EDMON
—En dos horas salimos —me avisa Lukyan sin apartar la mirada de la pantalla de su ordenador—. La Bratva nos estará esperando.No respondo, sé lo que tengo que hacer, la Bratva es primero, eso ahora cambia, mi única prioridad es mantener a salvo a Chastity y a mi hijo. Un ser que será parte de ambos, una cadena que siempre la atará a mí. Ya no puede escapar, el grillete es demasiado fuerte como para hacerlo.—Mantendré informada a tu madre, ella es parte del plan, por cierto, ella se encargó de los Voyevikis, se supone que…Le miro, últimamente estoy alerta de todo.—¿Dónde está?—Debe estar revisando los estudios de Chastity. ¿Por qué?—Hay demasiado silencio, no me gusta.Tenso el cuerpo, me asomo por la venCHASTITY A lo lejos escucho voces, gritos de alguien enfurecido, un hombre, mientras me remuevo inquieta, el olor a colonia masculina me pica la nariz, no es la de Edmon… los recuerdos comienzan a bombardear mi mente, las piezas encajan en el rompecabezas en blanco y me incorporo un poco al sentir que un par de manos acarician mis piernas. —Nos vamos a divertir, Chastity. «Esa voz» Abro los ojos de golpe al reconocerla, el rostro de Killian Stolkov aparece delante de mí, con ambos parches cubriendo los huecos por los que alguna vez hubo ojos. —Suéltame —mi voz suena ronca. —Despertaste —dice. Mis ojos recorren la escena, está delante de mí, desciendo y las nauseas aporrean mi garganta, él intenta… —¡No! —intento moverme. El sonido
CHASTITY El dolor me consume, mi pecho está roto de las peores maneras en las que puedo imaginar, no he dejado de llorar, para ser sincera, jamás creí que lo lloraría de esta manera. «Está muerto» Hecha un ovillo en la cama, dentro de la habitación que me asignaron, trato de ser fuerte por lo que me queda de él, sin embargo, no puedo, era un mafioso de mierda y ahora me encuentro encerrada, bajo la mano dura de Killian Stolkov, la mafia italiana, la Bratva jamás haría algo por mí, mucho menos ahora que Edmon ha muerto. Tengo que salir de aquí, es algo que tengo fijo por el bien de nuestro hijo. Llevo dos días encerrada, me traen comida que no pruebo por miedo a que esté envenenada, cuando amanece, decido darme una ducha y pelear, no le voy a dar ese poder sobre mí, al hijo de puta. Me pong
CHASTITY La sangre me hierve, la adrenalina se dispara en mi sistema y un escalofrío recorre mi espina dorsal, la boca se me seca cuando llegamos a las mazmorras y asiento, a estas alturas ya es imposible pasar desapercibidas, ella dispara a los primeros halcones que nos encontramos, yo hago lo mismo, las alarmas comienzan a sonar y no pierdo tiempo. Disparo, esquivo, corro hasta la celda en la que mi madre me espera, y mi padre igual, le disparo al candado que los mantiene encerrados y abro las rejas. —Cariño —mi madre se me abalanza. —Tenemos que salir —le recuerdo. No hay tiempo que perder. Asiente, mi padre igual, ya habrá tiempo para hablar, dar explicaciones y aclarar las cosas. Ivanna va por delante, saca de la mochila militar que lleva en la espalda, dos armas que no duda en darle a mi madre y a mi padre. —Lukyan debe estar
KILLIANLa rabia me consume de una manera en la que lo único que quiero es que por mis manos, corra la sangre de todos los Lebedev, cuando encuentre a Chastity, la voy a hacer mía de todas las maneras posibles, le sacaré a ese niño que lleva dentro y se lo daré a los perros, luego la convertiré en mi ramera.Conmigo pudo haber tenido todo, pero decidió no hacerlo, lo prefirió a él, el problema es que la deseo con la misma intensidad con la que quiero arrancarle el cuello. Muevo el cuello con estrés.Mis hombres me han informado que no tienen localizado a esos malditos, destruyeron el palacete, la orden está detrás de mí porque estoy iniciando una guerra sin su permiso, y me importa poco. EDMONVolver a ver a Chastity a salvo, hace que la polla se me ponga dura, es tan hija de puta que ha sido terca todo este tiempo, y ahora la tengo frente a mí, con el ceño fruncido, sus ojos se llenan de lágrimas y en lo único que puedo pensar es en que necesito llenar su coño con mi derrame, penetrarla se ha vuelto una adicción.—Pero… cómo, yo te vi morir, el avión explotó —su voz tiende de un hilo y su barbilla tiembla.Ha pasado por mucho, pero el que haya pensado que estaba muerto, me cabrea, no conoce los limites que un Lebedev puede llegar a pasar por defender lo suyo, si era necesario hubiera hecho un trato con la muerte para volver a su lado.—¿Tan débil me crees? Capítulo 30
CHASTITYMi padre solía decir que yo era su pequeña guerrera, desde que tengo uso de memoria, siempre fuimos solo él y yo, ahora, lloro su muerte dos veces, y la de mi madre por igual, lo peor es que ni siquiera tengo un cuerpo que enterrar, la mafia italiana tuvo que rendirle pleitesía, en cuanto supieron que podían verse débiles ante el enemigo y que su único líder estaba en peligro, no dudaron en venir a su rescate, proclamando a Edmon como su nuevo Boss.Los italianos se retiraron y ahora la Cosa Nostra permanece sumida en la oscuridad, por el momento, de mí no hay mucho que decir, tuve un pequeño ataque debido a las emociones a las que fui sometida. No me arrepiento, mucho menos sobre lo ocurrido con Killian, no era la muerte que le tenía planeada, mucho menos lo que quería para ambo
CHASTITYEl helado de chocolate hace que salive por más, me he acabado dos tarros y no me importa, el antojo puede más que yo. Esa es la única realidad. Quisiera decir que Edmon está igual de feliz hoy, pero no, frunce el ceño cada que traza los planos de las nuevas armas, lleva encerrado en su despacho más de cinco horas.—Mierda —susurro cuando siento que mi bebé me patea.—¿Sientes molestias?Su voz ronca y varonil hace que salga de mi ensimismamiento, siento que el aire me falta, pero no se lo digo, abrazo mi enorme barriga de nueve meses, tenemos planeado que nazca en dos semanas, por lo que Edmon ha preparado todo, aunque se ha vuelto un poco quisquilloso. —¡Vamos, no seas amargada, no tardo! —grita Livy en mi oído derecho.La música electrónica retumba en mis oídos y siento que me voy a desmayar en cualquier momento, mis labios se sienten pastosos, mis piernas son como dos enormes gelatinas e incluso mis movimientos resultan lentos, mi cerebro no logra procesar bien las cosas y en cambio me envía imágenes en modo cámara lenta.—Tal vez deberíamos irnos… no… no me siento muy bien —digo intentando alejarme de la barra. Livy es mi mejor amiga, una morena de veinte años, cabello oscuro que le llega hasta la cintura y un par de ojos caoba que cautivan a cualquiera, era perfecta, solo tiene un defecto; es una zorra tira todo y comEpígrafe