Capítulo 11: PosesiónLa habitación estaba en penumbras, iluminada solo por la luz tenue que se filtraba por las cortinas. El aire era denso, cargado de una tensión que ninguno de los dos intentó disipar.Gabriel estaba frente a ella, su mirada oscura recorriéndola con una intensidad que le robaba el aliento. Isabela sentía su cuerpo arder bajo su escrutinio, pero no retrocedió.Él levantó una mano y dejó que sus dedos rozaran sus brazos desnudos, subiendo con lentitud hasta sus hombros.-Eres hermosa -murmuró, con la voz profunda y posesiva.Isabela cerró los ojos por un instante, sintiendo su toque recorrer su piel como fuego.Las yemas de sus dedos bajaron con lentitud por sus costados, deslizándose hasta sus muslos desnudos. Su agarre fue firme, seguro, y cuando sus manos ascendieron más allá, hasta rozar su entrepierna con una caricia provocadora, Isabela sintió un estremecimiento recorrerle el cuerpo.-¿Estás segura? -susurró Gabriel contra su oído.Isabela abrió los ojos, encon
Capítulo 12: Un trato peligrosoGabriel se ajustó el reloj en la muñeca mientras observaba a Isabela desde la puerta. Estaba sentada en el sofá, con los brazos cruzados, pero su mirada desafiante lo decía todo.Él sonrió con arrogancia.-Hoy tengo una reunión importante -dijo con voz firme-. No quiero ningún problema cuando vuelva.Isabela no respondió, solo lo miró con el ceño fruncido.Gabriel se acercó lentamente, inclinándose hacia ella hasta que sus rostros quedaron a pocos centímetros de distancia.-Y recuerda, Bella... -murmuró, deslizando un dedo por su mandíbula-. No intentes escapar.Los ojos de Isabela brillaron con furia, pero él continuó:-Tarde o temprano, te encontraré.Su tono no era una amenaza vacía. Era una promesa.Sin esperar respuesta, Gabriel se incorporó y salió de la mansión.La puerta se cerró con un eco pesado, dejándola sola con su respiración entrecortada.No tenía escapatoria.O al menos, eso era lo que él creía.---Horas después, cuando la casa estaba e
Capítulo 13: Entre la pasión y la traiciónLa noche envolvía la mansión en un silencio pesado, interrumpido solo por el sonido entrecortado de la respiración de Isabela. Su cuerpo temblaba bajo el dominio absoluto de Gabriel, sus manos marcando cada rincón de su piel con una devoción oscura y peligrosa.Ella jadeó cuando él descendió con sus labios por su cuello, dejando un rastro de fuego sobre su piel desnuda.-Dime mi nombre -exigió Gabriel contra su oído, su voz baja, grave.Isabela cerró los ojos con fuerza, mordiéndose los labios para no ceder.Él deslizó sus dedos con lentitud por sus muslos, ascendiendo con una tortura exquisita.-Dilo, Bella -susurró, su aliento cálido erizándole la piel-. Suplícame que te toque más.Ella quería negarse. Quería mantener el control.Pero su cuerpo tenía otros planes.-Gabriel... -susurró, su voz temblorosa.Él sonrió contra su piel, victorioso.-Otra vez.-Gabriel...Un estremecimiento la recorrió cuando él obedeció su súplica sin vacilar. Sus
Capítulo 14: Una mentira peligrosaGabriel despertó abruptamente, su cuerpo tenso como si hubiera sentido un cambio en el aire. Instinto.Giró la cabeza y extendió la mano en la cama, buscando el calor de Isabela.Vacío.Frunció el ceño y encendió la lámpara de la mesita de noche. La habitación estaba en penumbras, pero la ausencia de su esposa era evidente.¿Dónde demonios estaba?Se incorporó con rapidez, sus músculos rígidos mientras barría la habitación con la mirada. No podía haberse ido lejos.Sin molestarse en ponerse una camiseta, se levantó con pasos firmes y salió de la habitación. La mansión estaba en completo silencio.Bajó las escaleras de dos en dos, su mandíbula apretada. Si Isabela había intentado escapar, juro que...Pero entonces, un leve ruido proveniente de la cocina lo detuvo.Se acercó lentamente, su ceño aún fruncido, y empujó la puerta.Y ahí estaba ella.Isabela estaba de espaldas a él, vestida solo con una bata de seda, rebuscando en el refrigerador.Gabriel
Capítulo 15: Sospechas y juegos peligrososGabriel no durmió el resto de la noche.Apenas regresó a la cama después de su extraño encuentro con Isabela en la cocina, su mente siguió dándole vueltas a la situación. Había algo que no cuadraba.Ella estaba nerviosa. Se notaba en la forma en que evitaba su mirada por segundos demasiado largos.No confiaba en ella.Y eso lo volvía loco.Isabela le pertenecía. Su cuerpo, su vida... todo lo que era. Ella no tenía derecho a esconderle nada.Cuando amaneció, Gabriel salió de la habitación temprano. Bajó las escaleras en dirección a su oficina y cerró la puerta tras de sí.Se sentó en su escritorio y encendió la computadora, revisando los archivos con rapidez. Nada parecía alterado.Pero cuando abrió la gaveta superior, su mandíbula se tensó.El USB que guardaba ahí estaba ligeramente movido de su posición habitual.Alguien había estado aquí.Y no necesitaba preguntar quién.Gabriel sintió una oleada de furia recorrerle el cuerpo. Cerró los ojo
Capítulo 16: Escape y un nuevo comienzoIsabela nunca había sentido tanto miedo y adrenalina al mismo tiempo.Daniel la sostuvo de la muñeca mientras corrían por los oscuros callejones, escapando de la mansión de Gabriel.-¡Rápido, Isabela! ¡Nos encontrarán si nos demoramos! -susurró Daniel, jalándola con fuerza.Su corazón latía desbocado. Miró hacia atrás, esperando no ver a ningún guardaespaldas persiguiéndolos.Daniel la llevó hasta un auto negro estacionado al final de la calle. El plan había funcionado.-¡Entra! -ordenó, abriendo la puerta del copiloto.Isabela obedeció y, apenas cerró la puerta, Daniel pisó el acelerador y desaparecieron en la oscuridad de la noche.El silencio en el auto era denso. Isabela trataba de calmar su respiración, mientras Daniel mantenía la mirada fija en la carretera, su mandíbula apretada.-Lo logramos... -susurró ella, sin poder creerlo.Daniel la miró de reojo.-Sí, pero Gabriel no se quedará quieto.Y ambos lo sabían.---DOS MESES DESPUÉSLa ca
Capítulo 17: Sombras del pasadoGabriel estaba furioso.Dos meses sin verla. Dos meses llenando su cama con mujeres a las que no recordaba al día siguiente. Ninguna era ella.Podía hacerlas gemir su nombre, podía dominarlas como quisiera... pero en su mente, solo existía una persona: Isabela.Cada vez que cerraba los ojos, recordaba su mirada azul intensa, su piel suave bajo sus manos, la forma en que temblaba con su toque.Y saber que estaba con otro hombre lo volvía loco.-La encontraré -murmuró con voz grave, apretando un vaso de whisky hasta casi romperlo-. No importa cuánto se esconda.Se la habían robado.Y cuando la recuperara, nada ni nadie podría separarlos de nuevo.---Mientras tanto, en la cabaña...Isabela se encontraba en la cama con Daniel, su respiración agitada mientras sus cuerpos se entrelazaban en la penumbra.Daniel era paciente con ella, siempre lo había sido. Le daba seguridad, le daba cariño.Pero mientras sus labios recorrían su piel, algo en ella se removió.
Capítulo 18: Entre el deseo y la obsesiónEl auto negro se detuvo frente a la mansión.Los hombres de Gabriel bajaron primero, abriendo la puerta trasera. Isabela fue arrastrada fuera sin delicadeza.Su corazón latía con fuerza mientras observaba la imponente residencia. Había vuelto al lugar del que tanto luchó por escapar.Uno de los hombres le sujetó el brazo con fuerza, empujándola hacia la entrada.-Muévete.La llevaron hasta el gran salón donde Gabriel la esperaba.Él estaba de pie, con una copa de whisky en la mano, vestido con un traje negro impecable.Al verla, su mirada oscura se volvió aún más intensa. Una mezcla de furia, deseo y algo que ni él mismo entendía.-Salgan -ordenó a sus hombres.La puerta se cerró y quedaron solos.Isabela sintió el peso del silencio.Entonces, Gabriel avanzó.La tomó del cabello con fuerza, obligándola a arrodillarse frente a él.-¿Creíste que podrías escaparte de mí? -su voz era un susurro peligroso.Isabela lo miró con los ojos llenos de lág