Los celos estaban pensando en que al primero que atrapará Rafael le iría bastante mal, cuando una voz los interrumpió. — Buenos días. Espero no haber llegado muy tarde. — La hermosa Serena entraba a la habitación, ella vestía un traje ejecutivo, zapatillas de tacón alto y una coleta alta. Su maquillaje era prolijo y la hacia lucir bella. — Jovencita, te dije que tenía un compromiso muy importante hoy, que fueras formal en tu llegada, ¿Qué fue lo que te entretuvo tanto? — Bueno es que... Recibí una llamada de Donovan... — ¿Donovan Montana? — Si, así es. — ¿Y que quería ese trillizo? No me da buena espina. — Solo quería saludar, deberías de calmarte un poco, dijo que pronto regresarán a América el y su familia, y que quiere ver a papá, para hablar un asunto importante con él. ¿De casualidad tú sabes que quiere Donovan tratar con papá? — No, no lo sé, hazme el favor de traernos dos cafés, uno para Doménico y otro para mí. — Te traeré un café a ti, pero a ese gemel
De camino a la convención, el CEO prendió la calefacción, no quería que la bella pelirroja pasara frío. — Emma, ya mañana se termina la convención, Emmanuel y tú podrán estar de regreso a América por la tarde. — ¿Tú te vas a quedar aquí, o de dónde eres exactamente? — Soy nacido en Inglaterra, mi familia tiene un imperio allá, pero suelo viajar por el mundo visitando mis empresas la mayor parte del tiempo. — Vaya, un viajero, eso suena interesante, por lo general los hombres como tú no suelen querer sentar cabeza. Se terminan enamorando de su soltería. — Puede ser. El CEO de pronto recordaba como hacia un par de años vivía enamorado y feliz, tenía una hermosa novia, ella lo amaba y ambos disfrutaban de la compañía del otro, pero un día... Ella conducía hacia una cita con él y un hombre que se encontraba en estado de ebriedad choco su coche, el accidente había sido tan aparatoso que ella no logró sobrevivir. Eso devastó al CEO y jamás volvió a enamorarse. Al llegar
El mediodía llegó, la convención se había terminado por fin, Emmanuel Angelo y Emma, comían y conversaban amenamente en un restaurante de alta gama. — No conocía este lugar Angelo, estás refinando mucho tus gustos. — Comentó el CEO De León haciendo disimuladamente bullying a su amigo. — Fíjate que creo que estoy de acuerdo, mis gustos están cambiando, ahora mismo la belleza, la elegancia y sofisticación, está llamando poderosamente mi atención. A Emmanuel se le borró la sonrisa de pronto. ¿Qué es lo que quería decir su amigo? Era verdad que le había sugerido muchas veces que no se encerrará en un caparazón, que la vida continuaba, que conociera chicas, pero no a alguien cercano a él. Enarcó una ceja y preguntó. — ¿Qué dices? — Que tal vez ya es hora de que escuché tus concejos, ¿No es eso lo que tanto querías Emmanuel, o es que ya cambiaste de opinión? — No lo sé, hay algo que se escucha extraño. — El CEO se dirigió a su hermana. — Emma, la buena noticia es que regresa
Habiendo heredado el carácter de su padre, también su inteligencia estaba en sus genes. Había resuelto lo que tanto trabajo le costaba, tenía todo listo para enviárselo a Alexander y a sus hermanos. Las cosas habían resultado mejor de lo que esperaba. (...) En una tienda de conveniencia, un auto deportivo bastante elegante y envidia de cualquiera, esperaba por alguien ahí. El CEO miraba su reloj cada poco tiempo. Ella vendrá, ¿Cierto? De pronto de un coche de alquiler, bajó una hermosa señorita. De cabellos largos rubios, ojos azul violeta heredados por su bella madre, ataviada en un fino vestido azul marino que resaltaba más la belleza de sus ojos, y tacones altos. El CEO Dominic Lombardi la miró por el retrovisor y rápidamente bajó de su coche para abordarla. — Hola pequeña Kei, te gusta hacer esperar a las personas, ¿Eh? Pensé que no vendrías y que me dejarías plantado. — Bueno... — La jóven Ivanov no lo negó, quizás si pensó en no llegar y dejar plantado al apues
Apenas el beso terminó, los azules ojos ahora cristalinos y las mejillas sonrojadas de Kei, le resultaron adorables al CEO. En su vida había robado besos a algunas cuantas chicas, pero besar los dulces labios de Kei, sin duda había sido totalmente diferente. — Continuemos el paseo, querida, ¿"O... quieres que sigamos compartiendo ese delicioso algodón de azúcar"? — No... Sigamos por allá. — La bella rubia vió pasar a un niño y le obsequió su dulce, conservarlo sería peligroso, ella correría peligro con ese CEO que apenas prueba el dulce se vuelve loco. (...) Cómo Serena no dijo cuál era su restaurante favorito, Doménico la llevó a un lugar en donde tenías que reservar un lugar con al menos tres meses de anticipación. Los comensales de ese lugar disfrutaban deliciosos platillos, mientras que afuera muchos pedían la oportunidad para entrar, ni siquiera importaba que tuvieras dinero, si no tenías además un apellido importante, poder y mucho, mucho dinero, te sería imposib
Alexandro y Aleksey se habían ido a casa ya de madrugada del hospital, ellos habían hecho la última guardia, más el médico les dijo que el CEO Mendoza ya no iba a despertar hasta media mañana. Los cansados CEOS decidieron ir a dormir a sus camas. Con mucho batallar y tratando de detener a Rafael para que no hiciera una tontería que pusiera en riesgo su integridad física, pasaron unos pocos días hasta que llegó el momento de quitar los puntos en las heridas del joven CEO Mendoza. El médico entró con lo que iba a necesitar en un carrito especial y dos enfermeros más, él llevaba tijeras especiales y pinzas, además de gasas y agua oxigenada. — Señor Mendoza, ya pasó el tiempo necesario para que las costuras estén en su cuerpo, las voy a retirar todas hoy, en algunos lugares puede que duelan debido a que se encarnan. ¿Está bien? — Ya quítenme esto de una buena vez. — El humor de Rafael estaba más negro que la noche. — Rafaél ya quita esa cara, todo va a estar bien, mira, es ve
El CEO Mendoza fué directo a su despacho, ya ahí tomó una botella de whisky y comenzó a beber, no le importó que tuviera que tomar medicamentos. Necesitaba tranquilizarse y comenzar a tomar decisiones. Una llamada del abogado Adria De Luca, hijo de Adriano De Luca. lo sacó de sus pensamientos. — ¿Rafael? — Si, soy yo. — Que bueno que me respondes, necesito que pronto vengas a ratificar la demanda en contra de tu abuelo y del señor Montez por querer estafarte e intentar que contrajeras matrimonio obligadamente con Joana. — Dime cuando tengo que ir. Esa es una prioridad que no quiero seguir posponiendo. — Entonces te veo mañana a las diez de la mañana en los juzgados. Se puntual por favor. — Yo siempre soy puntual, Adrian. quiero que encierres a esos dos y que todo el peso de la ley caiga sobre ellos por arruinarme la maldita vida. Ese día y esa noche el CEO Mendoza no tuvo otra alternativa que repasar, su mayordomo lo atendió en todo lo que necesitó. Pero su tr
En el departamento de Emma De León. Ella y su novio se besaban, más está vez Ethan Mendía puso sus manos en los redondos senos de la hermosa asistente que había convertido en su novia. — Ethan. No... no hagas esto, ya te he dicho que no quiero que tengamos sexo hasta después de casarnos. — ¿Pero por qué? Tenemos tres años de novios Emma. No es normal que te me sigas negando como mujer. ¿Me amas, no es cierto? — S...si, pero eso no tiene nada que ver. Por supuesto que te amo Ethan, pero mis principios son importantes para mí. Solo esperemos hasta nuestra luna de miel. Te aseguro que será muy bello para ambos. — ¡Siempre lo mismo contigo! ¿Sabes? Me estoy cansado de que siempre saques el mismo cuento. Soy un hombre y tengo necesidades. — El hombre se puso de pié para pasar al sanitario. Pasaría a lavarse la cara antes de irse del departamento. Emma se había quedado pensando en que quizás su novio tenía razón y ella estaba siendo demasiado anticuada. Más un mensaje que entró