Capítulo 14: Una mentira peligrosaGabriel despertó abruptamente, su cuerpo tenso como si hubiera sentido un cambio en el aire. Instinto.Giró la cabeza y extendió la mano en la cama, buscando el calor de Isabela.Vacío.Frunció el ceño y encendió la lámpara de la mesita de noche. La habitación estaba en penumbras, pero la ausencia de su esposa era evidente.¿Dónde demonios estaba?Se incorporó con rapidez, sus músculos rígidos mientras barría la habitación con la mirada. No podía haberse ido lejos.Sin molestarse en ponerse una camiseta, se levantó con pasos firmes y salió de la habitación. La mansión estaba en completo silencio.Bajó las escaleras de dos en dos, su mandíbula apretada. Si Isabela había intentado escapar, juro que...Pero entonces, un leve ruido proveniente de la cocina lo detuvo.Se acercó lentamente, su ceño aún fruncido, y empujó la puerta.Y ahí estaba ella.Isabela estaba de espaldas a él, vestida solo con una bata de seda, rebuscando en el refrigerador.Gabriel
Capítulo 15: Sospechas y juegos peligrososGabriel no durmió el resto de la noche.Apenas regresó a la cama después de su extraño encuentro con Isabela en la cocina, su mente siguió dándole vueltas a la situación. Había algo que no cuadraba.Ella estaba nerviosa. Se notaba en la forma en que evitaba su mirada por segundos demasiado largos.No confiaba en ella.Y eso lo volvía loco.Isabela le pertenecía. Su cuerpo, su vida... todo lo que era. Ella no tenía derecho a esconderle nada.Cuando amaneció, Gabriel salió de la habitación temprano. Bajó las escaleras en dirección a su oficina y cerró la puerta tras de sí.Se sentó en su escritorio y encendió la computadora, revisando los archivos con rapidez. Nada parecía alterado.Pero cuando abrió la gaveta superior, su mandíbula se tensó.El USB que guardaba ahí estaba ligeramente movido de su posición habitual.Alguien había estado aquí.Y no necesitaba preguntar quién.Gabriel sintió una oleada de furia recorrerle el cuerpo. Cerró los ojo
Capítulo 16: Escape y un nuevo comienzoIsabela nunca había sentido tanto miedo y adrenalina al mismo tiempo.Daniel la sostuvo de la muñeca mientras corrían por los oscuros callejones, escapando de la mansión de Gabriel.-¡Rápido, Isabela! ¡Nos encontrarán si nos demoramos! -susurró Daniel, jalándola con fuerza.Su corazón latía desbocado. Miró hacia atrás, esperando no ver a ningún guardaespaldas persiguiéndolos.Daniel la llevó hasta un auto negro estacionado al final de la calle. El plan había funcionado.-¡Entra! -ordenó, abriendo la puerta del copiloto.Isabela obedeció y, apenas cerró la puerta, Daniel pisó el acelerador y desaparecieron en la oscuridad de la noche.El silencio en el auto era denso. Isabela trataba de calmar su respiración, mientras Daniel mantenía la mirada fija en la carretera, su mandíbula apretada.-Lo logramos... -susurró ella, sin poder creerlo.Daniel la miró de reojo.-Sí, pero Gabriel no se quedará quieto.Y ambos lo sabían.---DOS MESES DESPUÉSLa ca
Capítulo 17: Sombras del pasadoGabriel estaba furioso.Dos meses sin verla. Dos meses llenando su cama con mujeres a las que no recordaba al día siguiente. Ninguna era ella.Podía hacerlas gemir su nombre, podía dominarlas como quisiera... pero en su mente, solo existía una persona: Isabela.Cada vez que cerraba los ojos, recordaba su mirada azul intensa, su piel suave bajo sus manos, la forma en que temblaba con su toque.Y saber que estaba con otro hombre lo volvía loco.-La encontraré -murmuró con voz grave, apretando un vaso de whisky hasta casi romperlo-. No importa cuánto se esconda.Se la habían robado.Y cuando la recuperara, nada ni nadie podría separarlos de nuevo.---Mientras tanto, en la cabaña...Isabela se encontraba en la cama con Daniel, su respiración agitada mientras sus cuerpos se entrelazaban en la penumbra.Daniel era paciente con ella, siempre lo había sido. Le daba seguridad, le daba cariño.Pero mientras sus labios recorrían su piel, algo en ella se removió.
Capítulo 18: Entre el deseo y la obsesiónEl auto negro se detuvo frente a la mansión.Los hombres de Gabriel bajaron primero, abriendo la puerta trasera. Isabela fue arrastrada fuera sin delicadeza.Su corazón latía con fuerza mientras observaba la imponente residencia. Había vuelto al lugar del que tanto luchó por escapar.Uno de los hombres le sujetó el brazo con fuerza, empujándola hacia la entrada.-Muévete.La llevaron hasta el gran salón donde Gabriel la esperaba.Él estaba de pie, con una copa de whisky en la mano, vestido con un traje negro impecable.Al verla, su mirada oscura se volvió aún más intensa. Una mezcla de furia, deseo y algo que ni él mismo entendía.-Salgan -ordenó a sus hombres.La puerta se cerró y quedaron solos.Isabela sintió el peso del silencio.Entonces, Gabriel avanzó.La tomó del cabello con fuerza, obligándola a arrodillarse frente a él.-¿Creíste que podrías escaparte de mí? -su voz era un susurro peligroso.Isabela lo miró con los ojos llenos de lág
Capítulo 19: Marcada para siempreGabriel se despertó temprano, pero no podía volver a dormir. Miró a su lado y allí estaba ella, con su piel desnuda apenas cubierta por las sábanas. Su esposa. La mujer que lo volvía loco, la única que realmente le importaba.Pero algo dentro de él lo consumía. Otro hombre la había tocado. Apretó los dientes y se pasó una mano por el cabello. No podía soportarlo. No importaba que Isabela estuviera en su cama, bajo su dominio nuevamente. Alguien más había reclamado lo que era suyo.No lo permitiría. Tenía que recordarle a Isabela a quién pertenecía.Se levantó con decisión y tomó su teléfono.—Quiero que un tatuador esté aquí en una hora.Isabela despertó aturdida. La luz del sol entraba por la ventana, iluminando la habitación. Intentó moverse... pero no pudo. Sus muñecas y tobillos estaban atados a los postes de la cama.—¿Qué... qué es esto?—Buenos días, esposa.La voz de Gabriel la estremeció. Sabía que algo no estaba bien.Él estaba sentado en un
Capítulo 20: Marcada y sometidaGabriel contempló la obra terminada con una satisfacción oscura.Su nombre grabado en la piel de Isabela. Un recordatorio imborrable de quién era su dueño.Se excitó demasiado al verla así.Su respiración se volvió más pesada mientras recorría con la mirada cada trazo del tatuaje. La piel enrojecida, aún sensible, resaltaba su marca como una declaración absoluta de posesión. Isabela seguía atada, su cuerpo expuesto y vulnerable, su pecho subiendo y bajando con cada jadeo contenido.Se acercó con calma, deslizando los dedos por la piel recién marcada, sintiendo el calor de la tinta aún fresca.—Te queda perfecto —susurró con voz ronca.Isabela giró el rostro, rehusándose a mirarlo, pero su cuerpo contaba otra historia. Gabriel notó cómo su piel se erizaba con cada roce de sus dedos. Una sonrisa arrogante apareció en su rostro mientras inclinaba la cabeza y depositaba un beso sobre el tatuaje. Su lengua recorrió la tinta, su aliento cálido acariciando la
Capítulo 21: La rendición de IsabelaIsabela seguía atada, su cuerpo aún tembloroso por lo que Gabriel le había hecho. Su respiración era errática, su piel ardía con la marca de su dominio.Pero él no había terminado.Gabriel se incorporó lentamente y la contempló con la mirada oscura y hambrienta. Su nombre estaba grabado en su espalda, pero eso no era suficiente. Quería más. Quería que ella lo aceptara, que se entregara completamente.Se inclinó y deslizó sus labios por la piel marcada, dejando un rastro de besos húmedos sobre el tatuaje recién hecho.—Te ves perfecta así, con mi nombre en tu piel —murmuró, su voz gruesa y dominante.Isabela apretó los ojos, mordiéndose el labio para evitar un jadeo. Pero Gabriel notó el estremecimiento que recorrió su cuerpo y sonrió con satisfacción.Desató lentamente sus muñecas, pero antes de que pudiera moverse, la atrapó entre su cuerpo y la cama.—No intentes escapar —susurró contra su oído.Ella lo miró con esos ojos azules cristalinos que l