LA TRAMPA PERFECTA. CAPÍTULO 67. Una amenaza cumplida—¡Espera, espera, espera! —Sobraba decir que a aquella hora ya Sebastian estaba que le echaban humo las orejas, porque se había pasado el resto del camino pensando en qué demonios tenía que hablar su padre con Ranger, porque además de ser el mejor amigo de Nate y en efecto un hermano del corazón para ellos, ¡era evidente que no tenía nada más que ser allí!—. ¿Qué es lo que está pasando aquí, si se puede saber?Pero antes de que pudiera hacer un escándalo, el señor Rufus le hizo un gesto a Ranger para que se adelantara a entrar a la casona mientras él se quedaba poniendo en su sitio a Sebastián.—Más te vale que te comportes, porque la situación es delicada —le advirtió como si no estuviera tramando absolutamente nada en su contra—. Ahora la prioridad es proteger a Michelle y a tus hijos, así que cuídate mucho de hacer un escándalo.—¿¡Y crees que no sé eso?! —gruñó Sebastián—. No me hace ninguna gracia que Walter Hughes haya quedad
LA TRAMPA PERFECTA. CAPÍTULO 68. ComplicidadLo peor de todo no era escucharlo gritar “señor, sí señor”, lo peor de todo para Sebastián fue que en aquel mismo momento fue como si se convirtiera en un cero a la izquierda porque nadie, absolutamente nadie, estaba preguntándole su opinión sobre aquello.Ranger descargó la bolsa de campaña que todavía llevaba al hombro y se acercó de inmediato. En aquella casa ya lo conocían, pero nadie tenía conocimiento de que era un ex militar.—Gracias a él fue que pudimos encontrar a la niña —sentenció Rufus mientras el resto de la tropa perdía completamente el mérito, y por supuesto sólo había uno del resto de la tropa al que eso le importara—. Uno de los oficiales más destacados de las fuerzas especiales, altamente entrenado y con buenos contactos. Lo dejo a tu disposición.—Bueno... —murmuró la abuela mirándolo de arriba a abajo—. Todo sea por que cuide a la niña ¿verdad? —suspiró—. Vamos muchacho. Merci, por favor, prepárale una de las habitacion
LA TRAMPA PERFECTA. CAPÍTULO 69. Una pelirroja sin filtroY aquello parecía una tragicomedia. De verdad parecía una de esas películas donde el pobre protagonista no lograba de ninguna manera volver a levantar la cabeza después de un tropiezo, pero si era honesto Sebastián se sentía así exactamente.Lo primero era la seguridad de Michelle y de sus hijos, eso estaba claro, pero no cambiaba el hecho de que Michelle quedándose sola con Ranger le crispaba hasta la última de sus terminaciones celosas.—¡No estoy de acuerdo con esto! ¡Maldición, no estoy de acuerdo con esto! —gruñó mientras se dirigía también fuera de la casa antes de que nadie pudiera detenerlo, y alcanzó a Michelle justo cuando ella y Ranger estaban a punto de subirse a la camioneta que los llevaría a la cabaña.Todavía tenía mucho por decirle. Había cientos de cosas en las que debían ponerse de acuerdo sobre sus hijos, ¡y lo correcto era que los cuidara él, él y nadie más!—¡Michelle, espera! —exclamó sujetando la puerta
LA TRAMPA PERFECTA. CAPÍTULO 70. Una mujer desesperadaHabía muchas emociones involucradas allí, más de las que cualquiera podía imaginar; comenzando por la frustración evidente de Sebastián porque se estuviera haciendo un escándalo en una casa que no era la suya; la impotencia feroz de Ivanna porque Asher hubiera decidido quedarse en aquella casa con la mujer que estaba emplazándola en ese mismo instante; o aquel regodeo emocionado en la expresión del gemelo porque a la pelirroja llena de curvas se le había salido lo posesiva en un solo instante.Sin embargo había algo en especial, algo de lo que Eva no era la única que se había dado cuenta. Desde un extremo del patio junto a su camioneta el resto de los chicos Vanderwood achicaban los ojos como si de repente les hubiera caído una ducha de agua fría encima, y Sebastián dio dos pasos hacia su prometida con expresión suspicaz.—Respóndele —sentenció mientras Ivanna daba un respingo asustado solo por el sonido de su voz—. ¿Exactamente p
LA TRAMPA PERFECTA. CAPÍTULO 71. Un sueño hecho pesadillaY la verdad era que no tenía una respuesta para eso, porque en aquel instante lo único que llegó a la cabeza de Sebastián fue aquella feroz réplica de Michelle el día que le había firmado el divorcio:“¡No tenía idea de quién eras cuando te conocí! ¡Mucho menos de que tenías dinero! Y si quieres que te sea honesta, usted puede ser muy magnate, muy CEO y muy Vanderwood, ¡pero el peón sin memoria y sin un centavo me caía mejor que tú!”—¡Maldición, ¿esta condenada alguna vez en su vida dejará de tener la razón?! —gruñó como si hablara consigo mismo, porque si él también se ponía honesto, entonces tenía que reconocer que le había gustado más ser ese peón en la hacienda de Constance Dalton por algunas semanas, que ser el CEO de la transnacional Vanderwood en Nueva York por años.Había vuelto a su elemento. Había vuelto al campo, a los caballos, a la risa, a la despreocupación, y sobre todo había vuelto al calor de una familia. Y Se
LA TRAMPA PERFECTA. CAPÍTULO 72. El consejo de un padreNo se despertó gritando esta vez, pero el corazón le latía tan rápido que Sebastián creyó que de verdad se había puesto de pechito para un infarto.Aquellas palabras seguían resonando en su cabeza, en especial las de ese asaltante cuando le decía a su compañero que tenían dejar viuda a alguien, y ahora era más que evidente que ese alguien no se trataba de Michelle.La cuestión era por qué. ¿Por qué alguien querría dejar viuda a Ivanna incluso antes de la boda?Sebastián no tenía ni la menor idea, pero la verdad era que aquel comportamiento errático y extraño de su prometida comenzaba a alarmarlo.—¿Ya lo asumiste o todavía necesitas más evidencias? —Oyó una voz desde la esquina de la habitación y Sebastián se incorporó para ver a su padre sentado en aquella butaca en medio de la penumbra, al mejor estilo cinematográfico.—¡Maldición no hagas eso! ¡Casi me matas el susto! —gruñó exasperado—. Y claro que no tenemos ninguna evidenci
LA TRAMPA PERFECTA. CAPÍTUO 73. Un corazón roto—¿En serio? —La voz de Ivanna estaba tan llena de esperanza que honestamente Sebastián ya no sabía ni qué pensar, así que solo asintió, pero no dijo ninguna sola palabra más mientras ella corría a hacer sus maletas y se unía a él en aquel viaje de regreso.Y lo que ocurrió en ese trayecto, lo que se habló, lo que acordaron, o todo el despliegue de dolor y victimización que hizo la mujer, nadie lo supo, solo quedó claro que para cuando llegaron a Texas la noticia que le dieron al resto de la familia Vanderwood no fue precisamente bien recibida.Tres días después, Asher hacía de tripas corazón y se subía a uno de los autos de la hacienda para llegar hasta la cabaña donde estaba Ranger cuidando de Michelle.Si era honesto, se pasaba la mayor parte del tiempo allí, persiguiendo a su pelirroja llena de curvas, pero no podía negar que ese día no iba con la misma emoción de siempre. Ranger se dio cuenta apenas atravesó aquella puerta. Para Mic
LA TRAMPA PERFECTA. CAPÍTULO 74. ConfesionesHabía que reconocerlo, no era cierto que las brujas no tuvieran corazón, porque a pesar de que era una, Ivana definitivamente sintió que el suyo se le desbocaba en el pecho en el mismo instante en que escuchó a Asher pronunciar aquellas palabras.—¿Qué… qué estás diciendo? Asher, ¿cómo que no puedes dejar que me case...?El hombre frente a ella pasó saliva y la miró a los ojos como si realmente estuviera haciendo un gran esfuerzo por decir aquello, pero finalmente el gemelo se dio la vuelta para alcanzar la puerta a toda prisa.—¡No, no, espera, no te vayas por favor, no te vayas! —exclamó Ivanna reteniéndolo de una mano y dándole la vuelta.Se interpuso en su camino de inmediato y le pasó el seguro a aquella puerta mientras Asher daba vueltas por la habitación mesándose los cabellos.—¡No debería estar aquí, lo siento, lo siento! —exclamó él buscando una forma de largarse, pero Ivanna lo alcanzó por las solapas del traje y lo sacudió para