Rubi.
La misa fue de lo más hermosa del mundo, aún recuerdo la mía con Carlos. Fue más que perfecta para mí en ese momento.
- ¿Bella dama me permite esta pieza? -Poncho saco a bailar a Sofia, el en verdad adora a mi hija y aun no puedo creer que me dijera que el la reconocía legalmente. Ha sido ese mejor amigo que todas quieren, sabe escuchar y siempre está ahí. Su ex esposa nos separó un poco, pero al conocer a Sofia ambos se enamoraron de ella. se separaron y bueno, ahora solo es el.
-Hermanita, me permites. -AL girarme y ver a Pablo me volví loca, el no pude venir a México.
- ¿Qué haces aquí? Pueden verte.
-Tranquila, tengo comprado tiempo. -No me gusta esto. -Tengo dos horas para volver, así que mueve ese trasero y baila conmigo. -Lo hice, bailamos 4 canciones para cuando fue robado por mamá.
- ¿Puedo? -Llego Poncho. acepte con gusto. -Sofia no deja de hablar de su padre, este tal Coop
Rubí.Apenas termine de bailar con Poncho y Graham me llevo hasta una mesa donde están sentados German y Jaime.- ¿Dónde están Travis y Sofia? -Pregunto Graham.-Acabándose el bar. -German los señalo, Sofia se ve tan feliz.- ¿Y ustedes porque están de agua fiestas? hay muchos chicos y chicas lindos a quien invitar a bailar.-Y lo hicieron, pero esa niña no puede bailar con nadie que no sea papá o yo. Ya bebió demasiado y no confió en nadie de aquí. -Graham solo negó molesto y se llevó a Jaime a la pista.-Me bebí una piña colada sin alcohol. -Le grito.- ¿Porque no aceptas que te gusta esa chica?-Porque no me gusta mamá, es la mejor amiga de Sofia y a ambas las veo como hermanas.-Te conozco. -Solo viro los ojos. -No te es
Sofía. A pesar de que Travis a bebido más que yo siento que la ebria soy yo. Lo lleve hasta su habitación, todo el camino fue el quien evitó que chocará con todo y eso que me quite las botas hace rato. —Servido joven, esta es su habitación. —Muchas gracias señorita, pero me da miedo entrar. —Lo mire raro. —German ebrio, una sola habitación, todos estarán casi muertos, yo seré el que si muera hoy. —Ya lo está aceptando, te llamo ¿no? —Si, diciéndome que un tipo coqueteaba con mi chica. —Buen punto. —Tenía que venir a defender lo que es mío. —No tienes necesidad, porque para que te quiera lejos o te cambie va a estar muuuuy difícil. Me fui como gorda en tobogán. —Le arrancó una sonrisa enorme. —Yo también. Sabes que cuando te conocí y me estampaste ese plato con crema de afeitar en la cara estaba lleno de rabia, quería cobrármela en ese instante, pero tu sonrisa me idiotizo. Necesitaba salir de ahí lo antes posible, sentía que no podía ni moverme. Lo único que logré hacer es amen
Sofia. Ninguna de las dos quiere volver a casa, que la hermana menor de papá esté en la ciudad no es bueno para nadie y menos después de lo que hizo. Travis y Germán se salvaron de esta incómoda situación con el entrenamiento, pero nosotras. —Sabes, nuestra casa es muy muy linda. La extraño. —Tarde o temprano tendremos que enfrentarla Sofía. Es tu tía y mi cuñada. —Si, no cuentes con que la llame así. O siquiera que la trate bien. —Lo harás, por Graham. —Me mira molesta. Sabe que si me lo pide por el hago cualquier cosa. —Bien, pero solo un comentario, solo uno y... —La dejas, solo estará unos días en lo que la investigación se lleva a cabo. Furiosa baje del auto, sabe que no la tolero, nadie la tolera. Es peor que un grano en el trasero. —Hola Cariño. —Me saludo papá en cuanto llegue. —¿Que tal la escuela? —Es la escuela. —Me limite a decir. —¿Y los chicos? Travis y tu no se despegan. —Tienen entrenamiento y yo mucha tarea, así que. —No espera, ven. —Me tomo de la mano
Mi nombre es Ruby Robledo y soy madre soltera de una jovencita de 16 años. Me gano la vida siendo la solución a los problemas de Graham Cooper y su enorme empresa, Cooper Corp. Literal, soy su salvación en todo, incluso en su vida familiar y personal. Como ya había mencionado, me encargo de la vida académica de su único hijo German Cooper. Es un atleta nato y sus notas no son tan increíbles, pero lo compensa siendo un chico dulce y muy caballeroso. En cambio, ver las notas de excelencia de Sofía me hacen reconsiderar la propuesta de Graham. Por ella sola gano la beca en la universidad local, pero sé que está apta para mucho más, Stanford es una de ellas. —¿Mamá iré a la biblioteca, me das dinero para rentar una computadora? —¿No encendió de nuevo? —Negó. —Te juro que estoy ahorrando para una. —Me iré al infierno, es mentira. —Lo sé, tranquila no hay prisa. —Tome mi billetera y no traigo efectivo. —Vamos a la oficina, ahí podrás usar la mía.
Ruby Al bajar y partir el pastel me doy cuenta de que Graham se ha ido. —Sofía deja eso y ven a comer pastel. —Tengo mucho que hacer y solo tengo hoy con la computadora. Y no, no pienso quedármela. —Esa es mi hija. —Yo puedo comprar otra sin problema. —Yo no, aprende a valorar las cosas. —Valoro esto, está delicioso. —Lleva tres rebanadas. —¿Que quieren de cenar? Traje pizza, comida mexicana y tu favorita hijo, mariscos. —¿Quién le abrió la puerta? —Esta es para ti. —Genial una botella de vino. En verdad lo necesito. —Gracias.
Ha pasado ya 4 horas de que Graham se fue a esa reunión con la familia Dustin, esa inversión sería lo mejor que le puede pasar a esta constructora.—Hola mamá ¿Nos vamos a comer?
Ruby.Nos pasamos la tarde y casi noche en tienda y tienda, Graham quería que me visera a la altura pues bueno. Jamás imagino que tanto mi hija como yo sabíamos perfectamente en que tiendas comprar.—Tendré que llamar a la empresa para que nos manden otro auto, ya no caben las bolsas. —Los miramos graciosas ya que ellos aun traen como 10 bolsas cada uno y lo que nos falta. —Aún no se mucho de tu pasado, pero algo me dice que no son lo que yo conozco.
Sofía me llevo a la oficina y en verdad necesita más lecciones de manejo.—¿Y si llamo a Germán para que venga por ti?—Solo necesito practicar mamá, desde que vendiste el auto no he conducido. —No estoy cómoda, aun así.—John. —El portero del edificio. —Acompaña a mi hija a la escuela, cualquier cosa me llamas. Por favor.—No será necesario John, ya llegué. Tranquila yo iré con ella. —Gracias a Dios llego Germán.—Gracias John.—Para servirle señorita.—Aquí est&a