Dos Días Después… Aquel día Cecilia se despertó más temprano de lo usual, sus damas ya estaban levantadas puesto que estaban haciendo el desayuno de Cecilia, cuando ambas mujeres llegan a la habitación de la joven escuchan a Cecilia tarareando una canción mientras termina de envolver el regalo para su padre y para su medio hermano, con el cual ella quiere llevarse bien. -Doña Cecilia, buenos días -Le hemos traído su desayuno… -Gracias – dando una sonrisa – necesito que preparen mi ropa para el día de hoy, quiero ir bien presentada a la mansión de mi padre -Pero ¿no teme que Don Carlos la vuelva a herir? -Algo me dice que no será así –dando una enorme sonrisa -Bien, entonces mientras usted desayuna, Lorena buscará el traje indicado para usted -Gracias, que sea el traje más lindo… Las damas de Cecilia apenas hacen una reverencia… … -Ya saben si viene esa perra me avisarán, no quiero que Carlos la vea, podría arruinarle el día -Sí Doña Sofía… -Bien, ahora que seré la condesa
La noche cae, e Isaac llega del mercado de esclavos, con dos jóvenes a los cuales lleva hacia la habitación en donde al entrar ve la silueta de Cecilia sentada frente al fuego mientras teje sin muchos ánimos un nuevo bordado…-Cecilia, querida – pero no recibe respuesta – yo…te traje…-Lo que sea que me hayas traído puedes o bien tirarlo a la basura o dárselo a tu amante – secando sus ojitos-Cecilia, te traje dos esclavos…para que…Pero no alcanza ni hablar, cuando ve como Cecilia se ha colocado de pie se gira y se le acerca, para luego tomar a los dos jóvenes de las manos, sacarlos de la casa y decir las peores palabras para un noble-Son libres, váyanse…Los dos jóvenes apenas se miran y ven como Cecilia entra en la casa e Isaac sale – vayan ahora mismo a los cobertizos…hablaré con mi esposaIsaac entra en la mansión, y se dirige a hablar con Cecilia, pero se da cuenta de que la joven no está en la casa ¿por dónde escapó? Así que ordena a sus esclavos ir a buscarla…Mientras Cecili
-¡Esta frenta me la voy a cobrar! ¡se lo juro! – rompiendo en llantoAlfonso se dirige a ver al rey Luis, y le dice su resolución de no casarse con la princesa, cosa que el rey francés entiende aunque le mortifica.…Los días fueron pasando, Cecilia estaba tan deprimida que si apenas probaba bocado alguno, aunque las dos doncellas y los esclavos intentaran subirle el ánimo ella simplemente lloraba al verlos, porque esos siervos le recordaban a sus amigos…Cecilia escribía cartas a Diego, diciendo mentiras, diciendo que está bien, que todo marcha bien con su matrimonio, y Diego se siente aliviado de que al menos Cecilia esté bien cuidada…Cuán equivocado puede estar el hombre.Mientras Alfonso ahora se encuentra en Países Bajos nuevamente rechazando a la princesa heredera al trono, aunque la joven le dice que de casarse será el rey consorte de ese imperio, Alfonso agradece pero dice que su reina espera por él en su pueblo natal.Y ahora Cecilia sufre pues Jimena y Ana la tratan como un
-¡¿Cómo es posible que me niegue la audiencia?! -Su majestad está ocupado - ¡¿Con qué?! -Con su prometida – Isaac queda en shock - ¿Su majestad se volverá a casar? -Sí así es…así que por favor retírese, por su petición de anulación esta será concedida Y así la puerta del palacio es cerrada en la cara de Isaac… -¿Y bien? -Ese hombre se fue satisfecho de saber que su matrimonio será anulado -Cuando sepa quién será mi reina, morirá – sonriendo – iré a ver a Cecilia El guardia hace una reverencia… Alfonso se dirige a ver a Cecilia, al llegar ve al médico real saliendo de la habitación así que en el acto se preocupa, y se acerca al hombre – ¿Qué sucede? -Doña Cecilia presentaba un sangrado, pero por fortuna lo he frenado - ¿Corre riesgo su embarazo? -Por el momento no, pero deberá guardar reposo, majestad -Bien, entraré al verla… El médico hace una reverencia, Alfonso entra y ve a Cecilia en cama – ¿Cómo estás? -Estoy bien Majestad, el bebé está bien… -Gracias a Dios – ace
-Isaac – mientras está en el pecho del hombre- ¿Qué pasa?- ¿Cuándo llegará la resolución de anulación?-Bueno ya la envié con el cardenal, ahora este debe enviarla a su santidad en Roma…-Oh, entonces demorará…-Un poco – girándose y quedando sobre Ana – pero, ahora todos sabrán que eres mi prometida, y empecé a correr el rumor que la estúpida de Cecilia me fue infiel…-Con ese rumor…esa infeliz estará arruinada……Y como dijera Isaac, el rumor empieza a correr por todo Madrid, llegando a los oídos de Alfonso, quien en el acto decide decirle a Cecilia lo que su aún esposo piensa de ella, y la joven queda en shock, porque no puede creer que Isaac se enseñara con ella de ese modo…-Cecilia – viendo como la mujer seca sus ojitos con fuerza – ¿deseas que haga algo?- ¿Qué podría hacer su majestad? Isaac y Ana ya arruinaron mi reputación…-Deja eso en mis manos – acercándose para tomar la mano de Cecilia – eres la prometida del rey de España, es claro que no dejaré que nadie manche tu ho
Pero el mal día de Carlos está lejos de terminar, Jimena y Javier lo visitan para decirle que Cecilia está embarazada, el hombre queda en shock, no porque sienta pena por la joven dado que él hace unos días la corrió de su casa, sino porque no quiere nietos que sean hijos de la zorra como tanto gusta llamar ahora a Cecilia.-Tenemos que hacer algo Don Carlos…-Ese bastardo será la mancha de nuestras familias-Claro que haré algo – mirando fijamente a su mayordomo – busca hombres que le saquen el bastardo a esa perdida-Como ordene excelencia – haciendo una reverencia-Don Carlos, díganos ¿Cómo se encuentra su esposa?-Bien, ha sabido llevar el embarazo- ¿Cuánto es que tiene?-Cuatro meses…-Lo felicitamos, esperamos que sea un hijo digno de su familia-Este niño será mi heredero y será bien criado, no como la perra de CeciliaSofía apenas da una sonrisa siniestra……-Pero ustedes están delicados, deberían descansar-No hemos servido a Doña Cecilia en meses, la hemos extrañadoCecilia
-Y bien Cecilia ¿Qué te parece?Cecilia se sonroja de golpe al ver el bello vestido de novia, de hombros descubiertos, faldón ancho, velo que cae desde los hombros, y el faldón está bordado en hilos de oro…-Su majestad…- ¿No te gusta? Puedo pedir que te hagan otro…-No he dicho eso – dando una sonrisa – me gusta, me gusta mucho, es como lo imaginéAlfonso da una sonrisa mientras se acerca a Cecilia y toma su mano, la joven se sonroja de golpe y las costureras reales apenas dan una sonrisa – me complace que a mi prometida le guste su vestido, y sé que te verás hermosa el día de la boda-¿Cuándo será?-Antes de que des a luz – besando aquella mano-Su majestad – diciendo el mayordomo personal del rey- ¿Qué pasa Pedro?-Don Isaac Escalante, desea verloCecilia queda en shock y en el acto se lleva las manos a su pequeño bulto, Alfonso se queda mirando a la joven y besa su frente, haciéndola sonrojar…-¿Eh?-Ve a tus aposentos, iré contigo pronto-Ten cuidado…-Isaac Escalante no podrá
-Doña Cecilia…-Está precioso-Espero que Alfonso me deje usarlo – sonriendo mientras termina el bordado a su velo de noviaDiego ingresa y da una sonrisa al ver a Cecilia tan llena de vida, y siendo inmensamente feliz, cosa contraria a cuando llegó al palacio…-Doña Cecilia…-Don Diego – dando una sonrisa – ¿Qué lo trae a mis aposentos?-Vine a disculparme…- ¿Eh?-Debí cerciorarme de que lo que usted me decía en las cartas era verdad – Cecilia se sonroja de golpe-No, yo escribí eso porque no quería causar molestias-Pero era mi deber velar por su integridad, he fallado…-No, no diga eso…usted es una buena persona, es bueno como Alfonso…-Gracias por sus palabras – mirando hacia el vientre de Cecilia, el cual empieza a notarse – si me permite Doña Cecilia…-Adelante…-Debería empezar a dejar de usar el corsé…el bebé necesita espacio para crecer saludablemente- ¿Está seguro?-Muy seguro…así podrá sentirse más cómoda y el bebé no se sentirá oprimido-Gracias por su consejo Don Diego