Capítulo 24 Luna
No puedo creer lo que estoy escuchando, seque es difícil de creer. Pero nada de lo que tengo ahora me interesa
- tu opinion con respecto a mí es una mierda - el abrió los ojos más que demasiado cuando me oyó hablar así de brusco - yo, no te digo que no me gustan las comodidades. No soy tonta y eso a todo el mundo le gusta, pero no es que le tenga demasiado amor a nada de esto - hice el mismo gesto que el señalándolo todo - prefiero estar contigo
- ¿sabes que pronto van a anunciar tu compromiso? - bajo la cabeza al decir esto
- ¿mi que? - grite, no había escuchado hablar de ningún compromiso antes de esto
- compromiso, tu padre te quiere comprometer con el hijo de uno de sus amigos, y eso va a ser pronto - no podía creer lo que estaba escuchando, mi padre es autoritario, pero no puede obligarme a casarme si no quiero.
- eso no me importa, no pienso casarme con nadie que no seas tú
Capítulo 25 GabrielEstoy respirando profundo para no volverme loco, es momento de tomar una decisión y no puedo hacerlo. Si la llevo conmigo me arriesgo a perderla en el futuro. Pero si lo dejo estar la pierdo ahora.La veo subir kas escaleras, al menos hablo con su padre y vino aquí, me dio terror que se quedara hablando con ese tipo, soy patético, lo sé - me debes una muy buena explicación - dijo, su rostro se ve molesto, y no es para menos - me voy - salió de mi boca sin premeditarlo - ¿de dónde te vas? - buena pregunta - de esta casa, y de tu vida. Es lo mejor para ti - si te vas porque eres un cobarde - no puedo decir nada en realidad es lo que soy - no me uses como excusa. Ni te atrevas a decirme que es lo mejor para mí. Estoy dispuesta luchar por nuestra relación, algo a lo que tú no estas para nada dispuesto ni con lo que a estás comprometido. Mea legro de darme cuanta ahora del tipo de
Capítulo 26 LunaHoy es el último día en el plazo que me dio mi padre, después de esto ya no hay marcha atrás. No lo he llamado, no tengo que hacerlo, se consiente mente que él sabe que el compromiso es hoy, su padre organiza la seguridad. No se trata de forzarlo a hacer algo, es que lo haga por voluntad propia, y espero que lo haga porque este tal Henry me cae realmente mal, es algo así como el príncipe encantador, no tiene nada que ver con mi Gabriel, como digo mío, ni que en realidad lo fuera.- ya es hora de irnos al salón - aviso mi padre de pie en el marco de la puerta - ¿él no va a venir cierto? - mi padre hizo una mueca que jamás lo vi hacer - no lo sé Luna, pero pienso que si en realidad quisiera venir, lo habría hecho antes - asentí, sé que tiene razón en lo que dice - vamosEl salón que escogió mi padre es hermoso, si el hombre que me está esperando fuera otro. En este momento sería la
PrólogoTodos creen que nacer millonario resuelve los problemas que se pueden crear durante toda tu vida, pero eso no es real, yo soy Luna; hija de uno de los magnates más grandes de la transportación, ya sea aérea, marítima o terrestre. Vivo una vida de lujos, sin contemplar el precio de lo que quiero, solamente debo nombrarlo; excepto una cosa, no puedo tener libertad. Cuando tenía cinco años mi madre y yo fuimos secuestradas, por desgracia, mi madre no tuvo tanta suerte como yo y falleció ese día, desde entonces mi padre tiene sobre mí un control estricto y casi enfermizo que no me deja respirar, tengo veinte años y nunca he podido salir de casa sin un guardaespaldas, o más bien, un séquito completo de ellos. Desde ir a la escuela, hasta salir al jardín, todo, tengo que hacerlo rodeada de hombres que no me hablan. Mi padre apenas me presta atención, desde que murió mi madre, se encerró en sí mismo sin remedio. Me criaron entre las nanas de turno y el servicio de casa. P
Capítulo 1Llegue a casa de una amiga de la universidad que me recibiría por unos días, vivía en un piso común en las afueras del campus, quedamos en que pagaría la mitad del alquiler, cosa que me parece perfecta porque mi presupuesto en este momento es limitado, más que eso, bastante escaso, casi todo lo que tenía era la matrícula de la universidad.- está es tu habitación me mostró Estefanía. El lugar era realmente pequeño, solo cabían la cama y el escritorio que ya tenía dentro, ni decir del clóset, no cabría ni la mitad de mi ropa, tendría que adaptarme- sé que no tiene nada que ver con tu casa, pero es toda tuya- está es ahora mi casa, es cierto que no es igual al lugar donde vivía antes, pero ese lugar no es mío, es de mi padre.- entonces vivamos felices- dijo ella sonriendo- hablé en el lugar donde trabajo para conseguirte un puesto, el dueño quiere verte mañana al mediodía.- no sé cómo podré pagarte todo esto Estefanía, no tengo a nadie más que a ti par
Capítulo 2- por Dios, debería ser ilegal - dijo Estefanía - límpiate la baba- dijo al darse cuenta de que yo también lo estaba mirando- ese tipo es irreal - ella ni me escuchó. Ya iba a medio camino de encontrarse con él.- hola, vecino- dijo ella para llamar su atención -¿puedo ayudarte en algo?- bueno - dijo él sonriendo con esa dentadura que parecía mandada a hacer - puede que sí. Por como estas vestida puedo ver que trabajas aquí. Estoy buscando al señor Rafael Farrel, ¿crees que puedes ayudarme? - pude ver las bragas de Estefanía abandonar su cuerpo por la forma en que él le habló. Yo creo que las mías le siguieron.- si claro que puedo ayudarte - le tomó la mano - sígueme - no es que tuviera intención de competir con Estefanía por este chico, pero si me atreviera a hacerlo, estaría pérdida. Ella era toda sensualidad, yo para nada, de hecho nunca he tenido mucha suerte con los chicos. La vi a ella regresar sola de la oficina del jefe.- por dios, por poco v
Capítulo 3Después de hacer el viaje más tormentoso de mi vida, comprendí por qué las personas siempre están apuradas, para mí; ir a la universidad siempre fue tan simple como tomar mi bolso, salir, subirme en un auto e indicar el destino que quería. Pero la realidad es que la vida es diferente, la mayoría de las personas hacen, ese viaje de la forma en que lo hice yo hoy. En transporte público, de pie, rodeados de personas sudorosas. Aún tengo en mi nariz, el hedor del sudor, huelo mi ropa y me parece que soy yo. Cosa más que probable.- deja de olerte, pareces un perro - me dijo kyla otra de mis amigas con la que nos topamos a la entrada del edificio de lenguas.- creerás que es mentira, pero me parece que huelo feo- estas loca de remate- me dijo fany- ya te dije muchas veces que no tienes mal olor- estábamos de pie frente al edificio, esperando la hora de entrar-¿tenemos que estar paradas aquí? Parecemos locas.- pregunto kyla- si, la verdad no pienso ir a nin
Capítulo 4Cuando logré recuperarme por completo del impacto de las palabras de Gabriel, entre al salón- señorita Smith- llamo mi atención el profesor Jackson- gracias por honrarnos con su presencia, pero creo que debería acomodarse ahora para que sus compañeros puedan seguir aprendiendo- mire mi reloj y pude comprobar que en efecto era tarde.- lo siento señor Jackson- me apresuré y tomé asiento, el profesor Jackson, Erick, era muy joven. Por eso nos trataba tan recio, apenas nos lleva como cinco años, a mi entender lo hacía para qué lo respetarán a pesar de su edad.- amo a ese hombre, un día voy a conseguir que me haga caso - Estefanía está enamorada, o eso dice- de él; desde el primer día que nos dio clases, hace más de un año. Pero cada vez que hace un intento con él. Déjame pensar una palabra adecuada, él la declina amablemente, digo esto por ser condescendiente, un día le preguntó que si tenía algún problema de carácter, que para él estaba siendo algo ligera. Tod
Capítulo 5Al día siguiente me levanté de mal humor, fui a la cocina y fani estaba sentada en la pequeña mesa que teníamos en el centro de la estancia- ¿y esa cara de perro a que se debe?- me pregunto nada más mirarme- anoche me acosté un poco molesta, y para colmo me levanté tarde, recuerda que tengo que llegar antes al café- me detuve de preparar el café y la miré- tú por el contrario, te ves muy fresca.- le dije, de verdad se veía reluciente. Parecía una persona diferente de la que deje en la universidad -¿alguna buena noticia?- bueno, puede que tenga algunas buenas noticias, pero tú no puedes escucharlas- me dijo-¿y eso por qué?- señaló el reloj que había en la cocina, recordé el que tenía que hacer- mierda- dije y salí corriendo, tomé mi bolsa de dónde la había dejado la noche anterior. Cuando salí del edificio, el auto de Gabriel estaba aparcado en la entrada, el arrecostado a la puerta del copiloto, el sol le daba de frente, tenía puestas gafas para