PARTE DOS: EL PLAN DE UNA VENGANZA CAPÍTULO NUEVE Con un poco de desconfianza ella entró en el despacho de la persona que la había invitado ahí. Un nuevo día había llegado y ahora era momento de hablar de todo aquello que no se pudo en una noche atrás.Victoria ya no era la misma mujer a la que su marido y su amiga engañaron, ya ni era la misma a la que casi le quitan a su bebé, ni siquiera era la misma mujer que había bajado de las escaleras una noche atrás con un vestido hermoso. Simplemente era Victoria, la misma que quería cambiar su vida y su nombre por el de Verónica Dantes.—Espero no te moleste que haya pedido el desayuno para nosotros dos aquí, en mi despacho —dijo Ricardo sentándose en su lugar.Victoria miró a su alrededor. La realidad era que nada de eso le importaba ya. Ella solo estaba ahí por una razón y esa era proteger a su pequeño, hacer lo que fuera para que los que intentaron hacerlo no nacer desaparecieran de su mundo, hacerlos pagar por todo lo que habían h
PARTE DOS: EL PLAN DE UNA VENGANZA CAPÍTULO DIEZ Sirviendo una segunda taza de café para su invitado, Julia casi terminaba de contar una historia que no era suya y que por supuesto no le correspondía a ella.—Y esa fue la manera en la que mi amiga fue traicionada, por eso es que quizá se pregunta que sabe muchas cosas, tiene elegancia, sabe cómo comportarse, es por eso que es así de elegante incluso hasta cuando camina —dijo Julia extendiéndole una segunda taza de café a Richard.Richard la tomó sin poder procesar toda la información que ella le había dado. No podía creer que una mujer como ella fuera capaz de tanto. No podía creer que todo eso hubiera pasado una mujer como ella, estaba tan necesitada, podía estar tan temerosa y eso fue algo que Richard nunca vio, él solo vio lo que quiso ver. Solo ese amor que ella no correspondía y ahora sabía que nunca fue su intención nunca corresponderle sino, la decisión de la vida, el daño que a ella le habían hecho.—Eso es un milagro —de
PARTE DOS: EL PLAN DE UNA VENGANZA CAPÍTULO ONCE Entonces Ricardo no pudo evitar pensar en las consecuencias que le traería decir la verdad a la persona con la que estaba a punto de hace las más grande de las alianza, tenía que pensar rápido. Victoria no podía saber la realidad, no podía saber la verdad sobre la relación entre Rosario y él.—Solo… que n te importe y que nada empañe tu camino hacia la venganza. —Dijo Ricardo.Victoria dudó de tomar su mano por un segundo. Sabía que si ella hacía eso, no habría vuelta atrás, no habría nada que hacer, era cierto que sabía que podía confiar su seguridad y la de su hijo porque él le había mostrado ser un hombre de verdad. No podía dudar de él, de lo que sí podía dudar era del futuro que les esperaba.Su hijo iba a estar bien, no importaba nada, él iba a estar bien y Victoria tendría su venganza más pronto que tarde.—Acepto —dijo ella tomando su mano.Había mucho por hacer, Victoria sería una mujer elegante, más elegante de lo que pudo
PARTE DOS: EL PLAN DE UNA VENGANZA CAPÍTULO DOCE En la casa de los Bracamontes, con la corbata, la camisa y el cabello hecho un desastre, Gonzalo bebía y bebía hasta quererse perder en la persona que fue antes de tener que ver el vivo recuerdo de Victoria en Verónica. No, ella no debía de haber regresado de esa manera.Las lágrimas no paraban de salir de sus ojos. Estaba arrepentido, el arrepentimiento había llegado a su vida, a su corazón y esta vez llegaba para no irse hasta que el arrepentimiento fuera saciado como una venganza que se ha cobrado.De las escaleras bajó Rosario, sus zapatos altos se escucharon por toda la sala.— ¡¿Qué rayos estás haciendo, Gonzalo?! —Preguntó yendo hasta él con la intención de quitarle la botella de licor.— ¡Déjame! ¡No me molestes!—Ya has tomado bastante, ¿qué te pasa?— ¡¿Quieres saber que me pasa en verdad?! ¡¿Quieres saberlo?!— ¡No puedes seguir bebiendo por esa estúpida mujer solo porque se parece a Victoria!— ¡Ella es Victoria, estoy seg
PARTE DOS: EL PLAN DE UNA VENGANZA CAPÍTULO TRECE Un día en el al oscuridad era capaz de encontrarse, un día en que más los rayos de sol despejaban todo a su paso siendo el regalo para los que tenían el alma pura, siendo esa mañana el regalo que todos necesitaban para sentir que podían encontrar otra oportunidad siempre.Un día que iluminaba todo a su paso. Llegaba hasta el más oscuro de los rincones menos al alma de aquellos que más daño habían hecho en la vida. Y entre todos esos demonios, Gonzalo y Rosario, con la gran diferencia que era el alma de Gonzalo la que buscaba limpiarse.Frente a él estaba la tumba de la persona que él creyó viva por todo ese tiempo. Tiempo podía seguir pasando y aun sería difícil de entender cómo todo ese pasó frente a sus ojos y él no lo quiso ver. Victoria había muerto. Y los únicos culpables eran ellos.— ¿Lo ves? No hay nada que pueda preocuparnos —dijo Rosario, viendo a su esposo de rodillas en la tumba de Victoria. —La mujer que viste no era
PARTE DOS: EL PLAN DE UNA VENGANZA CAPÍTULO CATORCEY fue de esa manera en la que Victoria se entregó a la conversación que estaba teniendo con Richard. La historia de su vida fue contada, no había más que esconder ahora que se sentía lista para enfrentar lo que sea que viniera, ahora que sentía que había alguien a su lado dispuesto a ayudarla a cambiarla y proclamar por su venganza.¿Qué había de la mirada de Richard que cambiaba o que bajaba por cada vez que ella continuaba con su historia? No era necesario que sus labios lo dijeran, Richard estaba sintiendo dolor por aquella historia que jamás pensó Victoria guardara en su interior.Y es que la mujer que siempre veía caminar por los pasillos, su sonrisa, la mujer con esa mirada llena de vida, la mujer que mencionaba a su hijo y parecía que estaba viviendo mil años más era la misma que guardaba un oscuro secreto al que se estaba abriendo por completo, mostrándose transparente como Richard siempre deseó.—Y esa es la explicación a l
PARTE DOS: EL PLAN DE UNA VENGANZA CAPÍTULO QUINCE Seis de la mañana y como Ricardo una noche anterior había dicho, un cambio se avecinaba, no solo un cambio en ella sino, un total cambio en su vida. En la vida que ella misma había querido cambiar siendo guiada por la sed de venganza que podía ser rota porque la realidad es que las venganzas eran como un hechizo y al final, todos los hechizos son capaces de romperse. —Señorita Verónica Dantes —dijeron tocando la puerta al momento que tocaban la puerta y sin pedir permiso, entraban sin más.Somnolienta Victoria miró a las personas que entraban. Era una fila de gente que vestía muy bien. Incluso si ella misma no lo creía, incluso si el espectador no podía creer que en pleno siglo veintiuno alguien se atreviera a comportarse de esa manera, parecía ser un cuento de hadas donde los sirvientes, maestros y todos ellos que iban a hacer de ella una persona más especial de lo que ya era, iban por la doncella para comenzar a hacer los cambio
PARTE DOS: EL PLAN DE UNA VENGANZA CAPÍTULO DIECISEIS En la casa de los Bracamontes, sin poder enfocar sus pensamientos y sus rezos en la misma dirección, ahí se encontraba Gonzalo, viendo a su hijo jugar como lo que era, un niño pequeño que no sabía de los pecados de su madre o los pecados de su padre. Por un momento pudo ver al hijo que mató en su pequeño hijo. Ya no tenía ningún caso seguir pensado de la mima manera cuando él había sido el único culpable de la muerte de Victoria y del pequeño que llevaba en el vientre.Era solo un hombre inmaduro para que permitiera que todo eso pasara. Su esposa, la mujer que había llegado tan feliz a darle la noticia por la que el mundo esperaba, sin dudad siempre fue una persona egoísta, una persona que solo pensaba en él pero ahora que tenía a su hijo ahí, casi a su lado podía decir que el Gonzalo que fue había quedado atrás.Aquella mujer de nombre Verónica y a la misma que había lastimado terriblemente en el brazo era tan parecida a Victori