CHASTITY
—Es una pastilla anticonceptiva, no quiero sorpresas y tú tampoco —explica y abro la boca dejando que me meta la pastilla, deja su dedo un par de segundos y cierro los labios chupando.
La intensidad en sus pupilas aumenta y la trago sin agua.
—Deberías usar condón, no habrá próxima entre tu y yo —sentencio y él se aparta.
—Suele pasar que me gusta sentirte sin nada —me detienen sus palabras justo cuando estoy por salir—. Y tú no decides, acepta el hecho de que tu papá te entregó a mí con moño, eres mía y hago contigo lo que quiera.
—Lástima que no pienso convertirme en un títere a tu antojo como Viera la loca, vete con ella y deja de joder porque acá solo encontrarás guerra —salgo con el culo adolorido y el coño húmedo.
Aparto de mi cabeza todo, suprimo lo que acaba de pasar y logro llegar a la que era mi habitación. Todo está ordenado y la sangre que a
VIERA Una de las primeras lecciones que se me enseñó cuando era una niña, fue que mi cuerpo, vida y alma estaban destinados a ser entregados a la Bratva, la lealtad, el honor y el orgullo de pertenecer a la organización criminal más peligrosa del mundo, es algo con lo que he vivido desde que tengo uso de memoria. Le debo todo a los Lebedev, y es por eso que desde que vi a aquel niño de ojos azules, que me salvó de las crueldades a las que me sometían los demás niños, quedé completamente enamorada y hasta la fecha una vida a su lado, ha sido mi sueño. Desde los tres años fui sometida a los más grandes y peligrosos procedimientos, entrenamiento y adiestramiento para ser la mejor amazona alfa de la Bratva, y eso es lo que soy, nadie es más hermosa que yo, más inteligente o audaz, jamás me han podido ganar en una
VIERALos presentes asienten orgullosos y curiosos por lo que está a punto de pasar, volteo a ver al Boss y este no aparta la mirada de mí, sus ojos están llenos de una oscuridad casi tan impenetrable que la de su hijo, Ivanna Lebedev en cambio, me muestra una mueca que se asemeja a una sonrisa petulante, jamás me ha querido esa mujer, y el sentimiento en mutuo porque la tipa es un dolor en el culo. Pero nadie me importa, solo Edmon, quien no me dirige una mirada y no hablo porque conozco las leyes de la Bratva. Sé que si me dirijo al Underboss lo tomarán como rebeldía y como a una objeción a la sentencia, lo que equivaldría a entrar a un juicio y este significa que estaría encerrada por más de cinco meses siendo sometida a las peores torturas. Las reglas son reglas, y eso significa que es Edmon quien va a
CHASTITYCuando se cierra la puerta a mis espaldas, pienso que tendré un momento en completa paz, pero cuando la loca mayor entra con aire despampanante, sé que no es así.—¡Dios, estuviste increíble! —exclama con un brillo en los ojos al tiempo que me toma de los hombros y me zarandea con brío.—Estás demente —intento soltarme de su agarre, pero me lo impide.—Sí, mi marido me lo dice a menudo, pero lo importante es que solo tienes que matar a Kelaya y listo, mi bebé quedará prendado de ti —me suelta para dejarse caer como niña pequeña sobre mi cama—. Edmon te dará unos niños hermosos, el gen Lebedev es sádico pero hermoso.«Claro, si no lo mato antes»—No me voy a casar con tu hijo, solo quier
CHASTITYMe vuelvo a duchar al día siguiente, del puro resquemor, me pongo unos leggins y un top, recojo mi cabello en una coleta alta y salgo dejando que el hombre lleno de tatuajes y cara de pocos amigos, me lleve hasta un área en donde parece ser un salón enorme, mis ojos rápidamente reparan en el mafioso de mierda que se encuentra hablando con un tipo que no está nada mal, es apuesto hasta la muerte y tiene el físico perfecto.—Llegas tarde —repara Edmon en mi presencia y me repasa con recelo.Blanqueo los ojos y decido concentrarme en el adonis que está observándome de manera discreta pero intensa.—Soy Chastity Adams —estiro la mano en su dirección para estrecharla como señal de saludo.—Soy...—Tu entrenador, es todo lo que necesitas saber —interrumpe el mafioso cruzado se brazos sin apartar la mirada de mí, como si estuviera esperando a que hiciera algo
CHASTITYMe levanto y salgo de la habitación dispuesta a olvidarme de él, batallando con mis deseos de ayudar, así que de mala gana voy al área de enfermería y al no encontrar a Luckyan por ninguna parte, tomo un par de antiinflamatorios, descongestivos y analgésicos, subo con un vaso de agua también y cuando llego está sentado en la cama.—No moriste, qué mala suerte tengo.Gira a verme y frunce el ceño.—¿Qué mierda haces en mi habitación? Largo, maldita cría —espeta con firmeza y veo que ha recobrado fuerzas pero se sigue viendo mal, en especial cuando la nariz la tiene roja.Hago caso omiso de su puto insulto y camino decidida hacia el, le toco la frente y sigue hirviendo.—Quítate la ropa —ordeno.—¿Vienes a que te folle? ¿Otra vez?—No seas imbécil —le abro la boca a la fuerza y le meto las pastillas, luego le tiendo el vaso
EDMONEn la vida hay ciertos errores que se cometen y de los que no me siento orgulloso, uno de ellos fue el pasado, cuando Viera iba a tener una hija, se supone que nadie de la Bratva lo sabe, y hasta ahora no lo recordaba, porque son cosas que mi cerebro suprime por conveniencia. Cuando Viera entró con esa actitud de mierda, debo admitir que me tomó con la guardia baja, por un segundo, solo por un par de segundos, me permití ser débil. Y ahora la tenía frente a mi, amarrada como a un cerdo a punto de ir al matadero.—¡Perdón! —grita y le suelto otro azote—. ¡Fue un impulso!No le respondo, o le hablo, es más, verla me produce aberración, el Boss está enfadado con ella, Ivanna la quiere muerta, me resulta un estorbo por sus celos y si no la he matado es por el cariño que aún le tengo.—Edmon, para…Le doy todavía con más fuerza. Su espalda sangra a chorros pero sus gritos deja
CHASTITYSiento como la sangre corre por mis venas, como la adrenalina se dispara en mí sistema haciendo estragos en mi torrente sanguíneo, el pulso no me hace temblar, porque estoy firme en lo que hago y ni siquiera me he detenido a pensar en las consecuencias, porque sé que las habrá, es decir, le estoy apuntando con una pistola al Underboss de la mafia rusa. No es cualquier error, el problema es que aún me tiene nerviosa y confundida lo que acaba de pasar.Minutos atrás… —Eres hermosa —traga duro Lukyan y de dos zancadas merma el espacio que hay entre los dos.—¿Eso de dices a todas las que van a pelear una batalla que no le corresponde? —enarco una ceja con incredulidad.—No, estoy seguro de que vas a ganar.—No soy amazona de la Bratva, deja de jugar.—Tampoco eres la mejor Koroleva que la mafia roja vaya a tener,
La gélida brisa de la noche golpea su rostro, ondeando su larga cabellera, en su pecho no ha dejado de invadirla esa sensación de ahogo en la que cae una y otra vez, llevándola al mismo lugar en el que hace años se alejó escuchando el llanto de su hija, el cual, poco a poco se iba perdiendo haciendo un eco.Sus recuerdos son algo peligroso, en especial porque siempre ha anhelado en ir a buscar lo que es suyo y solo suyo, lo que le pertenece, por lo que tuvo que desprenderse sintiendo que el mundo se le caía en pedazos encima.La obligaron, en ese entonces era ingenua e inmadura, se dejaba manipular muy rápido, pero ahora ya no, ahora se había convertido en la mujer que tanto temían sus enemigos, la mujer que estaba dispuesta a asesinar y a limpiar el camino de su pequeña, porque sí, viene por ella, y va a destruir la organización que tanto le hizo daño en el pasado.—¿Estás segura de lo que vas a hacer?La voz masculina a sus espaldas