Capítulo 3

Después de hacer el viaje más tormentoso de mi vida, comprendí por qué las personas siempre están apuradas, para mí; ir a la universidad siempre fue tan simple como tomar mi bolso, salir, subirme en un auto e indicar el destino que quería. Pero la realidad es que la vida es diferente, la mayoría de las personas hacen, ese viaje de la forma en que lo hice yo hoy. En transporte público, de pie, rodeados de personas sudorosas. Aún tengo en mi nariz, el hedor del sudor, huelo mi ropa y me parece que soy yo. Cosa más que probable.

- deja de olerte, pareces un perro - me dijo kyla otra de mis amigas con la que nos topamos a la entrada del edificio de lenguas.

- creerás que es mentira, pero me parece que huelo feo

- estas loca de remate- me dijo fany- ya te dije muchas veces que no tienes mal olor- estábamos de pie frente al edificio, esperando la hora de entrar

-¿tenemos que estar paradas aquí? Parecemos locas.- pregunto kyla

- si, la verdad no pienso ir a ningún sitio, estoy muy cansada y no me parece apropiado caminar más de la cuenta- le respondí

- ella está estropeada- dijo Estefanía y ambas se rieron- por dios - esa expresión nos hizo a mí y a kyla ver lo que ella estaba mirando. Nos quedamos las tres de piedra, era Gabriel, bajándose del auto más lujosos que vi desde que me fui de mi casa.- bien podía habernos traído

-¿ustedes conocen al tipo nuevo?- pregunto kyla- todas en la universidad quieren saber su nombre, y digo todas, sin exagerar- eso en ella era imposible, siempre lo exageraba todo

- es nuestro vecino, y nuestro mánager. Tal parece que nos persigue- exprese sin dejar de mirarlo. Él ejercía en mí una energía magnética.

- pero ni lo mires kyla- le dijo Estefanía- a él le gusta Luna

- eso ya lo veremos- kyla tiene una personalidad muy competitiva hasta con fany y conmigo que somos sus únicas amigas, camino hacia Gabriel

-¿por qué andas diciendo que yo le gusto?- le pregunté a fany

- porque es la verdad, desde que bajo del auto no deja de mirarte, incluso creo que se le salió la saliva

- mira que exageras- mire mi reloj- vamos dentro, de lo contrario se nos hará tarde - ella me miró y sonrió de forma malvada, Kyla estaba literalmente tirándose sobre Gabriel

- Gabriel - le gritó Estefanía, él la miró, se sacó de encima a kyla y camino hacia nosotros.

- hola, chicas, me podían haber esperado. Salí a buscarlas para venir juntos y ya no estaban por ningún sitio.

- vez Luna, te dije que no era tan mala persona - él me miró asombrado

- ¿así que crees que soy una mala persona? - Estefanía me metió en una situación engorrosa, estoy segura de que lo hizo a propósito, yo jamás le dije algo como eso, ni lo haría. No conocía a Gabriel antes de esta mañana; no tengo una idea real de como puede ser él. Vimos a kyla venir hacia nosotros con cara de pocos amigos.

- ¿no piensan presentarme? Al parecer a él no le gusta conversar con desconocidas. Es un buen niño que le hace caso a su mamá - Gabriel la ignoró, o no supo qué responder a ese flirteo tan descarado.

- ahora él y Luna tienen que aclarar algo, así que tú y yo vamos a ir entrando- le dijo Estefanía-

- pero yo no quiero - se quejó kyla, pero aun así Estefanía la arrastro dentro del edificio

- chicas - les grite y me dispuse a seguirlas, pero él me sujetó por el brazo, lo mire muy seria

- ¿sí que crees que soy una mala persona?- como vio que no tenía intenciones de ir a ningún sitio soltó mi brazo

- yo jamás dije eso- le aclaré- fue solo una broma de Estefanía, no me has hecho nada para que crea que eres una mala persona

- ella parecía muy seria cuando lo dijo- se veía apesadumbrado cuando lo dijo

- ella suele hacer ese tipo de bromas, no le prestes atención.

- entonces me alegra escucharlo

-¿en serio te importa lo que crea de ti? - lo pensó por un instante, tiempo que aproveche para mirarlo, ese iba a convertirse en mi jovi a partir de hoy, cuando me case, tiene que ser con un tipo tan apuesto como este.

- Luna, ¿me estás escuchando?

-¿Qué?- él se rio

- Luna, estas en la Luna - él se rio- te decía, que si me importa lo que creas de mí - Estefanía podía tener razón, alomejor estaba loco y yo si le gusto

-¿te gusto?- Se me escapó de golpe, sin pensar. Como la mayoría de las veces que me meto en problemas, mi cerebro y mi boca tuvieron problemas de entendimiento - no respondas a eso por favor - él estaba sonriendo, yo no sabía que decir - es que Estefanía me mete cosas en la cabeza, después mi cerebro, que está loco; fórmula sus propias preguntas, y me mete en problemas- explique, medio a la carrera, medio tartamudeando

- ¿Estefanía cree que tú me gustas?- preguntó

- ya sé que es una locura, pero yo estoy más loca por hacerle caso- él me miraba serio mientras yo hablaba, siento haber preguntado eso- dije al final, él pasó junto a mi tomo mi bolsa con los libros

- Estefanía es una chica inteligente - dijo y me dejó petrificada, eso solo podía significar una cosa, que yo si le gustaba.-¿te vas a quedar ahí parada o vas a seguirme?, vamos a llegar tarde.- lo seguí en silencio -¿no vas a preguntar nada más?- solo negué con la cabeza.

- no creo que deba preguntar nada más

-¿entonces no quieres que te dé una respuesta directa a tu pregunta?- definitivamente él estaba buscando que preguntara, pero yo no pensaba hacerlo

- si en algún momento quieres decirme algo, creo que vas a hacerlo sin que te pregunte nada.- lo pensó por un segundo

- sí, tienes razón- me detuvo frente a la puerta del salón donde debíamos de entrar - además, no creo que estés lista para escuchar lo que tengo que decirte.- me quede ahí de pie, petrificada. Lo vi entrar y poner mi bolso en el asiento junto al de Estefanía, él le dijo algo y siguió hasta el fondo del salón.