aire de desconsuelo me recorrió la mente, las imágenes de mi nuevo jefe y su amiga volvieron a mi mente haciéndome sonrojar al verme en el espejo, fue como si ambos fuer
Valla día, lo que no podía faltar. Después de mis insistentes llamadas Sabine me regreso el par de llamadas que le hice, llegó a la hora pactada como siempre y descargué la ansiedad que me ha provocado todo esto, pero en pleno acto tenía que aparecer este entrometido. Gracias a Marion ahora tengo está niñera, pero eso sí tiene que tener claro, aunque tenga que aguantarlo a la fuerza no quiere decir que tenga que invadir mi privacidad. Continúo molestó por lo que ocurrió hace unos momentos, irrumpió en mi habitación mientras disfrutaba mi encuentro con Sabine, o mal pasaba, con el tiempo todo se ha vuelto rutinario, ella viene, tomamos un par de copas y solo unos minutos después terminamos en mi cama, sin palabras cursis, sin perder el tiempo vamos directo a
Salí corriendo de aquel edificio, ¡No pudo haber pasado! Unos minutos antes... Había recibido la llamada de Marion, estuve a punto de no responder el teléfono del departamento por miedo a que se molestará el CEO. Durante toda la tarde me la pasé apenada viendo en mi mente cada escena de aquella habitación ¡Ese hombre es jodidamente perfecto!, pero volviendo a lo mío, no me ha dejado hacer nada, así que cuando sonó el teléfono platicando con Marion supuso lo mismo, que el CEO solo me ha dejado aquí botada sin hacer nada, así que me dejó irme por el día de hoy. Algo aliviada me dirijo a la habitación de mi nuevo jefe quien se que se molestará porque suba, pero es más descortés no despedirme, así que con mucho valor recorrí aquellas escaleras y pasillos prohibidos hasta que al llamar a la puerta y no recibir respuesta, abrí lentamente viendo que se encontraba dormido. Sumido en un profundo sueño me acerque lentamente hasta que por accidente no vi que había un par de vidrios rot
Luego de correr a mi odiosa hermana, quien al parecer me ha obedecido pues ya no se escucha ruido ni pasos por mi departamento, por lo que quiere decir que el chico rubio se ha ido también, ni su nombre me ha interesado aprenderme. ¡Al fin paz!Aunque no canto tanta victoria, me golpeó la cabeza con quién sabe qué diablos ¡Me está estallando!Decidí conectarme a la página del juego, supongo que no estará conectado de nuevo esa "Ranita", justo cuando necesito entretenerme no aparece.Mi ansiedad aumenta al no encontrar nada interesante, solo veo las mismas tonterías de nerds, premios, concursos, avisos, uno que otro competidor que presume sus insignias ¡Que abu
Día del baile…La hora se iba acercando cada vez más rápido, hice todo tipo de ideas para poder librarme de ir a ese horrendo lugar, todos mis planes se fueron abajo.En un grito desesperado ayer por la tarde, invité a Caty a pasar conmigo el día, creí que sería un buen pretexto decir que estaba ella de visita por algún trabajo de la universidad, aunque es muy tonto, el tío Peter nunca le ha importado nada que tenga que ver con eso ni con nada que sea relacionado a mi vida, pero es uno de mis últimos intentos, el que sigue será arrojarme por las escaleras para quebrarme un pie.Al acercarse la tarde, el tío Peter llegó buscándome para asegurarse de
Y sí, era él, no podía creerlo, Will estaba entrando con Rachel quien lucía un elegante vestido color vino, él la llevaba del brazo y por su expresión era evidente que ella lo había obligado a venir."Tienes que esconderte rápido Taylor…""Will no puede verme aquí…"Intento mantener la calma y doy la espalda a esa entrada, volteo a ver a Caty quien sigue fascinada en las nubes bebiendo un par de copas que le ha quitado a un mesero que iba pasando.Caty, ¿Me acompañas al tocador? - le digo intentando mantener la calma.- ¡Claro!, Si así es el salón, no me quiero imaginar
Y así fue como me vio por primera vez a la verdadera René. Mi cabeza estaba a punto de estallar, esta noche han pasado demasiadas cosas, mi pobre cuerpo no puede aguantar tanto.- ¿Te encuentras bien? – sus palabras se desvanecían en el aire, no sabía cómo reaccionar… - ¿Me escuchas? – no sé qué hacer, si digo algo y él reconoce mi voz. – ¿No puedes hablar? ¿Oye? –Estoy cansada de todo esto, estoy completamente empapada, tengo frío…- ¿Oye? – sigue gritando.Esto no es real, William O’Ryan jamás saldría a la calle,
Voy saliendo de tomar la ducha que necesitaba con urgencia, Katy me había prestado una de sus pijamas, por lo que me disponía a intentar dormir. Son alrededor de las 4:00 Am, ¡Dios!, ¡Que noche!... Mientras terminaba de secar mi cabello, aun en oscuridad de la habitación de Katy quien dormía profundamente en su cama, me acerque a la ventana, me fascina ver las luces de la ciudad. Comienzo a recapitular todo, había ido obligada por el tío Peter a un baile donde conocí al anciano socio suyo con el que quiere que me case, por eso fue que estaba tan tranquilo y accesible de que me acompañara Katy. Cuando descubrí todo en la primera oportunidad que tuve, salí corriendo por la puerta del servicio hasta llegar a la calle donde perdí mis zapatos. Cuando llegue sin quere