Leandro y Remi estaban en la oficina, discutiendo sobre un nuevo proyecto que estaban planeando. Leandro todavía seguía un poco enfadado con su padre después del inconveniente que surgió entre ambos, aún así, accedió a trabajar en en algo nuevo.Cada tanto miraba a su padre. Remi parecía preocupado.—¿Qué te parece el proyecto, papá? —Es una buena idea, pero creo que necesitamos más tiempo para planificarlo adecuadamente —admitió Remi, exhalando. Justo en ese momento, la secretaria de Leandro, entró en la oficina. —Lamento mucho la interrupción, sin embargo necesito anunciar que tiene una visita —expresó sin dejar de ver a Leandro. Antes de que su secretaria pudiera explicar que se trataba de Erika, la mujer hizo actos de presencia. Leandro se sorprendió al ver a Erika entrar en la oficina. Después de todo no estaba tomando en cuenta lo que le dijo la última vez sobre no querer verla nunca más. —Es un despacho que te caracteriza... —comenzó diciendo Erika con una sonrisa —. He v
Ese mismo día Milenka recibió una pequeña cajita, descubrió en el interior un perfume de notas florales y quedó encantada. "Porque también eres un flor, que incluso durante el crudo invierno, no se marchita". Era de Leandro para ella. No se lo esperaba. Así que no esperó para usarlo, cuando llegara su marido, le comentaría lo mucho que le encantó. Olía tan bien. ¿Debía darle las gracias de alguna manera? Ya se lo estaba pensando. Una sonrisita volvió a adornar su boca. (...)Milenka se encontraba en su habitación, mirando por la ventana, cuando sonó el teléfono. Era su madre, alguien con quien no había hablado desde hace varios meses. Notó un tono diferente en la voz de su madre, algo que no había escuchado desde hace mucho tiempo. Su madre le pidió que fuera a casa para comer juntas y Milenka, estaba sorprendida y un poco confundida.—Mamá...—Lo sé, lamento mucho no haberme comunicado contigo antes, todo este tiempo nunca dejé de comentarle a tu padre nada, él sabe que estás
Milenka empezó a prepararse para ir a casa de sus padres. Se puso su mejor ropa y trató de controlar sus nervios. A pesar de que pensó en usar un poco de perfume, se olvidó al final. Sin embargo durante el trayecto a casa de sus padres, recordó el regalo y que aún no le agradecía. —Leandro, gracias por el perfume. El suspiró. —No hay de qué. Me alegra que te haya gustado —emitió cariñoso, a lo que ella sonrió. Cuando llegó a la casa de sus padres, su madre la recibió con un abrazo cálido y una sonrisa sincera.Su madre estaba sorprendida por lo enorme que tenía la barriga, sí que el tiempo pasó de volada. Ya casi cinco meses de embarazo tenía Milenka. La joven no quería ponerse a llorar, pero contenerse estaba siendo demasiado difícil, luego de eso su progenitora se dirigió a Leandro, y esbozó una sonrisa afable.—Bienvenido, Montavani —le tendió la mano para que la tomara, a modo de saludo. —Señora Wagner, me alegra verle otra vez. Durante la comida, Milenka se sintió un poc
Milenka abrió los ojos lentamente y se encontró con el sereno rostro de Leandro. Por un momento, se quedó sin aliento, perpleja por la belleza del hombre que tenía delante de ella. Permaneció mirándolo fijamente, admirando su mandíbula perfectamente tallada y sus facciones delineadas con perfección. ¿Por qué tenía que ser tan apuesto? Eso la ponía nerviosa. Seguía sintiendo que su corazón iba muy rápido. De repente, recordó el beso que habían compartido la noche anterior y su corazón empezó a latir más veloz. Se sonrojó al pensar en ello y se preguntó cómo había sucedido todo. Pero también sintió una extraña sensación de felicidad al recordar lo apasionado y dulce que había sido ese momento.Leandro abrió los ojos y la miró con una sonrisa en los labios. —Buenos días, ¿te has despertando tan pronto? Milenka se sonrojó aún más al saberse en la misma cama que él. —Buenos días —susurró tímidamente.Leandro se acercó a ella y le dio un beso suave en la mejilla. Milenka sintió un cosqu
Después de la salida llegó a su casa sintiéndose un poco exhausta, afortunadamente a diferencia de otras semanas podía dormir con tranquilidad, tomarse ese descanso que tanto necesitaba ya que no tenía nada pendiente de la universidad. En su estado de embarazo avanzado ya pudo tomarse el permiso de la universidad para seguir con los estudios vía online, por supuesto Leandro tuvo que ver en todo eso. De no ser por él, no sabría qué hacer, pero Leandro siempre estaba cuando más lo necesitaba. Se quedó acostada en la cama un rato largo, mientras comenzaba a sentirse nublada otra vez por los sentimientos que crecían desde lo más profundo de su serie y se direccionaban al italiano. Todo se quedaba en puntos suspensivos entre ellos, nada estaba aún esclarecido. Bufó. Luego clavó la mirada en su abdomen y se preguntó si sería lo correcto para sus bebés. Todavía seguía siendo bastante increíble que dentro de ella habían dos personas que dependían de ella, y los amaba tanto, a pesar de q
Milenka se mordió el labio inferior mientras jugaba con su café. —No sé si podré hacerlo, mamá. Tener dos bebés al mismo tiempo es mucho trabajo y no estoy segura de estar preparada para ello —confesó —. Tal vez mis preocupaciones sean disipadas cuando conozca a los gemelos. Klara le tomó la mano con cariño. —Ser madre es el más precioso que te puede pasar en la vida, Sé que ahora todo puede verse aterrador, pero tu esposo te ama y está emocionado por los bebés tanto como tú. Juntos pueden hacerlo, yo también estaré allí, y tu padre. Milenka sonrió débilmente, sintiéndose un poco mejor después de escuchar las palabras de su madre. —Siempre sabes qué decir para animarme. En ese momento, Klara hizo señas a la mesera para que se acercara a la mesa y para cancelar la cuenta. Mientras esperaban por ello, Milenka se distrajo con su teléfono celular.De repente, un hombre desconocido se acercó a su mesa y les tomó varias fotografías sin su consentimiento. Milenka y Klara se sorprendiero
Leandro se sentó en el sofá del ático y miró por la ventana con los ojos vidriosos. La ciudad se extendía ante él, pero su mente estaba en otro lugar.Recordaba a Mila, su exprometida que había fallecido hace unos años. Leandro se sentía aún aturdido por la tristeza mientras lágrimas corrían por sus mejillas. Recordaba cuando Mila lo sorprendió con una cena romántica en el mismo ático en su aniversario de cinco años juntos. Sonrió al recordar los detalles de la noche: las velas, la música, la comida deliciosa y el regalo especial que le había dado. Pero también lloraba por la pérdida de su amor. Recordaba los momentos felices que habían compartido juntos, las risas, los abrazos y las conversaciones profundas. Leandro se quedó allí sentado, sintiendo la tristeza y el vacío que dejó Mila en su vida. Aferrado a la sudadera que conservaba un poco de su perfume.(...)Milenka estaba en la cocina haciendo galletas cuando decidió que quería compartir un poco con Leandro. Así que, tomó un
—Erika, ¿qué sucede? —preguntó su madre al notar su expresión preocupada. —Papá y mamá, tengo que contarles algo —mencionó Erika con voz maliciosa mientras se sentaban junto a sus padres.—Leandro nos ha estado engañando a todos con su matrimonio con Milenka. No se casó por amor, ni porque ella estuviera esperando dos hijos. Lo hizo para zafarse del matrimonio conmigo. Me engañó a mí y a todos los demás de esa manera. Los padres de Erika se miraron el uno al otro, sorprendidos por la revelación de su hija. —¿Cómo puedes estar segura? —inquirió su padre, tratando de encontrar una explicación lógica.Erika tomó una profunda respiración antes de continuar: —Hace algún tiempo contraté a un investigador para que discretamente se hiciera cargo y me lo dijera. Leandro cuando bebe a raudales se vuelve una persona diferente y confiada, es de esa manera que me enteré de la verdad. Leandro Montavani solo se casó para no contraer matrimonio conmigo, luego toda esa historia de que será padre,