El rostro de Tamara palideció, se sintió por un momento intimidada al estar en la presencia de ellas y creyó haber hablado entre dientes, solo audible para ella.—Juro que lo voy a matar —pero lamentablemente para ella, las mujeres tenían muy buenos oídos y escucharon sus palabras.—¡Ni se te ocurra! Mi niño a veces es un poco impulsivo, tiene uno que otro detallito que corregir, pero es un amor… es igualito a su abuelo, mi esposo —dijo Anabella defendiéndolo.Las mujeres más jóvenes se vieron unas a otra, moviendo la cabeza de un lado a otro.—Ay, abuela, es que para ti Xavier es perfecto, porque como amas al abuelo.—No, Xavier es una versión mejorada de mi esposo, porque él es más sensible… aunque cuando domas un Ferrari, ese hombre besará el piso por donde camines —dijo Bella, pero sus palabras fueron interrumpidas por Sofía.—Te recuerdo que Xavier también es un Sebastini.—Pero tiene más de Sebas. Pero es bueno que conozcas algo —continúo como si no la hubieran interrumpido —, d
Xavier estaba en la suite del hotel, tratando de ejecutar las acciones que había tomado para conquistar a Tamara, cuando de manera repentina sonó su teléfono. Al ver que era su padre, lo atendió de inmediato.—Hola, papá, ¿cómo estás? —preguntó Xavier con alegría.“Hijo, necesito hablar contigo sobre algo muy importante. Ha salido en las redes y en los medios una noticia sobre ti.—Ya estoy acostumbrado, raro es que no me tengan dándoles ranking y seguidores a esas cuentas y medios —expresó—, ¿Qué ocurrió ahora? Xavier se puso tenso al escuchar el suspiro de su padre al otro lado de la línea. Ya lo tenía molesto las constantes salidas en la prensa y siempre por algo negativo.—¿Qué ha pasado, papá? —preguntó con preocupación.—Están diciendo que tuviste una orgía en tu hotel —declaró su padre con voz grave.Xavier se sorprendió ante lo que acababa de escuchar. Definitivamente, como dicen, crea fama y acuéstate a dormir, se dijo, a los medios poco le importaba inventarse cualquier cos
Tamara no podía creer lo que había escuchado, definitivamente era el hombre más descarado que había conocido en la vida, no podía entender cómo estaba celebrando, que tenía una mujer preñada mientras trataba de seducirla a ella, pero que no creyera que la iba a agarrar de burla y antes de que pudiera decir algo, ella lo enfrentó.—Eres el colmo del descaro, vienes a decirme que estás interesado en mí y ahora celebras porque tu moza de turno está embarazada de ti —expresó molesta.—No, no es mi moza de turno es… —pero sus palabras fueron interrumpidas por una molesta Tamara.—O sea que es otra, sabes, ya no quiero saber más de ti, no me vengas más a visitar, ve y busca a esa mujer, a la madre de tu hijo y caliéntale la oreja a ella, quizás sea lo suficiente estúpida para creer tus mentiras, ve y búscala y te le metes en su casa y juega a las casitas y a mí ¡Déjame en paz!—Pero Tamara déjame explicarte, no es lo que crees… ¡Por Dios! Porque siempre eres así—pronunció preocupado, trató
Tamara sintió como si el mundo se hubiera detenido en seco al escuchar las palabras del médico. ¿Qué estaba pasando exactamente? Ella intentó procesar la información, pero su cabeza estaba en un torbellino. ¿La muestra con la que inseminaron pertenecía a Xavier después de todo?—¿Qué estás diciendo? —preguntó Tamara, tratando de comprender lo que estaba sucediendo.—Que hubo un error lamentable por parte de una de nuestras enfermeras. Hubo una confusión y se utilizó la muestra de Xavier en lugar de la de Joel.—¿Y cómo diablo ocurrió eso? ¿Cómo una muestra de él llegó a parar en mi útero? —inquirió dejando caer su cabeza en sus manos—, ¿Quién carajo está jugando con mi vida? El hijo mío ha tenido más papás, lo que falta es que ahora la muestra de Xavier no sea suya si no del jardinero —expresó con pesar dejando que las lágrimas brotaran de sus ojos.Xavier se quedó viéndola, estaba en shock con las palabras de su amigo y médico, a decir verdad para él era la mejor noticia que pudieran
Xavier se quedó sentado en la silla del consultorio, con el corazón acelerado y la mente llena de pensamientos, procesando lo que acababa de suceder. Había intentado ser diplomático, pero Tamara no había cedido ante sus palabras. No quería llegar a una demanda, pero tampoco podía permitir que Tamara le quitara la posibilidad de estar con su hijo. Decidió que lo mejor era hablar con su abogado y buscar la mejor manera de solucionar este problema de forma pacífica.Mientras tanto, Freya se acercó a él, poniéndole una mano en el hombro de manera reconfortante. Él le agradeció el gesto con una sonrisa triste.—Xavier, no vayas a hacer algo de lo que te vayas a arrepentir, puedes ir a un proceso judicial y ganar, obligarla a ella a convivir contigo, chantajearla, hacer lo que quieras, pero si estás interesado en Tamara esa no es la forma de llagar a su corazón. Hasta ahora no le has demostrado que eres confiable, y lamentablemente su experiencia con Joel, que es el único punto que ella ti
Freya cuando vio a su amiga muy molesta, prefirió dejarla sola, era lo mejor para que reflexionara, mientras la siguieran presionando más se iba a oponer, porque esa era la Tamara que conocía, la que había estado mucho tiempo siendo oprimida por Joel y finalmente había salido.—Yo me voy, no te presionaré, tienen que pensar por ti misma y llegar a tus propias conclusiones, tú eres una mujer inteligente y quieres lo mejor para ese bebé y si te conozco lo suficiente, sé que le agradeces al cielo que tu niño no sea de un hombre tan malvado como Joel ni producto de sus maquinaciones —expresó Freya y Tamara no debatió sus palabras.Se quedó sentada en el sofá, no supo por cuanto tiempo, reflexionó y consideró las opciones, y finalmente llegó a una decisión. “Podía poner a prueba a Xavier como le decían todo, quizás sería una mala pareja por ser mujeriego, pero tal vez sería un buen padre, vio lo emocionado que estaba al saber la noticia y ni siquiera sabía que era al bebé que ella cargaba
Tamara suspiró, sintiendo que Xavier tenía razón en lo que decía. Sabía que no podía juzgarlo por los errores de Joel, pero era difícil para ella confiar en alguien después de lo que había pasado. —Lo sé, Xavier —dijo ella con voz suave—. No es que no quiera aceptar tu ayuda, es solo que me cuesta confiar en alguien después de todo lo que he vivido. Fueron tantos años escuchando que era frígida, que no tenía gracia, cuando me colocaba un vestido sexy, me decía zorr4 y no era yo… ¿Sabes las veces que hice el ridículo para seducirlo? Y la frustración que sentía en no hacerlo y en no poder sacar adelante mi matrimonio, y es que jamás lo lograría ni en ciento de años, porque simplemente a él le gustaban los hombres y yo solo fui su tapadera. Xavier, que no sabía nada de eso, o estaba tan centrado en lo referente a su bebé, que no la había escuchado antes cuando dijo esa parte, se quedó sin palabras, no sabía qué decirle. —Sé qué no hay palabras de consuelo, y si te soy sincera tampoco l
—¿Es en serio? ¿Por qué no puedes esperar un poco y dejar que mi asistente se encargue de eso? ¿Acaso el helado va a perder su sabor por qué en vez de comprarlo yo mismo envíe por alguien por él? —preguntó sin poder creerlo.Tamara, con voz caprichosa y haciendo un puchero, que removió el deseo de Xavier en su interior, le respondió.—Es que tengo antojo irresistible de helado de chocolate con granola, que no voy a poder dormir si no me lo como, pero enviar a alguien a buscarlo no es igual.Xavier levantó una ceja con sospecha.—Según tú, ¿Por qué no es igual? —inquirió Xavier y la chica se cruzó de brazos.—Porque no, quiero que lo traigas tú mismo, porque dijiste que el bebé y yo podríamos contar contigo qué harías cualquier cosa por complacernos y yo quiero ver el esfuerzo que pones para satisfacer mis antojos.Sus palabras sorprendieron al hombre.—¿Estás bromeando, verdad? No puedo creer que estés pidiendo esto a las dos de la mañana, tengo la leve sensación que lo estás haciendo