Alejandro apenas da una sonrisa mientras toma la mano de Aurora y da un delicado beso en su dorso.-Bien empecemos a preparar la boda-Doña Cecilia, estaría honrada de que usted fuera dama de mi boda-Estaré encantada Doña AuroraY ambas jóvenes se dedican una sonrisa.Al culminar la cena, Cecilia e Isaac regresan a la mansión Escalante, en donde Ana está esperando a Isaac, para restregarle en la cara a Cecilia que ella es la dueña del corazón de aquel hombre, pero cuando ve llegar a Cecilia queda en shock, primero porque se ve hermosa, segundo porque Isaac la está tratando como un caballero y tercero…y lo más importante, Cecilia ha llegado con regalos…-Isaac ¿Qué es esto?-El Duque del Infantado le dio todos estos regalos a Cecilia…Ana queda en shock.-¡¿Por qué?! ¡yo soy la que debería recibir regalos no esa maldita! – tratando de verse débil e indefensa-Ana, basta – girándose para ver a Cecilia – perdona la escena- ¿Qué escena? Solo es tu vulgar amante comportándose como lo que
Y así se dirigen hacia el palco que da a la pista de equitación, en donde varios hombres al servicio de Isaac están entrenando con sus caballos, cuando ven a Cecilia quedan en shock, pues lo dicho por Ana e Isaac se aleja de la realidad, Cecilia es hermosa, resplandece con luz propia, apenas pueden creer que esa joya sea esposa de alguien tan mezquino como Isaac Escalante.-¿Qué les pasa a esos hombres? No dejan de mirarme-Están conociendo a la esposa de su superior…- ¿Eh?-Claro he hablado de ti mucho, de lo mucho que te quiero – Cecilia se sonroja de golpe- ¿Qué cosas dices? – diciendo aquello con su sonrojo aumentando-Claro que te quiero Cecilia, por algo te hice mi esposa- ¿Eh? – quedando pasmada – ¿no lo hiciste por?-Claro que no, te quiero Cecilia…yo estoy enamorado de tiCecilia queda en shock, y desde la distancia los hombres de Isaac apenas solo sienten pena por la joven, que está siendo cruelmente engañada.…-Doña Jimena necesito su ayuda- ¿Par qué querida?-Quiero m
Durante lo que dura la ceremonia, todos pueden ver como la pareja se dedica una devoción y amor que no se puede ver en otros matrimonios, como el de Cecilia e Isaac, o el de los padres de Isaac, los anillos son bendecidos e intercambiados, los votos son proclamados y el cardenal bendice la unión del Duque del Infantado con la sobrina del rey de España.-Por el poder que me concede la santa madre iglesia, los declaro marido y mujer, el novio puede besar a la noviaY así Aurora recibe su primer beso de parte de su ahora esposo, quien está dichoso por su matrimonio.-La ceremonia ha terminado – girándose para tomar la tiara de Duquesa del Infantado – Doña Aurora Elena de Santana y Martín del Campo…reciba la tiara que la identifica como Duquesa del InfantadoAlejandro le retira la tiara de condesa y el cardenal deposita en la cabeza de Aurora la tiara de duquesa.Los aplausos y ovaciones no se hacen esperar, el matrimonio sale hacia su carruaje, siendo escoltados por las damas de Aurora,
La celebración pasa sin mayor contratiempo, al caer la noche el matrimonio se marcha a la mansión de Alejandro en Madrid, para así consumar el matrimonio, mientras que Cecilia e Isaac regresan a la mansión Escalante, en donde Cecilia vuelve a rechazar a su esposo, e Isaac vuelve a frustrarse pero bueno nada que Ana no pueda solucionar, pues ella, llamada por Javier y Jimena llega para ser el consuelo de Isaac, quien sin pensarlo la lleva hacia su lecho, mientras que Cecilia apenas escucha y no puede creer que ese sea el mismo hombre que durante el día la colma de halagos y regalos…-Soy una tonta ¿Por qué Dios mío…por qué le creo? – y así empieza a llorarMientras que Isaac, simplemente mantiene intimidad con Ana…Al amanecer Cecilia despierta, para tener el desayuno de Isaac listo, para que se marche con buen ánimo hacia el cuartel, cuando al entrar en la cocina se encuentra con Ana quien apenas batalla para tener el desayuno de Isaac listo.-¡¿Qué demonios haces acá?!-Acá vivo – le
Dos Días Después… Aquel día Cecilia se despertó más temprano de lo usual, sus damas ya estaban levantadas puesto que estaban haciendo el desayuno de Cecilia, cuando ambas mujeres llegan a la habitación de la joven escuchan a Cecilia tarareando una canción mientras termina de envolver el regalo para su padre y para su medio hermano, con el cual ella quiere llevarse bien. -Doña Cecilia, buenos días -Le hemos traído su desayuno… -Gracias – dando una sonrisa – necesito que preparen mi ropa para el día de hoy, quiero ir bien presentada a la mansión de mi padre -Pero ¿no teme que Don Carlos la vuelva a herir? -Algo me dice que no será así –dando una enorme sonrisa -Bien, entonces mientras usted desayuna, Lorena buscará el traje indicado para usted -Gracias, que sea el traje más lindo… Las damas de Cecilia apenas hacen una reverencia… … -Ya saben si viene esa perra me avisarán, no quiero que Carlos la vea, podría arruinarle el día -Sí Doña Sofía… -Bien, ahora que seré la condesa
La noche cae, e Isaac llega del mercado de esclavos, con dos jóvenes a los cuales lleva hacia la habitación en donde al entrar ve la silueta de Cecilia sentada frente al fuego mientras teje sin muchos ánimos un nuevo bordado…-Cecilia, querida – pero no recibe respuesta – yo…te traje…-Lo que sea que me hayas traído puedes o bien tirarlo a la basura o dárselo a tu amante – secando sus ojitos-Cecilia, te traje dos esclavos…para que…Pero no alcanza ni hablar, cuando ve como Cecilia se ha colocado de pie se gira y se le acerca, para luego tomar a los dos jóvenes de las manos, sacarlos de la casa y decir las peores palabras para un noble-Son libres, váyanse…Los dos jóvenes apenas se miran y ven como Cecilia entra en la casa e Isaac sale – vayan ahora mismo a los cobertizos…hablaré con mi esposaIsaac entra en la mansión, y se dirige a hablar con Cecilia, pero se da cuenta de que la joven no está en la casa ¿por dónde escapó? Así que ordena a sus esclavos ir a buscarla…Mientras Cecili
-¡Esta frenta me la voy a cobrar! ¡se lo juro! – rompiendo en llantoAlfonso se dirige a ver al rey Luis, y le dice su resolución de no casarse con la princesa, cosa que el rey francés entiende aunque le mortifica.…Los días fueron pasando, Cecilia estaba tan deprimida que si apenas probaba bocado alguno, aunque las dos doncellas y los esclavos intentaran subirle el ánimo ella simplemente lloraba al verlos, porque esos siervos le recordaban a sus amigos…Cecilia escribía cartas a Diego, diciendo mentiras, diciendo que está bien, que todo marcha bien con su matrimonio, y Diego se siente aliviado de que al menos Cecilia esté bien cuidada…Cuán equivocado puede estar el hombre.Mientras Alfonso ahora se encuentra en Países Bajos nuevamente rechazando a la princesa heredera al trono, aunque la joven le dice que de casarse será el rey consorte de ese imperio, Alfonso agradece pero dice que su reina espera por él en su pueblo natal.Y ahora Cecilia sufre pues Jimena y Ana la tratan como un
-¡¿Cómo es posible que me niegue la audiencia?! -Su majestad está ocupado - ¡¿Con qué?! -Con su prometida – Isaac queda en shock - ¿Su majestad se volverá a casar? -Sí así es…así que por favor retírese, por su petición de anulación esta será concedida Y así la puerta del palacio es cerrada en la cara de Isaac… -¿Y bien? -Ese hombre se fue satisfecho de saber que su matrimonio será anulado -Cuando sepa quién será mi reina, morirá – sonriendo – iré a ver a Cecilia El guardia hace una reverencia… Alfonso se dirige a ver a Cecilia, al llegar ve al médico real saliendo de la habitación así que en el acto se preocupa, y se acerca al hombre – ¿Qué sucede? -Doña Cecilia presentaba un sangrado, pero por fortuna lo he frenado - ¿Corre riesgo su embarazo? -Por el momento no, pero deberá guardar reposo, majestad -Bien, entraré al verla… El médico hace una reverencia, Alfonso entra y ve a Cecilia en cama – ¿Cómo estás? -Estoy bien Majestad, el bebé está bien… -Gracias a Dios – ace