Los días fueron pasando, Alfonso hace la invitación real a todas las familias nobles y de la corte real para que presenten a sus hijos menores de dos años, para que Cecilia como reina consorte, les conceda su bendición.Carlos y Sofía se preparan para ir a la ceremonia, se visten de forma apropiada, y visten al pequeño Mateo para la ocasión, Carlos cree que por haber tanta gente en dicha ceremonia, Cecilia no le hará el desaire al bebé como en días anteriores, pero oh, Carlos no tienes ni idea de que tu hija no quiere saber nada de ti…El matrimonio Baleztena llega al palacio, los guardias le permiten el paso y ellos ingresan a la sala del trono en donde al llegar ven a la familia del Duque del Infantado recibiendo la bendición real de parte de Cecilia, pues el Duque tuvo trillizos, un niño y dos niñas…Cuando Cecilia finaliza, una joven madre junto con su esposo se acercan y luego de hacer una reverencia entregan a su bebé, una pequeña y dulce niña quien recibe un besito en la frente
Cuando Alfonso se dirige a ver a su esposa, la encuentra dormida, y a su lado a su pequeña niña, así que se acerca y toma a la bebé en brazos, y la deja en su cuna, para luego acostarse en la cama y abrazar a Cecilia, quien abre sus ojos y se encuentra con los ojos de Alfonso, mirándola con deseo.-¿Eh? ¿Qué pasa? ¿ya es hora?-No…aún quedan unas horas de oscuridad – apretando su abrazo a Cecilia-Alfonso…-Mariana me dijo que podría llegar a volver a amar – Cecilia se sonroja de golpe- ¿Eh?Tomando el rostro de Cecilia entre su mano – ¿y qué crees, mi reina? Volví a enamorarme – besando a una sorprendida CeciliaCecilia corresponde aquel beso, que va creciendo en intensidad, Alfonso baja el camisón de la joven para dejar descubiertos sus hombros, y así se acerca y posa sus labios en aquella piel, haciendo que Cecilia se estremezca debajo de él, Cecilia trata de procesar toda esa información que es nueva para ella, porque aunque no sea virgen ella no sabe nada acerca de la intimidad
-Javier…-Jimena, basta…- ¡¿Crees que esto me gusta?! ¡mi esposo, mi esposo, quiso violar a esa infeliz!- ¡Porque por lo menos su majestad es hermosa! – Jimena queda en shock – ¡ella si es mujer, en cambio tú! ¡que no se te olvide que si eres mi esposa es por ese arreglo de mis padres con tu madre! ¡porque yo ya tenía a mi amada!Jimena queda en shock, y una lágrima cae de sus ojos, pues claro que recuerda a la joven mestiza de la cual Javier estaba enamorado, pero por eso mismo era repudiada por la familia Escalante.-¡Tu deber fue darme un hijo, y cumpliste! ¡mejor coge tus cosas y lárgate de mi casa y de mi vida!-Señor Vizconde por favor quédese quieto, la herida es grave es una fortuna que no cortara la vena…-Javier, no estás hablando enserio- ¡Claro que estoy hablando enserio! ¡Lucía era el amor de mi vida, yo quería hacerla mi esposa, pero mis padres y tu madre arruinaron todo!Jimena apenas baja la cabeza y empieza a llorar, cosa que fastidia aún más a Javier – ¡mejor lárg
-Carlos…-Sofía…mientras Cecilia no me perdone nuestra familia estará en el desprestigio- ¡No es justo! ¡somos los condes de Baleztena…!-Mientras Cecilia…- ¡Entonces hablaré con ella! ¡soy su madrastra me debe respeto!-Sofía…entiende, Cecilia no te considera su madrastra- ¡Pero, soy su madrastra!-Lo sé, pero ella no te considera nada suyo, entiende, ella es la reina…con una orden de ella dejaremos de ser noblesSofía apenas suspira resignada.-Carlos, pero si seguimos así…-Confiemos en que Cecilia, me perdoneSe escucha un llanto y Sofía se dirige a ver a su hijo, lo toma en brazos y empieza a llorar, porque se ha dado cuenta de que si su familia está a un paso del desprestigio es por su culpa, no por culpa de Carlos, sino porque ella fue la que destruyó la posibilidad de que los Baleztena estuvieran en lo más alto de la sociedad de España…-Mateo, ¿Qué vamos a hacer? Si Cecilia no te da la bendición caeremos en el desprestigio – el bebé apenas succiona su manito……La pareja s
Las semanas fueron pasando, Alfonso no solo llevó a Cecilia a las costas de Asturias, sino también a recorrer toda España, para que su pueblo se familiarizara con la nueva reina del imperio, todo estaba bien en el matrimonio real, de día la pareja perfecta al ojo público y en las noches ambos se dejaban llevar por la pasión que quemaba sus cuerpos……Cuando Cristina tuviera poco más de tres meses, Alfonso y Cecilia empiezan a planear el bautismo de la pequeña, para que así la bebé fuera consagrada al primer y más importante sacramento de todos…Cuando se desata una epidemia de viruela…-Esto no es bueno – diciendo el médico – esta es la quinta familia en morir…Los médicos se desesperan ha sido el brote de viruela más grave que han visto en sus años ejerciendo la medicina, los medicamentos no funcionan y la ciudad se está llenando de cadáveres que se pudren en las calles y casas.-¿Qué haremos?-Envía ahora mismo a los mensajeros, que avisen a todo el imperio, envía un halcón a Madrid
Durante todo el trayecto hasta Galicia, Cecilia no deja de pensar en su esposo, mientras que los Escalante se mueven a su palacio personal para tratar de estar seguros de la viruela, pero lo que no saben es que su peor peste viaja con ellos…Alfonso se ha quedado en Madrid, para vigilar a sus habitantes y asegurarse de que la viruela no mate a muchos, él no es tonto, sabe que la enfermedad ha llegado a la capital, pero no puede dejar que cunda el pánico, pero también sabe que debe cuidarse, por Cecilia, por Cristina, por el imperio…Cecilia llega a Galicia, y es instalada en el palacio, guardias se apostan en cada rincón del palacio, y todos se preparan para el encierro.-Cristina – mirando a su bebé – confiemos en que tu padre estará seguro-Majestad…- ¿Qué pasa Felipe?- ¿Desea que hagamos algo por usted? – Cecilia da una sonrisa-Solo cuídense…dentro de unos días Alfonso enviará las vacunas, y estaremos seguros-Nos preocupa su salud Doña Cecilia – diciendo Santiago-Estaré, bien d
Los días pasaron, Cecilia continúa recibiendo cartas de Alfonso, pero el rey no le ha escrito una pequeña cosa, está enfermo, lo que el padre de Ana hizo logró enfermar al rey de España…-Esto es grave – mirando al médico real – ¿no hay que podamos hacer?-Don Diego, la enfermedad está avanzando…no podemos hacer nada- ¡Carajo! ¡ese bastardo consiguió lo que quería!-Don Diego, tenemos que avisar a la reina…Diego se queda mirando a su hermano, quien apenas niega con su cabeza, pero por primera vez, el menor de los gemelos desobedecerá a su hermano – manden por la reina…-¡Diego!-Alfonso, Cecilia tiene que estar acá…- ¡Podría enfermar!-Ella ya recibió la vacuna, estará bien – mirando al mayordomo de su hermano – ve ahora mismo a Galicia, trae a la reina-Como ordene Don DiegoDiego sale y le dice al mayordomo que vaya por la reina, pero que intente persuadirla de no volver a Madrid, él entiende a su hermano, sabe que él no podría vivir si a Cecilia le sucede algo……-La fiebre no ba
Al cabo de unas semanas, el coche llega a Madrid, Cecilia ve la devastación de la ciudad, los enfermos abandonados, familia destruidas, cadáveres pudriéndose en las calles, como dijera Alfonso en sus cartas es el peor brote de viruela que ha tenido España en los últimos cien años, quienes intentan acercarse para pedir ayuda a la reina son alejados por los guardias, pero no sin antes recibir la promesa de Cecilia de enviar médicos, agua y alimentos para ellos.Cecilia llega al palacio, y lo primero es hacerla tomar un baño, y quemar sus ropas, cuando estuviera lista ella literalmente corre hacia la habitación de Alfonso donde este, está descansando pues las pústulas en su rostro han comenzado a reventar, señal de que la enfermedad está en la última etapa…-¡Alfonso! – mientras corre hacia su esposo en cama- ¿Cecilia? ¿Qué haces acá?-Vine a verte, por favor dime ¿Qué fue lo que pasó?-El padre de Ana de Urriaga, se me acercó en la calle, empezó a toser frente a mí…- ¡Maldito! – empez