MalúLorenzo me pidió hablar conmigo, así que aproveché que Ravi estaba con su abuelo y las niñas dormidas. Para estar un poco más tranquilos, las llevamos a su habitación y hablamos.- Así que ángel mío, cuéntamelo todo, no me escondas nada... -dije, sentándome en un sillón del dormitorio.- Entonces mi ángel... - dijo riendo y sentándose también... - Me río, pero el tema es serio, se trata de Isabela.- Qué le pasa a esa serpiente Lorenzo? No me vas a decir que también quieres que entienda su lado y bla bla bla... - dije enojada.- "¡No! Cálmate, cálmate... Yo pienso lo contrario, creo que no está siendo sincera, que toda esta amabilidad tiene una razón..." dijo.- ¿Me lo juras? Lorenzo, cuando digo que eres mi ángel, no lo digo en vano... -dije aliviada...- Es sólo el tonto de Vincenzo que ve en ella la bondad, la inocencia, la víctima, pobrecito... ¡Lo odio! - Dije haciendo un gesto.- Malu, tendremos que vigilarla. Podría formar parte de los planes de Marcus y podría estar engaña
MalúVincenzo estaba un poco enfadado por lo que le había hecho a Isabela, pero cuando llegué a casa intenté calmarlo como a él le gusta y todo volvió a ir bien... Después dormimos como dos niños cansados después del sexo que habíamos tenido los dos, más aún cuando los niños dormían en casa de mi suegra.Cuando me desperté él ya estaba levantado preparándose para salir... estaba delante del espejo anudándose la corbata.Me levanté y me acerqué a él, le abracé por detrás y le besé la espalda.- Buenos días, muñeca... - me dijo.- Buenos días mi amor... - le dije. - ¿Te vas tan temprano?- Sí, mi amor. Tengo mucho que resolver hoy... - dijo.- ¿Puedo ir contigo? No quiero dejarte sola.- De ninguna manera, muñeca... - dijo, volviéndose hacia mí-. - No quiero que vuelvas a esa casa.- Pero amor, quiero ayudarte, quedándome en casa no puedo hacer nada, quiero estar al tanto de todo lo que pasa.- Malu, no quiero que te involucres en esto, solo quiero que te quedes con nuestros hijos y ell
VincenzoBueno, ya que Mauro me ha pedido que llame urgentemente, será mejor que averigüe de una vez por todas qué es lo que quiere. Aprovechando que Malú se ha ido a comer algo, voy a llamarle... Traer a Malú hoy no ha sido una buena idea, ya he pasado por una crisis, el día no ha empezado bien y algo me dice que tampoco acabará bien.Cogí el teléfono y marqué... a los pocos segundos contestó.- ¿Mauro? - Le dije.- Sí, ¿quién es?- Torricelli... - Dije.- ¡Ah, Torricelli! Realmente quería hablar contigo.- Bueno, me acaban de dar el recado, así que dime... ¿Qué puedo hacer por ti? - Le dije.- Seré directo... ¿Hasta dónde estarías dispuesto a llegar por tu familia Torricelli? - Preguntó y sentí que se me estrujaba el corazón en ese mismo instante.- ¿Qué? ¿Qué quieres decir? ¿Por qué, Mauro? - pregunté, sobresaltada.- Cálmate Torricelli, sólo quiero ayudarte, pero también necesito tu ayuda. ¿Te acuerdas? Eres el mejor en el negocio de las casas de lujo, pero ahora te necesito para
VincenzoDespués de recoger a los niños del colegio, fuimos a dar un paseo con ellos. Dimos una vuelta y tomamos un helado, luego volvimos a casa, porque tenía una cita importante con Mauro y no podía faltar. Estaba nerviosa y curiosa por saber que tenía que decirme, espero que no sea otro problema en el que me tenga que meter. Pero, ¿sabes cuando tu sexto sentido te dice que no es algo bueno? Pues el mío me decía que no era algo malo, era algo peor... No sé por qué, pero lo sentía por dentro. Sentía que tendría que ser fuerte y afrontarlo todo por mi familia, y con eso ya me estaba asustando, asustando de lo que me esperaba.Cuando llegamos a casa, Malu fue a darles un baño a los niños y yo fui a darme el mío... uno largo y frío para refrescar mi cabeza y afrontar todo lo que estaba por venir.Cuando terminé, me fui al dormitorio en calzoncillos y luego fui a buscar algo de ropa para ponerme.En cuanto terminé de arreglarme, Malu entró en el dormitorio.- Vaya, ¡qué gato! - dijo sonr
MalúMe di una buena ducha después de que Vincenzo se fuera y me fui al salón a estar con mis cachorros... Me senté con ellos en el sofá y vimos la tele... Un rato después sonó mi móvil y contesté.Llamar- ¿Diga? - Dije.- Malu, soy Lorenzo...- Hola ángel, ¿qué pasa?- Malu, acabo de ver a Marcus e Isabela juntos en un restaurante, estaban brindando y parecía que celebraban algo. No me ha parecido que Marcus la estuviera maltratando y tampoco que Isabela estuviera obligada a estar allí, porque sonreía mucho.- ¡Qué falso es Lorenzo! - He dicho.- Sí, esto demuestra que Isabela está de parte de Marco, pero si se lo decimos a Vincenzo, dirá que la obligaba y todo eso.- Cierto, esa serpiente le fingirá y se lo creerá porque es tonto. ¿Dónde estás Lorenzo?- Estoy saliendo del restaurante, se fueron justo antes que yo.- Bien... pídele a tu madre el móvil de Isabela y mándamelo por SMS. ¿ME OYES?- VALE, VALE. ¿Pero qué vas a hacer?- Mañana voy a ajustar cuentas con ella y voy a neces
VincenzoNi siquiera sabía adónde ir, no quería volver a casa ahora, estaba demasiado aturdido. Sólo quería descargar toda la rabia que llevaba dentro, sólo quería desaparecer ya del mundo... Cuando salí de aquel restaurante, me subí al coche y conduje sin rumbo. Ni siquiera sabía adónde iba. El corazón me iba a mil por hora, temblaba y sudaba.¡Otra vez no! ¡Otra vez una crisis no!Intentaba que no ocurriera, pero era demasiado difícil...Aparqué el coche y salí, ni siquiera sabía dónde estaba, sólo vi que era la orilla de una playa que estaba vacía, y no había nadie alrededor, estaba desierta.Caminé hasta la playa y me senté en la arena intentando calmarme, intentando controlarme, pero no podía. Empecé a llorar y llorar, solo pensando en todas las cosas malas que había hecho, solo pensando en todas las veces que había maltratado a mi Malú. Y cada vez que tenía estas crisis, pensaba en todo lo malo que había hecho...Bajaba la cabeza entre las piernas y lloraba, lloraba mucho. No po
MalúCuando llegué a casa Lorenzo me ayudó con Vincenzo, le llevamos a su habitación, fui con él a bañarle, luego se tumbó y se volvió a dormir. Y todo esto lo hizo en silencio, sin decir una palabra. Me sentí muy mal, estaba sufriendo mucho, se me apretó mucho el corazón al verlo así, pero por ahora voy a dejar que se recupere y después hablaré con él para saber más de lo que pasó.Volví al salón donde estaba Lorenzo con los niños, que ya se habían despertado.- Malu, ¿ha dormido? - preguntó Lorenzo.- Sí, ha vuelto a dormir, está muy cansado, me pregunto qué habrá pasado. Estoy muy preocupada.- No lo sé, Malú... no lo sabremos hasta que se despierte y nos lo cuente.- Gracias Lorenzo por venir a quedarte con los niños... -dije.- No hay problema, sabes que puedes contar conmigo cariño...- dijo abrazándome.- Eres el mejor, ¿lo sabías? Nunca podré agradecerte lo suficiente todo lo que haces por nosotros... -dije, apretándole.- Tranquilo, lo hago porque os quiero, sois mi familia.-
VincenzoAl llegar a la casa, me dirigí directamente al despacho. Nada más entrar, vi una caja sobre mi mesa. Me acerqué y cogí la caja entre mis manos. Enseguida me llené de odio, ese maldito Luan. Me las va a pagar, no voy a parar hasta que me devuelva todo lo que me está obligando a pasar. Ahora no sólo está Marcus en mi lista, sino él también. Si quieren que sea un hombre malo, se arrepentirán de haber despertado en mí al Vincenzo que estaba latente en mi vida. No saben de lo que soy capaz para conseguir lo que quiero. Y lo que quiero ahora es librarme de los dos y vivir en paz con mi familia.Cogí la pistola y le puse el silenciador, luego la guardé en mi cajón con la otra pistola y la cerré con llave.- Jefe, puedo pasar... - dice Jairo, abriendo la puerta.- Jairo... - dije, sentándome.- Tengo noticias sobre el cargamento de droga que pidió Marcus, llegará hoy a la casa.- Um... se lo haré saber a Mauro y luego veremos que dice al respecto... - dije.- Una cosa más jefe... - d