Dos días después, Tamara y Xavier quedaron en verse, él había estado ocupado en su oficina y solo habían tenido oportunidad de hablar por largas horas, riéndose contándose su día a día.“Dime ¿Cómo van tus esculturas? ¿Has hecho algunas?”―Solo me sales tú, en todas las que hago ―dijo con una carcajada.“Ves eso es porque quisieras tenerme contigo y entonces tu subconsciente busca la manera, te cuesta entender que no necesitas un pedazo de yeso de mí, cuando tienes el verdadero, el original de carne y hueso”. ―Bueno, hoy cambiaré eso ¿Nos veremos?“Por supuesto, así tenga que abandonar el trabajo y mandar todo al carajo, además, ya tuviste suficiente respiro de mí, dos días es lo máximo que puedo darte sin verte, paso por ti a la una de la tarde”.―¿Y si me voy en mi auto para que no tengas que desviarte? ―preguntó ella y él dudó.“No me gusta la idea que andes sola, Joel, no sé si se ha quedado tranquilo o tenga ganas de seguir jodiéndote, si por lo menos hubieses dejado a los guard
Xavier se quedó mirando fijamente a Dake por un momento, sus pensamientos se aceleraron y las emociones se agolparon en su pecho. Los recuerdos de su pasado con ella se amontonaron en su mente, reviviendo momentos de amor, dolor y traición.Sentía una mezcla de furia y temor ante la idea de volver a verla. Laurent había sido la mujer a la que había amado con todo su ser, pero también había sido la persona que lo había lastimado más profundamente.Su amigo asintió con preocupación, sabiendo el efecto que Laurent tenía en Xavier.Tras unos instantes de silencio tenso, Xavier finalmente logró articular palabra.―No me interesa verla Dake. ¿Por qué apareció justo ahora? ¿Por qué te buscó a ti? ―preguntó con voz firme, aunque su interior estaba lleno de turbulencias emocionales.Dake Mylan, su amigo, se encogió de hombros con una expresión preocupada en su rostro, temía que esa mujer regresara a dañar la vida de su amigo.―No estoy seguro, ella vino directamente a mi despacho buscándome y
Sin soltar la cintura de ella, Xavier empezó a desabrochar su blusa y a quitar todas sus prendas lentamente, sin dejar de acariciar sus impresionantes curvas, incluyendo su abultado vientre. Tamara gimió bajo su boca que pasaba de su cuello a sus senos. Él la probó todo para desatar su deseo y mientras ella temblaba incontrolablemente bajo su contacto, él se dedicó a descubrir cada lugar de su piel con sus besos. Tamara era como una droga para él y sabía esto tan bien que no hacía nada por contenerse. Su único objetivo era satisfacer el fuego que ardía entre ambos.Él la miró con una intensidad que la hizo estremecer. ―No puedo soportar más Tamara ―le dijo entre susurros, mientras apoyaba su frente en la de ella ―. Necesito volverte a hacer míaSus dedos recorrieron con ternura el contorno de su cara, la miró con una profunda ternura. Llevó la mano a sus labios y la besó con suavidad, mientras sus miradas se encontraban en un abrazo que no necesitaba palabras para ser entendido.Se
Xavier sonrió aliviado por la respuesta de su novia. Había estado preocupado por lo que su ex podía ocasionar en su relación, pero ahora sentía que había tomado la decisión correcta al contarle todo a Tamara.―¡Esa es mi chica! Nunca dudes de que te amo y no podemos permitir que el pasado afecte nuestro presente y robe nuestro futuro.―Y tú tampoco lo permitas, seguro intentará buscarte, hacerte caer… que la escojas a ella ―pronunció sintiéndose un poco inquieta.―Ya mi corazón escogió ―declaró Xavier acercándose a ella, la abrazó con fuerza y la besó con pasión―, y por supuesto que no permitiré que nada ni nadie nos separe, recuerda algo Laurent es el Joel de mi vida ―expresó y ella se quedó viéndolo con sorpresa y luego se sonrió.Asintió con determinación y una chispa de valentía brilló en sus ojos.―Estamos unidos y no dejaremos que nadie nos perturbe. Xavier acarició suavemente su rostro y le dedicó una sonrisa llena de amor.―Eres increíble, Tamara. No puedo esperar a pasar el
―Lo siento amor, yo no he dicho nada, no te enojes ―pronunció levantándose y abrazando a su esposa, por detrás y sosteniendo su mentón en el hombro.Eso pareció apaciguarla y Tamara suspiró con admiración, sintió a Xavier pararse detrás de ella.―Ellos aún son como un par de noviecitos peleándose ―expresó Xavier y ella asintió.―Son lindos, ¿Sabes? Me encanta ver en tus padres el mismo amor que veo en los míos y en las parejas de mi familia, eso siempre lo he admirado y es lo que quiero para mi vida―Y así será mi amor, seremos todo lo felices que has imaginado y hasta más.Ella suspiró contenta, se sentía cómoda y agradecida por la cálida recepción que había recibido de parte de la familia de Xavier. Aunque no había tenido mucho contacto con ellos previamente a ese momento, se sentía como en casa. Mientras se preparaban para comer la deliciosa comida mexicana, ella se fijó en la manera en que Xavier interactuaba con su familia. Era evidente que se llevaba bien con todos y que era mu
Tamara sintió que el mundo se detenía a su alrededor. No podía creer lo que estaba escuchando. Xavier y Laurent tenían una hija juntos. Todas las emociones y pensamientos se agolparon en su mente, pero trató de mantener la calma.―Xavier, ¿esto es cierto? ¿Tienes una hija con ella? ―preguntó, tratando de controlar su voz.Xavier parecía igualmente sorprendido y confundido. Sus ojos se encontraron con los de Tamara y pudo ver la sinceridad en su mirada.―No tenía conocimiento de esto, Tamara. No sé de qué está hablando, Laurent ―respondió con una mezcla de incredulidad y frustración.Laurent se rio con desdén y miró a Tamara con superioridad.―Supongo que esta es la sorpresa que te tenía guardada, ¿verdad? ¿Qué tal te sientes al saber que no eres la única mujer en la vida de Xavier?Tamara sentía una mezcla de ira y confusión. Pero confiaba en Xavier, él le había dicho que la amaba y ella le creía. Se acercó más a él y colocó su mano en el brazo sosteniéndolo con fuerza―No sé qué está
Xavier soltó una risa suave y puso su mano en el hombro de la joven.―No te preocupes, Ángela. Dormirás en una de las habitaciones de huéspedes de esta casa, que es la casa de tus abuelos. Te aseguro que estarás cómoda y a salvo aquí ―le dijo con una sonrisa tranquilizadora―, por cierto, te presento a mis padres, ella es Gálata, mi madre y él Matteo mi padre y mi hermano pequeño Evans.La jovencita extendió la mano y los saludó.―Tu hermano no es pequeño, es casi del mismo tamaño que tú ―dijo la niña haciendo una mueca.―Me refiero a que yo soy el mayor ―aclaró Xavier.―Entiendo, así como yo, voy a ser la hermana mayor de los trillizos, pero seré mucho mayor a ellos, y voy a cuidarlos ―expresó la chiquilla emocionada.―Bueno, te quedas aquí, mi mamá te va a mostrar la habitación, descansas y mañana vengo temprano a buscarte ―explicó Xavier y la niña frunció el ceño.―¿A buscarme? ¿Dónde dormirás tú? ―interrogó con curiosidad.―Yo me quedo en una suite que tengo en uno de los hoteles d
Tamara sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al escuchar las amenazas de Laurent. Sabía que debían actuar con precaución y tomar medidas para protegerse a sí mismos y a su relación. ―No te preocupes, Ángela. Vamos a enfrentar esta situación juntos. Xavier y yo haremos todo lo posible para mantenernos a salvo y protegerte a ti también. No permitiremos que Laurent nos haga daño ―aseguró Tamara, tratando de transmitir confianza a la joven. Ángela asintió, pero su mirada reflejó miedo e incertidumbre. A pesar de su corta edad, había sido testigo de una serie de eventos perturbadores y se encontraba en medio de una situación complicada. Tamara se acercó a ella y la abrazó, ofreciéndole consuelo. ―Vamos a superar esto juntos, Ángela. Y si resultas ser hija de Xavier, serás parte de nuestra familia y haremos todo lo posible para protegerte y brindarte el amor y el cuidado que mereces ―le dijo Tamara con voz suave. La joven se aferró al abrazo de Tamara, sintiendo un poco de paz en medi