María Isabel enseguida le advierte que no le mencione a sus padres que lo sabe, pues escuchó la conversación escondida. De inmediato Fiorella le asegura que no se preocupe, que de seguro su mamá se lo dice. — ¡Estoy feliz porque viene, ya verán, nos divertiremos con Coral! Quiero verla y divertirme con lo que se va a armar si intentan casarla con un desconocido. Ja, ja, ja… ¡Cómo me voy a divertir! Aunque no conocen a Coral, permanecen un tiempo escuchando las historias que hace Fiorella de ella. Al punto que pasan casi toda la tarde hablando sobre ella. Ella cuenta que aunque ella le lleva cinco años, es igualita a ella, hasta el color de sus ojos los tiene igual. A Coral le gusta que le digan que parecíamos gemelas porque era verdad. Ella la adora y la imita en todo, se hace todos los peinados que ella, se viste igual hasta el más mínimo detalle.—Ya les digo, es mi copia, no les miento —asegura ella y busca en su teléfono para mostrarles— ¿Ven? Esta es Coral, no yo. Solo que ell
Fiorella la mira y le dice seriamente que debe quitarse ese miedo, porque Filipo solo la ha amado a ella y lo seguirá haciendo toda la vida. De eso puede estar muy segura. —¡Tú eres el amor de la vida de mi hermano! —le aseguró Fiorella.—Y tú de Salvatore.—¿Lo crees de veras?—¿No me digas que tienes dudas, Fiore? Con esas miradas cargadas de adoración con las que te mira siempre —le dice María Isabel—. Además, te trata como si fueras una flor.—Sí, eso a veces me molesta. Sobre todo cuando estamos haciendo el amor.—Ja, ja, ja, ¿el amor?—Sí, así le puse, porque no me vas a negar que es más que delicioso hacerlo.—Tienes razón, le pega el nombre. ¿Y por qué te molesta? ¿No te gusta cómo lo hace?—Sí, me encanta, pero a veces siento que se limita. Es como si tuviera miedo de lastimarme —le cuenta.—Pues coge la iniciativa tú, cuñi —sugiere picaramente María Isabel y agrega que en el sexo también pueden aportar muchas cosas—. Tienes que pedirle que te haga sentir más. Tú misma puede
Gabriel juega con Bianca encima de la cama mientras observa a Evelin, quien se pasea desnuda por la habitación tras haberse bañado. Sonríe al ver que ha ganado peso, y que poco a poco todas sus curvas, como él las llama, están regresando. Aunque aún está delgada, se ve más rellena, y su cuerpo bien formado ahora le parece el más sexy del mundo.— Gaby, deberías dejar de traerme dulces —dice ella deteniéndose frente a él, quien la observa complacido—, mira cómo estoy engordando.— Te ves hermosa así, Eve. Me gustas rellenita, no solo hueso y piel —responde sonriente, y ante la mirada de incredulidad de ella, añade—: Sabes que tus curvas me vuelven loco. Por favor, no adelgaces más, quédate así.— ¿Lo dices en serio, Gaby? ¿Te gusto así, rellenita? —pregunta Evelin deteniéndose un momento para mirarlo fijamente a los ojos—. ¿Gaby, era verdad al principio cuando me enamorabas con tus palabras?— Sí, Eve, a mí no me gustan las mujeres extremadamente delgadas —afirma él con seriedad—. No s
María Isabel tiene la mano en su cartera, empuñando el arma. No lo piensa dos veces. Ve cómo Filipo atraviesa a toda velocidad el campo en su auto, ya casi llega. Pero no lo espera, cierra los ojos, escucha un sonido y algo caliente la moja. Ella aprieta el gatillo, escuchando un gran impacto. Después, solo siente los brazos de Filipo, que la estrechan contra su corazón, mientras ella tiembla aterrada, aferrada a él.— ¡¿Estás bien, amor? ¿Estás bien?! —Oye la voz de Filipo muy lejos, mientras siente cómo la revisa y trata de limpiarle el rostro lleno de sangre. Se agarra de él llorando aterrada.— ¡Me quería matar, Chuki! ¿Lo maté, amor? ¿Lo maté? ¿Maté a una persona? —pregunta, con el miedo reflejado en su rostro, sin dejar de temblar.— ¡No, cariño, tú no lo mataste, lo hice yo! —explica Filipo sin dejar de limpiarle el rostro y mirar si no está herida—. Tu tiro no le dio, ya le había volado los sesos cuando tú disparaste, por eso estás llena de su sangre. ¡Por Dios, amor, muero si
Pasaron varios días de los acontecimientos de María Isabel y Fiorella. Filipo al final no se atrevió a decirle lo que había hecho en colaboración con la señora Pía que se reía feliz de ver que había dado resultado. La veía tan feliz mirando todas las obras de remodelación de la casa de sus padres, que prefirió dejarla en esa burbuja de felicidad, esperaría que ella sola se diera cuenta de que estaba embarazada para decirle. Al otro día había ido a buscar a la nana con Piero, y se mudaron ese mismo día, antes las protestas de sus padres. Fabrizio no veía la necesidad de que vivieran lejos, podía hacerle una casa al lado de la suya, decía. Pero él quería tener su propia casa, y familia. Aunque le llevaban a Piero todos los días, junto a la nana para que pasara el día con ellos seguro, y bajo la supervisión de Filipo, ya que la casa de sus padres quedaba dentro del área del negocio."Un amor para siempre"La exposición de Fiorella había sido un rotundo éxito. Cuando todos se habían ma
El ansiado día del desfile ha llegado. Desde el día anterior, no han dejado de entrar camiones trayendo una gran cantidad de mesas y sillas, así como muchas luces de colores. Todo es un gran revuelo. La gran alfombra roja termina en la entrada de la capilla, que ha sido bellamente adornada con flores. A un costado de la misma, se ubica una gran orquesta; al otro lado, un enorme coro de niños.El jardín está en pleno florecimiento, por lo que el perfume de las flores es embriagador. Pero enormes vasos de cristal con ramos maravillosos de flores se reparten por todo el recorrido. Lo más difícil ha sido crear un andamio muy alto, adornado con flores, globos y telas que caen sobre la alfombra roja, desde donde soltarán los pétalos de flores y globos. Desde temprano, Oli trajo un equipo de peluqueras y maquillistas, ofreciéndoselo a las chicas, quienes aceptaron felices, incluyendo a Elvira. Les ha pedido ayuda para la organización de las modelos cuando lleguen, pidiéndoles que las espere
Oliver se retira con una amplia sonrisa dejando a las chicas todavía asombradas de que van a participar de su desfile. Las ayudantes comienzan a sacar los hermosos vestidos de las bolsas en lo que todas se quitan sus vestidos de noche nerviosamente.—¡Oh, por Dios! —exclama María Isabel—. ¡Es el vestido que le dije que me gustaba! ¡Es precioso! Vamos a ver si me sirve. Emocionada ayudada por una joven lo saca de su envoltorio y comienza a colocárselo ayudada por ella.—¡Miren chicas, parece que estuviera hecho a mi medida; me queda perfecto! —exclama emocionada mirándose en el espejo.—El mío también es el que me gustó cuando los vi, cuñada —exclama emocionada Fiorella—. Deja ver... bueno, me queda un poquito suelto.—Espere, señorita Fiorella, hay que ajustarlo aquí detrás —le indica una de las ayudantes—. Dígame hasta dónde lo quiere apretado. Se ve muy hermosa.—¡Chicas, están preciosas! —exclama Elvira, aún temerosa de quitarse su ropa para ponerse el suyo. Mira cómo Evelin se
Fiorella se asusta al escuchar la voz de Maximiliano y ver cómo se quita la máscara sonriente. Observa cómo saca un pañuelo de su bolsillo y comienza a mojarlo con una sustancia que extrae de un frasco. Acto seguido, empieza a acercársele. Se recupera de la impresión inicial y se prepara para luchar.—¡Jamás seré tuya, Maximiliano! —le dice con firmeza—. Y considera que no grito para que vengan por ti solo por cortesía. Sabes que aquí están todos mis primos, tíos y demás familiares, que estarán encantados de atraparte.—No lo harás, Fiorella —responde Maximiliano sin dejar de sonreír y acercándose a ella lentamente—. Porque no te dejaré hacerlo; con esto dormirás como una gatita. Ya la tiene acorralada contra la pared e intenta ponerle el pañuelo en la boca. Pero Fiorella se defiende; el vestido apenas le permite moverse y no quiere romperlo. Cuando piensa que él va a lograr su cometido, ve que alguien atrapa la mano de Maximiliano por detrás, aplicándole una llave que lo inmoviliza,