¿Qué creen de esta historia mis queridos lectores? Es emocionante leer sus comentarios y opiniones, me llenan de ánimos Tengan un lindo día Bris
En estos días, Gabriel está muy preocupado. Aunque no me ha dicho nada, puedo sentirlo y verlo. Por otro lado mi padre está empeñado en descubrir si Salvatore es realmente su hijo, y apenas he podido ayudarlo debido a la enorme cantidad de trabajo que tengo. Mañana haré algo al respecto. Por mi parte, sigo lidiando con un sueño insoportable. Apenas puedo mantenerme despierta y me duermo en cualquier lugar. No sé qué me está pasando. Decido tomar un baño y luego me acuesto desnuda en la cama. Estoy sola y solo tomaré una siesta, luego me vestiré. Unos besos, que recorren mi cuerpo me despierta, abro los ojos y me encuentro con Gaby, que me besa todo mi cuerpo.—Gaby, ¿qué haces? — pregunto apenada y me tapo corriendo con la sábana.—Eve, estás hermosa, déjame verte cariño. Casi olvido como eres, no me dejas verte linda. Hueles rico —me suplica con cariño.—No, no quiero que me mires —reacciono aterrada. — ¡Mi cuerpo es horrible! No me dice nada como otra veces que se empeña en conv
He gritado como si mi alma se desgarrara. El dolor y la traición se mezclaron en mi pecho, causando una tormenta de emociones que amenazaba con consumirme por completo. Mis ojos se llenaron de lágrimas y mi corazón latía desbocado, incapaz de aceptar lo que mis ojos veían. La confusión y la ira se apoderaron de mí. Sentí un nudo en la garganta, como si el aire se hubiera vuelto denso e irrespirable. Mi mente se llenó de preguntas sin respuesta y mi cuerpo temblaba con la intensidad de mis emociones. No podía creer que la persona en quien confiaba plenamente me hubiera traicionado de esta manera. La sensación de ser apuñalada en el corazón era abrumadora. Me sentí vulnerable y herida, como si todo lo que creía saber sobre el amor y la confianza se hubiera desmoronado en un instante.—¡Gabriel! ¡¿Qué crees que haces con esa chica?! Había gritado fuera de control. No sé por qué lo he hecho, pero me salió así. El dolor era tan intenso que sentí que mi mundo se derrumbaba a mi alreded
Ambos nos quedamos en silencio ante mi pregunta, dejando que las emociones fluyan mientras intentamos procesar lo sucedido. Aunque lo que ha sucedido nos demuestra lo frágil que esta falsa relación. Todo me parece ahora tan incierto y difícil, no sé si ambos estamos dispuestos a enfrentarlo todo juntos si hay una oportunidad de reconstruir lo que se ha perdido. Solo quiero escapar de este dolor y miedo a perder a Gaby. Él me mira en silencio con una gran expresión de dolor, cansancio y miedo en su rostro. —Te pregunto porque nunca lo hablamos —agrego. — Dime, ¿cómo está todo el lío de la empresa, los abogados? ¿Cuándo termina nuestro trato?—Todavía no hay nada seguro, Eve —responde suspirando. — ¿Te molesta tanto seguir casada conmigo? Ahora vamos a tener un bebé juntos. Dios Evelin, ¿por qué me haces sufrir así? ¡Yo sé, que tienes que estar molesta, por lo que crees que viste, pero yo no hice nada malo! —El bebé, no quiero que te obligue a nada —le digo.Quédate conmigo Gaby, no
Gabriel se ha quedado helado ante el grito de Evelin, le mira el rostro lleno de lágrimas, su expresión de dolor profundo, y su corazón se le contrae de tristeza. ¿Cómo pudo hacer sufrir a su adorada Evelin así? ¿Qué debe hacer ahora? ¿Cómo recuperar la confianza perdida? Piensa, en lo que ella sigue insistiendo, que no tiene derecho a reclamar, porque solo tienen un trato y es verdad. ¡Solo tienen un trato! Mejor dicho, dos. Se percata Gabriel. El primero: que ella lo ayudaría a recuperar la empresa. Un segundo: de ser amigos complacientes. Gabriel, se da cuenta de que nunca han establecido una relación formal, por lo que decide enfocarse en eso. Aunque entiende que ella se siente traicionada por lo que cree que presenció, está decidido a ganarse nuevamente su confianza y, eventualmente, pedirle que sea su novia.—Está bien, Eve. No voy a presionarte si no quieres creerme. Lo importante ahora es que te calmes, eso no te hace bien a ti ni al bebé. Amor, quiero que sepas que no h
Gabriel a pesar que le pido que no quiero que me cuente nada de lo que creo que vi que sucedió entre ellos, se empecina en hacerlo y eso me molesta mucho. ¿Por qué no puede entender que si me lo describe es peor? Al menos ahora tengo la duda, pero me aterra tener la certeza de que sí hicieron algo.—Perdón Eve, pero creo que, si te cuento todo, vas a estar más tranquila y sabrás que no te miento, y que no pasó realmente nada entre Maria Isabel y yo —insiste.—¡Gabriel D´Alessi! Por una vez, respeta mis deseos. No quiero que me expliques nada, porque esa es tu vida personal —me opongo firmemente—. Y aunque yo esté esperando un hijo tuyo, sé muy bien que fue mi culpa.—Evelin, no es justo culparte a ti sola. —dice muy serio y eso me gusta. — Ambos tenemos nuestra responsabilidad en esta situación. No soy alguien que evite sus responsabilidades, y estoy dispuesto a enfrentarlas. En esto no voy a ceder. No puedo permitir que siga creyendo que me vio besándome con Maria Isabel si no le ex
La sospecha y la paranoia empiezan a apoderarse de mí. Siento una mezcla de ansiedad y temor ante la idea de que nuestros planes hayan sido descubiertos. No puedo evitar preguntarme quién podría haberlo revelado y cuáles serían sus intenciones. Mientras avanzamos en el auto, me aferro a Gabriel en busca de consuelo y apoyo.—Gabriel, ¿tienes alguna idea de lo que está sucediendo? —le pregunto ansiosa, buscando respuestas en su mirada. —¿Papá te dijo algo más? —No, Eve. Tu papá solo me pidió que estuviera a tu lado y que todo se aclararía más adelante. No tenemos más información por ahora —responde Gabriel, con una expresión de preocupación en su rostro.—Todo esto es tan extraño y confuso —suspiro, sintiendo la tensión acumulada en mi cuerpo. Gabriel coloca una mano reconfortante en mi hombro y me mira con ternura, tratando de calmar mi nerviosismo y miedo.—No debes preocuparte, Eve. Debemos mantener la calma, especialmente por nuestro bebé. Todo esto le afecta también. Asiento co
No puedo continuar, porque comienza a besarme, mientras me acaricia suavemente. Cierro mis ojos, disfrutando de lo que me hace. Puedo sentir, como sus lágrimas mojan mi rostro. Lo estrecho fuerte arrepentida de haberle causado el sufrimiento de antes.—Eve, te amo, te amo —repita al tiempo que me besa desesperadamente. — No dudes de mi amor Evelin, jamás miraré a otra que no seas tú, te amo con todas las fuerzas de mi corazón y siempre lo haré —insiste una y otra vez y casi le creo. Puede que en verdad le guste así como soy —. Ahora vamos a ser padres Eve, quiéreme como yo te quiero a ti. No dudes de mi amor. Te haré feliz amor, te lo prometo, por favor, por favor… Continúa besándome suavemente, mientras desliza mi ropa dejándola caer en el piso. Yo cierro mis ojos, y me doy cuenta de que adoro sus besos. Sí, me gusta que me bese. Me gusta mucho que me haga el amor. No quiero que nunca deje de hacerlo. Quiero vivir mi vida entera con él. ¿Deberé creerle? Él no sería capaz de inventa
Estoy tentada a confesarle que no quiero que seamos amigos complacientes, sino una pareja verdadera. Pero no me alcanza el valor para hacerlo. Todavía, algo dentro de mi teme que se rompa esto que tenemos. Por lo que me quedo callada y hablo de otra cosa.—Gabriel, te agradezco lo que haces, pero me parece que no era necesario que me compraras tanta ropa, con el dinero que gastaste en eso, se pueden alimentar los cuatro refugios que estaba ayudando yo en América por todo un año—. Se debe haber gastado una fortuna en eso, esa tienda era super cara.—Puedo mandarle un cheque a cada uno, si eso te hace feliz—. Haré todo lo que quieras Eve, si te hace feliz, solo quédate conmigo.—¡Ese no es el punto Gaby! —Lo interrumpo no vaya a ser que cumpla con eso que dijo en la grave situación en que se encuentra. —¡Nunca me ha gustado derrochar dinero en ese tipo de cosas!—¿Quieres que las devuelva todas? —pregunta cándidamente.—¿Podemos hacerlo? —lo interrogo esperanzada.—Sí, claro que podemo