La escuela no ha sido sencilla después de eso. Travis está sin palabras al respecto, pero no quiere terminar lo nuestro.
—Hola de nuevo. —Está sentado en su banca habitual en la cafetería, sus amigos están a su alrededor y un montón de chicas igual.
—¿Ya te ha dejado? —Germán ocupo el asiento frente a mí.—No, pero tampoco es como que ame demasiado y acepte lo que soy.
—Te dije que era un idiota.
—¿Y América?
—Está bien, no sabe nada. —Gracias al cielo.
—¿Dónde has dejado a JY?
—En su escuela, irá a casa por la tarde. —El timbre sonó y yo debo ir a clase. —Te veo luego.
Logre ver a Travis en su casillero, desde aquel día solo hablamos lo básico y eso me tiene mal.
—Quiero terminar. —Fue lo único que le dije al plantearme en su cara.
—No. —Me dejó un fugaz beso en los labios y me rodeo.
—Entonces dime que te molesta tanto para no hablarme, para ignorarme en la escuela, en los entrenamientos, en
Sofia. El juego está super reñido y el idiota de Germán no aparece. ¿Dónde malditas esta?Travis me pregunta con la mirada por él y me estoy volviendo loca, América está aquí y él ni sus luces. —¿Ya llamaste a tu padre? —Si, igual lo está buscando. Llamada entrante de Jaime. Lo encontré. Esta tirado en el patio de tu casa ahogado en alcohol. No lo dejes solo. Tranquila, aquí yo cuido que no muera con su propio vómito. Gracias. Sofía, le dijo que volvería con Travis. Cuídalo. Mamá va para allá. Claro Fin de llamada de Jaime. —Prométeme que puedo dejarte sola y no le arrancaras las extensiones a esa. —Puedes dejarme sola porque si voy a arrancarle las extensiones a esa perra. —Bien, no pases el límite. —Hecho. —Se fue.
Sofia El avión aterrizo en México, aun no puedo creer que regrese a este lugar. Ni siquiera se cuanto lo extrañe hasta que vi la sierra. -¿Donde estamos? -Amiga, te presento Chihuahua. -Deja ver si entendí, tu padre es neoyorkino, naciste en Italia y tienes descendencias Latinas. -Asentí.- ¿Y te sentías intimidada por mi? -Si, ahora que lo pienso bien amiga, abra que conseguirte un lindo Mexicano. -Rubi.-Mi amiga miro a mi madre. -¿Si cariño? -¿Piensa registrar
Rubi. La misa fue de lo más hermosa del mundo, aún recuerdo la mía con Carlos. Fue más que perfecta para mí en ese momento. - ¿Bella dama me permite esta pieza? -Poncho saco a bailar a Sofia, el en verdad adora a mi hija y aun no puedo creer que me dijera que el la reconocía legalmente. Ha sido ese mejor amigo que todas quieren, sabe escuchar y siempre está ahí. Su ex esposa nos separó un poco, pero al conocer a Sofia ambos se enamoraron de ella. se separaron y bueno, ahora solo es el. -Hermanita, me permites. -AL girarme y ver a Pablo me volví loca, el no pude venir a México. - ¿Qué haces aquí? Pueden verte. -Tranquila, tengo comprado tiempo. -No me gusta esto. -Tengo dos horas para volver, así que mueve ese trasero y baila conmigo. -Lo hice, bailamos 4 canciones para cuando fue robado por mamá. - ¿Puedo? -Llego Poncho. acepte con gusto. -Sofia no deja de hablar de su padre, este tal Coop
Rubí.Apenas termine de bailar con Poncho y Graham me llevo hasta una mesa donde están sentados German y Jaime.- ¿Dónde están Travis y Sofia? -Pregunto Graham.-Acabándose el bar. -German los señalo, Sofia se ve tan feliz.- ¿Y ustedes porque están de agua fiestas? hay muchos chicos y chicas lindos a quien invitar a bailar.-Y lo hicieron, pero esa niña no puede bailar con nadie que no sea papá o yo. Ya bebió demasiado y no confió en nadie de aquí. -Graham solo negó molesto y se llevó a Jaime a la pista.-Me bebí una piña colada sin alcohol. -Le grito.- ¿Porque no aceptas que te gusta esa chica?-Porque no me gusta mamá, es la mejor amiga de Sofia y a ambas las veo como hermanas.-Te conozco. -Solo viro los ojos. -No te es
Sofía. A pesar de que Travis a bebido más que yo siento que la ebria soy yo. Lo lleve hasta su habitación, todo el camino fue el quien evitó que chocará con todo y eso que me quite las botas hace rato. —Servido joven, esta es su habitación. —Muchas gracias señorita, pero me da miedo entrar. —Lo mire raro. —German ebrio, una sola habitación, todos estarán casi muertos, yo seré el que si muera hoy. —Ya lo está aceptando, te llamo ¿no? —Si, diciéndome que un tipo coqueteaba con mi chica. —Buen punto. —Tenía que venir a defender lo que es mío. —No tienes necesidad, porque para que te quiera lejos o te cambie va a estar muuuuy difícil. Me fui como gorda en tobogán. —Le arrancó una sonrisa enorme. —Yo también. Sabes que cuando te conocí y me estampaste ese plato con crema de afeitar en la cara estaba lleno de rabia, quería cobrármela en ese instante, pero tu sonrisa me idiotizo. Necesitaba salir de ahí lo antes posible, sentía que no podía ni moverme. Lo único que logré hacer es amen
Sofia. Ninguna de las dos quiere volver a casa, que la hermana menor de papá esté en la ciudad no es bueno para nadie y menos después de lo que hizo. Travis y Germán se salvaron de esta incómoda situación con el entrenamiento, pero nosotras. —Sabes, nuestra casa es muy muy linda. La extraño. —Tarde o temprano tendremos que enfrentarla Sofía. Es tu tía y mi cuñada. —Si, no cuentes con que la llame así. O siquiera que la trate bien. —Lo harás, por Graham. —Me mira molesta. Sabe que si me lo pide por el hago cualquier cosa. —Bien, pero solo un comentario, solo uno y... —La dejas, solo estará unos días en lo que la investigación se lleva a cabo. Furiosa baje del auto, sabe que no la tolero, nadie la tolera. Es peor que un grano en el trasero. —Hola Cariño. —Me saludo papá en cuanto llegue. —¿Que tal la escuela? —Es la escuela. —Me limite a decir. —¿Y los chicos? Travis y tu no se despegan. —Tienen entrenamiento y yo mucha tarea, así que. —No espera, ven. —Me tomo de la mano
Mi nombre es Ruby Robledo y soy madre soltera de una jovencita de 16 años. Me gano la vida siendo la solución a los problemas de Graham Cooper y su enorme empresa, Cooper Corp. Literal, soy su salvación en todo, incluso en su vida familiar y personal. Como ya había mencionado, me encargo de la vida académica de su único hijo German Cooper. Es un atleta nato y sus notas no son tan increíbles, pero lo compensa siendo un chico dulce y muy caballeroso. En cambio, ver las notas de excelencia de Sofía me hacen reconsiderar la propuesta de Graham. Por ella sola gano la beca en la universidad local, pero sé que está apta para mucho más, Stanford es una de ellas. —¿Mamá iré a la biblioteca, me das dinero para rentar una computadora? —¿No encendió de nuevo? —Negó. —Te juro que estoy ahorrando para una. —Me iré al infierno, es mentira. —Lo sé, tranquila no hay prisa. —Tome mi billetera y no traigo efectivo. —Vamos a la oficina, ahí podrás usar la mía.
Ruby Al bajar y partir el pastel me doy cuenta de que Graham se ha ido. —Sofía deja eso y ven a comer pastel. —Tengo mucho que hacer y solo tengo hoy con la computadora. Y no, no pienso quedármela. —Esa es mi hija. —Yo puedo comprar otra sin problema. —Yo no, aprende a valorar las cosas. —Valoro esto, está delicioso. —Lleva tres rebanadas. —¿Que quieren de cenar? Traje pizza, comida mexicana y tu favorita hijo, mariscos. —¿Quién le abrió la puerta? —Esta es para ti. —Genial una botella de vino. En verdad lo necesito. —Gracias.