Sin soltar la cintura de ella, Xavier empezó a desabrochar su blusa y a quitar todas sus prendas lentamente, sin dejar de acariciar sus impresionantes curvas, incluyendo su abultado vientre. Tamara gimió bajo su boca que pasaba de su cuello a sus senos. Él la probó todo para desatar su deseo y mientras ella temblaba incontrolablemente bajo su contacto, él se dedicó a descubrir cada lugar de su piel con sus besos. Tamara era como una droga para él y sabía esto tan bien que no hacía nada por contenerse. Su único objetivo era satisfacer el fuego que ardía entre ambos.Él la miró con una intensidad que la hizo estremecer. ―No puedo soportar más Tamara ―le dijo entre susurros, mientras apoyaba su frente en la de ella ―. Necesito volverte a hacer míaSus dedos recorrieron con ternura el contorno de su cara, la miró con una profunda ternura. Llevó la mano a sus labios y la besó con suavidad, mientras sus miradas se encontraban en un abrazo que no necesitaba palabras para ser entendido.Se
Xavier sonrió aliviado por la respuesta de su novia. Había estado preocupado por lo que su ex podía ocasionar en su relación, pero ahora sentía que había tomado la decisión correcta al contarle todo a Tamara.―¡Esa es mi chica! Nunca dudes de que te amo y no podemos permitir que el pasado afecte nuestro presente y robe nuestro futuro.―Y tú tampoco lo permitas, seguro intentará buscarte, hacerte caer… que la escojas a ella ―pronunció sintiéndose un poco inquieta.―Ya mi corazón escogió ―declaró Xavier acercándose a ella, la abrazó con fuerza y la besó con pasión―, y por supuesto que no permitiré que nada ni nadie nos separe, recuerda algo Laurent es el Joel de mi vida ―expresó y ella se quedó viéndolo con sorpresa y luego se sonrió.Asintió con determinación y una chispa de valentía brilló en sus ojos.―Estamos unidos y no dejaremos que nadie nos perturbe. Xavier acarició suavemente su rostro y le dedicó una sonrisa llena de amor.―Eres increíble, Tamara. No puedo esperar a pasar el
―Lo siento amor, yo no he dicho nada, no te enojes ―pronunció levantándose y abrazando a su esposa, por detrás y sosteniendo su mentón en el hombro.Eso pareció apaciguarla y Tamara suspiró con admiración, sintió a Xavier pararse detrás de ella.―Ellos aún son como un par de noviecitos peleándose ―expresó Xavier y ella asintió.―Son lindos, ¿Sabes? Me encanta ver en tus padres el mismo amor que veo en los míos y en las parejas de mi familia, eso siempre lo he admirado y es lo que quiero para mi vida―Y así será mi amor, seremos todo lo felices que has imaginado y hasta más.Ella suspiró contenta, se sentía cómoda y agradecida por la cálida recepción que había recibido de parte de la familia de Xavier. Aunque no había tenido mucho contacto con ellos previamente a ese momento, se sentía como en casa. Mientras se preparaban para comer la deliciosa comida mexicana, ella se fijó en la manera en que Xavier interactuaba con su familia. Era evidente que se llevaba bien con todos y que era mu
Tamara sintió que el mundo se detenía a su alrededor. No podía creer lo que estaba escuchando. Xavier y Laurent tenían una hija juntos. Todas las emociones y pensamientos se agolparon en su mente, pero trató de mantener la calma.―Xavier, ¿esto es cierto? ¿Tienes una hija con ella? ―preguntó, tratando de controlar su voz.Xavier parecía igualmente sorprendido y confundido. Sus ojos se encontraron con los de Tamara y pudo ver la sinceridad en su mirada.―No tenía conocimiento de esto, Tamara. No sé de qué está hablando, Laurent ―respondió con una mezcla de incredulidad y frustración.Laurent se rio con desdén y miró a Tamara con superioridad.―Supongo que esta es la sorpresa que te tenía guardada, ¿verdad? ¿Qué tal te sientes al saber que no eres la única mujer en la vida de Xavier?Tamara sentía una mezcla de ira y confusión. Pero confiaba en Xavier, él le había dicho que la amaba y ella le creía. Se acercó más a él y colocó su mano en el brazo sosteniéndolo con fuerza―No sé qué está
Xavier soltó una risa suave y puso su mano en el hombro de la joven.―No te preocupes, Ángela. Dormirás en una de las habitaciones de huéspedes de esta casa, que es la casa de tus abuelos. Te aseguro que estarás cómoda y a salvo aquí ―le dijo con una sonrisa tranquilizadora―, por cierto, te presento a mis padres, ella es Gálata, mi madre y él Matteo mi padre y mi hermano pequeño Evans.La jovencita extendió la mano y los saludó.―Tu hermano no es pequeño, es casi del mismo tamaño que tú ―dijo la niña haciendo una mueca.―Me refiero a que yo soy el mayor ―aclaró Xavier.―Entiendo, así como yo, voy a ser la hermana mayor de los trillizos, pero seré mucho mayor a ellos, y voy a cuidarlos ―expresó la chiquilla emocionada.―Bueno, te quedas aquí, mi mamá te va a mostrar la habitación, descansas y mañana vengo temprano a buscarte ―explicó Xavier y la niña frunció el ceño.―¿A buscarme? ¿Dónde dormirás tú? ―interrogó con curiosidad.―Yo me quedo en una suite que tengo en uno de los hoteles d
Tamara sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al escuchar las amenazas de Laurent. Sabía que debían actuar con precaución y tomar medidas para protegerse a sí mismos y a su relación. ―No te preocupes, Ángela. Vamos a enfrentar esta situación juntos. Xavier y yo haremos todo lo posible para mantenernos a salvo y protegerte a ti también. No permitiremos que Laurent nos haga daño ―aseguró Tamara, tratando de transmitir confianza a la joven. Ángela asintió, pero su mirada reflejó miedo e incertidumbre. A pesar de su corta edad, había sido testigo de una serie de eventos perturbadores y se encontraba en medio de una situación complicada. Tamara se acercó a ella y la abrazó, ofreciéndole consuelo. ―Vamos a superar esto juntos, Ángela. Y si resultas ser hija de Xavier, serás parte de nuestra familia y haremos todo lo posible para protegerte y brindarte el amor y el cuidado que mereces ―le dijo Tamara con voz suave. La joven se aferró al abrazo de Tamara, sintiendo un poco de paz en medi
Ángela sintió un nudo en la garganta y lágrimas en los ojos al leer el mensaje de Laurent. Sabía que sus intenciones no eran buenas, pero el deseo de ser la única hija de Xavier la tentaba, pero, por otro lado, sabía que eso no justificaba dañar a Tamara ni a los bebés.Decidida a protegerlos y con una fuerte determinación, Ángela escribió su última respuesta con firmeza: "No puedo hacerlo, no voy a poner en peligro a mis hermanos o hermanas y tampoco a Tamara. Xavier y Tamara me han dado la bienvenida en su vida y no voy a traicionar su confianza. No quiero tener a Xavier solo para mí, lo quiero como mi padre y a Tamara y los bebés como mi familia. No voy a hacer lo que me pides por qué sé que es incorrecto y peligroso para todos. No voy a ser tu cómplice”.Laurent quedó frustrada por la respuesta de Ángela. Su plan no estaba saliendo como esperaba. Decidió que necesitaba tomar medidas más drásticas para lograr su objetivo.Mientras tanto, con el corazón en la mano, Ángela apagó su c
Tamara, sin embargo, demostró ser valiente y ágil. Esquivó los golpes de Laurent y contraatacó con determinación, la mujer no contaba con que Tamara era una luchadora excelente, la habían enseñado su padre y sus hermanos, desde adolescente y sabía defenderse muy bien.La lucha se intensificó, con ambas mujeres peleando ferozmente en la sala de estar. Muebles fueron tumbados y objetos se rompieron mientras la violencia se desataba.Ángela, aunque asustada y dolorida, encontró la fuerza para levantarse del suelo y unirse a la pelea. A pesar de su tamaño y edad, su valentía era evidente. Golpeó a Laurent con todas sus fuerzas, intentando proteger a Tamara.Laurent le dio un golpe que la arrastró por el suelo lanzándola contra una silla. La situación se volvió caótica y desesperada. Los gritos resonaban en la casa, y el sonido de la lucha era ensordecedor. En medio del caos, Xavier llegó a casa, sorprendido y aterrado por lo que encontró.―¡Basta! ―gritó Xavier con su voz llena de autorid