Estoy tentada a confesarle que no quiero que seamos amigos complacientes, sino una pareja verdadera. Pero no me alcanza el valor para hacerlo. Todavía, algo dentro de mi teme que se rompa esto que tenemos. Por lo que me quedo callada y hablo de otra cosa.—Gabriel, te agradezco lo que haces, pero me parece que no era necesario que me compraras tanta ropa, con el dinero que gastaste en eso, se pueden alimentar los cuatro refugios que estaba ayudando yo en América por todo un año—. Se debe haber gastado una fortuna en eso, esa tienda era super cara.—Puedo mandarle un cheque a cada uno, si eso te hace feliz—. Haré todo lo que quieras Eve, si te hace feliz, solo quédate conmigo.—¡Ese no es el punto Gaby! —Lo interrumpo no vaya a ser que cumpla con eso que dijo en la grave situación en que se encuentra. —¡Nunca me ha gustado derrochar dinero en ese tipo de cosas!—¿Quieres que las devuelva todas? —pregunta cándidamente.—¿Podemos hacerlo? —lo interrogo esperanzada.—Sí, claro que podemo
Vaya, este vestido me queda bien, es holgado y de línea recta. Tengo que felicitar a Estela. Y las sandalias, están muy cómodas. Mira que bien, se sienten muy bien, nunca me gustaron, pero realmente son confortables.Me haré una cola, tengo demasiado calor para andar con esta cantidad de pelo suelto. Sí, tengo una enorme melena de pelo negro ondulado. Lo mantengo largo por darle gusto a papá, es en lo único que se ha metido. Me rogó, que no me lo cortara cuando lo fui hacer. Sin mirarme en el espejo, termino de arreglarme. Odio los espejos.Salgo en busca de Gabriel, el sonido de su voz hablando con alguien por teléfono, me lleva hasta un hermoso jardín. Está discutiendo, no logro entender de qué se trata. Pero me parece que tiene un gran problema. Termina su llamada, al girar para entrar a la casa me ve esperándolo.—¡Estás preciosa, Eve! Y por primera vez, noto que le brillan los ojos. Y su rostro, está lleno de una agradable expresión de sorpresa, y no lo voy a negar, me gustó l
Tienes que hacer que te diga hoy todo Evelin, para poder sacar a esa María Isabel del medio. Esta es tu oportunidad de al fin saber que sucede con ellos.—Se trata de la seguridad de la empresa Eve. He descubierto, que tenemos serios problemas con ella —al fin comienza a hablar Gabriel. — Hemos sido víctimas del robo de información, si eso llega a saberse estoy destruido. Ya sabes, que las empresas como esta, que se basan en la tecnología, lo más importante es la seguridad. Si el usuario se siente inseguro, no compran nuestros productos.—Sí, sé muy bien de qué hablas. ¿Alguna idea, de quién puede estar detrás de eso?—Esos que acaban de salir, más el socio de papá, el señor Bambilla. Ya sabes, el esposo de mi ex.—¿Y cuál crees que sea su objetivo?—Pues, como se dieron cuenta de que en verdad estás embarazada, que somos una pareja normal. Que todo va a pasar a ser de mi propiedad. Parece, que cambiaron de plan. Yo, tengo la mayoría de las acciones de la empresa. Pero el socio de pa
Observo, como Gaby se pone rojo, se levanta y rodea el buró, respira hondo sin dejar de mirarme, y sin previo aviso, comienza a hablar de una manera muy intensa, empezando en un tono bajo y grueso, para irse elevando con gran vehemencia, me mira, gesticula, se toca su pecho. Estoy mirando a un Gabriel, que no sabía que existía. Es un hombre desinhibido, que en estos momentos, está sacando todo lo que al parecer, tenía escondido en su pecho. Estoy muy sorprendida, al punto de retroceder, ante lo que él se saca del pecho, y me lo muestra. —¡Evelin Rossi D´Alessi, deja de decir que eres fea, eres hermosa y yo estoy perdidamente enamorado de ti! ¡No me importa que no me creas, pero yo no te voy a dejar nunca, eres mi mujer, la madre de mi hijo! ¡Así, que deja de sentirte la mujer más fea del mundo! ¡No lo eres! ¡Y aunque lo fueras, te amo, te amo Evelin, por ser quien eres! ¡Una mujer maravillosa, llena de compasión y que ahora mismo, ha arriesgado todo por éste desconocido que te est
Sus palabras me reconfortan y me hacen darme cuenta de lo afortunada que soy de tenerlo a mi lado. Juntos, podemos superar cualquier obstáculo y construir un futuro sólido basado en el amor y la confianza mutua.—¡Yo sé, que voy a llegar a amarte, de la misma manera o más, que tú lo haces conmigo! Si es que no lo estoy haciendo ya —le repito sonriendo llena de la más inmensa felicidad que jamás pude imaginar que podría sentir. — Yo no sé lo que es el amor, todo lo que sé de eso, me lo has enseñado tú. Pero te voy a amar Gaby, y no quiero que te alejes de mí, quiero vivir el resto de mi vida a tu lado. Tener muchos hijos, crear una familia grande contigo amor. Sé que soy muy difícil, y tengo miles de problemas. Tú mejor que nadie los conoce, pero si me tienes paciencia…—Amor, gracias —me interrumpe. — Te amo tanto Evelin, que no sabes lo feliz que al fin me haces al decirme eso, no me importa nada, solo que me ames —dice besándome suavemente en mis labios. Ahora me doy cuenta cuanto
Y mientras miro el anillo en mi dedo, sé que esto es solo el comienzo. Hay tantas aventuras, tantos momentos maravillosos por venir. Y no puedo esperar para experimentarlos todos con Gaby a mi lado.—Ja, ja, ja…—, río alegremente, reflejándome en su mirada—, está bien, llevaré uno en cada mano, si eso te hace feliz. Pero amor, soy tuya. Aunque no lo sabía, siempre lo he sido. Recuerdo que lo mencionaste cuando escuchaste a mi padre decir que había legalizado nuestro certificado de matrimonio en el hospital. ¿Ya me amabas desde ese día, Gaby?—Sí, Eve. Sentí una gran alegría al saber que legalmente eras mía, más allá de la empresa. Decidí que no te dejaría ir nunca, desde el momento en que giraste tu cabeza en el banco y dijiste que no habías dicho nada, que no encontrabas extraño que yo llorara. Me dije a mí mismo: "Gabriel, esta es la mujer que has estado esperando toda tu vida". No puedo explicarlo, Eve, pero en ese instante en que volteaste a mirarme, el sol del atardecer estaba d
"La ambición por lo que otros poseen no sólo empobrece el espíritu, sino que también oscurece la capacidad de valorar y cultivar las propias riquezas. La verdadera prosperidad radica en apreciar lo que uno tiene y en esforzarse por alcanzar los propios sueños, no los de los demás."Retrospectiva En la dirección de la empresa de Gabriel de A’lessi. Aún cuando su padre vivía sucedía la siguiente escena entre Franco D’Alessi y Ricci:—Franco, tienes que aceptar que no tienes de quien depender.—Rossi, ¿por qué dices eso? Mi hijo, solo está pasando por una etapa difícil. Pero tú mejor que nadie sabe, que él es muy bueno en lo que hace—Si, pero no sabemos cuando va a tardar esa fase. ¿Por qué, no lo casas con mi hija María Isabel?—No obligaré a mi hijo, a casarse con tu hija. Además, los dos sabemos que ella tiene un hijo con ese Román.—Por eso mismo, es que te estoy ofreciendo este trato. Yo pondré a disposición tuya toda mi fortuna, y Gabriel le dará el apellido a mi nieto. Sabes, q
Mientras Bambilla se queda pensando. Si Gabriel se casó con una millonaria, ninguno de nuestros planes va a dar resultado. Mejor, voy mirando cómo mover todo mi dinero. Y desaparecerme, antes que me agarren.—¿Qué te tiene tan pensativo Bambilla? — pregunta Ricci, junto a Esposito, entrando por la puerta.—Se acaba de ir de aquí Marino, dice que es verdad que está casado. Y al parecer con una mujer que tiene mucho dinero.—Es verdad que está casado. Pero la mujer no tiene dinero. Se trata de la hija de Salvatore Rossi, un doctor que tiene una vieja farmacéutica, que está casi al cerrar —. Explica Ricci tomando asiento.—¿De veras?—Sí, lo único que tienen son las propiedades esas. Al parecer, los padres donaron todo el dinero antes de morir. Solo, le dejaron esas dos casas y la fábrica.—Vaya Esposito, me asusté pensando que se había casado con una vieja millonaria. Ellos dicen que también cuando vieron las fotos. Pero habían investigado. Se ríen entre ellos diciendo que la chica